Deportes | 05 Abr Fue complicada. Quizás como podía esperarse teniendo en cuenta que para el viernes y el sábado eran dos cosas las que se imaginaba podían dificultar el desarrollo de la 66ª edición de la Regata "Meseta de Artigas - Paysandú": la bajante del río y el poco viento pronosticado.
Pero fue lo segundo lo que llevó a que la segunda etapa de la competencia náutica más importante del país obligara a las tripulaciones a sacar a relucir toda la profesionalidad. Y que llevara, de yapa, a que la etapa final de la regata tuviera que ser acortada.
Es que desde la partida de la flota en la mañana de la víspera desde arroyo Malo, el punto de transición donde se cerró la primera etapa del viernes tras los primeros 35 kilómetros recorridos desde la Meseta, para iniciar la segunda y última etapa que insumiría navegar los últimos 51 kilómetros, el viento prácticamente faltó a la cita.
A tal punto que ya sobre la hora 14 el oficial del día de la competencia comenzó a especular con la posibilidad de acortar el recorrido de este segundo tramo.
Es que la flota, integrada por 69 veleros, buscaba de manera desesperada alguna racha de viento que apareció de manera espaciada, obligando a estar más atentos que nunca para tirar bordos con el afán de aprovecharlos al máximo y al menos avanzar lo que se pudiera, pero teniendo mucho cuidado con los bancos de arena, en virtud de la altura del río.
Los que no tuvieron tantos problemas fueron los catamaranes, que aprovecharon las dificultades de los veleros de mayor porte. Igual, la regata se fue extendiendo en el tiempo, aunque los dos que habían liderado en la primera etapa en el agua, es decir “Never 2 Late” y “Rio 2016”, sacaban nuevamente ventaja aunque en este caso intercambiando las posiciones del día anterior. Para ver a los veleros más grandes desde el kilómetro 228, había que remontarse algunos kilómetros río arriba. Allí venían prendidos “Morocha” y “Yacy 2”, otros que habían rendido muy bien en la primera etapa y que, en esta segunda instancia, iban logrando una diferencia interesante, peleando cuerpo a cuerpo, con respecto al resto de la flota, que venía bastante más atrás con la intención de remontar posiciones.

LA DECISIÓN DE ACORTAR LA REGATA
Finalmente, a las 15.10 se anunció lo que se preveía: la regata se acortaría unos 15 kilómetros, y no finalizaría frente al Yacht Club Paysandú sino que se cerraría frente al balneario de San José. “Es preferible acortar y que llegue toda la flota, a que muchos no clasifiquen”, se explicó al momento de tomar la decisión.
“Rio 2016” fue el primero en cruzar la meta de esta segunda etapa, seguido por “Never 2 Late” y “F18”, mientras que luego aparecieron “Morocha”, “Yacy 2” y “Bombón Asesino”.
Pero sería el “Morocha” de Miguel Fraschini el que se quedaría con la cinta azul de esta 66ª Regata “Meseta de Artigas - Paysandú”, premio destinado a la mejor embarcación en la sumatoria de tiempos reales en el agua tras las dos etapas.

SE QUEDÓ EN CASA
Mientras rápidamente se confirmó que el sanducero “Morocha” se quedó con la cinta azul de la regata, para saber cuál de los veleros sería el ganador de la competencia, hubo que esperar a la corrección de tiempos.
La expectativa fue creciendo a medida que transcurrieron las horas. Y finalmente fue otro barco de Paysandú el que festejó el título de la histórica competencia, que se disputa desde 1950 de manera ininterrumpida, escribiendo año a año páginas doradas en la náutica nacional: el “Repunte VI”, que debutó con nueva tripulación. El velero que desde hace pocos días es propiedad de Andrés Bulanti y Ronald Müller se quedó finalmente con el gran premio de la competencia, al haberse impuesto en la general por tiempo corregido, seguido por dos argentinos, es decir el “Bombón Asesino” de Agustín Curi, de Concepción del Uruguay, y el “Zaida” de Juan Mársico, también uruguayense. La emocionante 66ª edición de la Regata “Meseta de Artigas - Paysandú” se cerró a lo grande: con la cena de entrega de premios en el Complejo “Orlando Nardini”, el broche de oro de una regata inolvidable.