UTILIZANDO GRAMÍNEAS SUBTROPICALES

Rurales | 31 Mar Para Pedro González, productor lechero de la zona de Constancia, y “Carlucho” Moreno, con ganado de campo en la zona de Paso Guerrero, la siembra de gramíneas subtropicales y en especial las especies megatérmicas han sido de gran ayuda en el pastoreo en el pasado verano. En la actualidad, cuando hace prácticamente dos meses que no se producen lluvias importantes en la zona, un hermoso pastizal y de buena calidad resalta entre las pasturas naturales que hacen fuerza para mantenerse en estas condiciones.
A pesar de estar convenientemente difundidas en Argentina, poco se conoce aún de las gramíneas subtropicales en nuestro país, pero al conversar con los productores aparecen como una interesante alternativa para lecheros y ganaderos.
El caso de González es muy claro. En noviembre, EL TELEGRAFO participó de una jornada promovida por el Instituto Plan Agropecuario, en donde se apreciaba la chacra sembrada con las subtropicales pronta para el ingreso del ganado.
Cuatro meses después, y tras tres pastoreos durante varias semanas con 50 vacas en ordeñe en 5 hectáreas, el campo lucía de manera espléndida a pesar de que entre febrero y marzo no llovió más de 40 milímetros en el campo. El primer pastoreo fue de 50 días, en febrero el pastoreo fue durante todo el mes y en medio turno, y desde el 15 de marzo las vacas están en ese potrero. Conclusión: soporta de muy buena manera la falta de lluvias, con pastoreo y alta carga.
Otro factor a destacar es que esta chacra sembrada en la primavera 2013 no deberá ser resembrada por muchos años más. Seguramente en el invierno no será utilizada, pero el renacer en la primavera le permitirá a González contar con muy buena comida a partir de octubre.
“Lo bueno de este verano es que alterné esa chacra con otra en donde tenía sorgo forrajero y en ningún momento se notó el cambio en la remisión de leche”, explicó.
Por su parte “Carlucho” Moreno fue bien gráfico en sus consideraciones. “Solo planté tres hectáreas para ver cómo funcionaba y no les eché ningún fertilizante”. En los primeros días de noviembre ingresaron en ese potrero 15 terneros y terneras pesando 150 kilos. Estuvieron todo el mes de noviembre y casi todo diciembre, logrando muy buenas ganancias.
“Hoy sobresale el campo de los otros potreros, a pesar de que terminé unas vacas gordas ahí, en donde ganaron alrededor de 700 gramos por día y después coloqué tres toros a los que saqué al tiempo y estaban chatos de gordos y el potrero seguía con pasto”, dijo Moreno.

LOS PASOS
González plantó cinco hectáreas en noviembre de 2013. “Sembró en directa y fertilizó convenientemente a pesar de ser un año complicado porque las gramíneas subtropicales necesitan de lluvias constantes”, señaló a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Danilo Cóppola, integrante de la consultora Ferrari y Cóppola.
“Esto surge escuchando la problemática de los productores, en donde se menciona constantemente los costos de sembrar, de utilizar fertilizantes y fundamentalmente las productividades por hectárea que se logran”, dijo el profesional sanducero.
La siembra de este tipo de gramíneas surge ante preguntas respecto a la problemática que atraviesan los productores en temas de pasturas. “Es por ello que la consultora procuró brindar respuestas sobre costos de producción y de inversión en verdeos y pasturas; las persistencias de las pasturas en nuestros veranos y cómo se comporta ante la variabilidad climática”, dijo.
Estas dos chacras comerciales en el departamento de Paysandú, una de ganadería de carne y la otra de un productor lechero, permiten una alta producción de forraje de buena calidad en verano.
“Debemos aclarar que acá no hay medición alguna”, explica Cóppola, pero el productor en su tambo utilizó un sorgo forrajero de muy buena calidad y azucarado, y cuando lo sacaba de ahí para el potrero en donde tenía las gramíneas subtropicales, el rendimiento de las vacas en el tambo seguía siendo el mismo”.

LA SIEMBRA
En el predio de González se sembró Grama Rhodes, una especie estolonífera ideal para confección de fardos; adaptada a alta gama de suelos, recomendada en suelos salinos (blanqueados) y con una densidad de siembra de 3,5 kilos por hectárea.
Tiene una calidad forrajera de digestibilidad en primavera del 62%, en verano del 59%, en otoño del 55% y en invierno del 50%. Además, la proteína bruta en primavera es del 11%, en verano, un 9%, en otoño, un 8% y en invierno, un 5%.
También se sembró Panicum coloratum, de alta tolerancia al frío; adaptada a zonas de inviernos rigurosos, con habilidad de crecer durante el otoño y rebrotar temprano en primavera. Posee alta calidad de forraje y está adaptada a siembra directa, utilizándose entre 6 a 8 kilos por hectárea de densidad de siembra. Respecto a la calidad forrajera, cuenta en digestibilidad del 67% en primavera, 58% en verano y del 46% diferido. En proteína bruta, 14% en primavera y 11% en verano.
El ingeniero agrónomo Joaquín Carryquiri, de la empresa Serkan, precisó que en el primer año “se implantan muy lento y hay que dejarlas que florezcan, no se pueden pastorear durante todo el primer ciclo, recién después que se produce la semillazón, se hace un pastoreo o corte para fardos”.
Un factor a tener en cuenta es que para la próxima primavera y en los siguientes siete años aproximadamente, estos productores no tendrán ningún costo para mantener la inversión.