Opinion | 08 Abr Paysandú vivió --de manera disímil-- la quincuagésima Semana de la Cerveza de Paysandú, con decenas de miles de personas que pasaron por el predio ferial. Pero, por otro lado, parte de la población la miró con indiferencia, con una acostumbrada indiferencia podría decirse, escudada en aquello de “siempre es lo mismo”.
La Semana de Oro no tuvo el brillo de ese metal, pero ciertamente no puede indicarse que fue una sin atractivos. Tuvo los mismos que tiene desde hace años, los mismos que tienen la mayoría de las fiestas populares aquí y en muchos otros lugares.
La Semana terminó, pero seguramente la sombra de la polémica generada en la edición 48ª seguirá oscureciendo a la mejor fiesta sanducera. Es cierto que el dictamen del Tribunal de Cuentas está siendo usado por la oposición con fines proselitistas, pero son las reglas del juego. Quien quiera jugar, que juegue; que se cuide las espaldas y no deje al descubierto los flancos por donde fácilmente puedan llegar los ataques.
No obstante, la siguiente jugada está en la organización, por lo tanto, hacer las cosas bien también está de su lado. De acuerdo con lo que pudo apreciarse, preguntando aquí y allá, el Comité Ejecutivo puso especial atención en la quincuagésima edición para que nada quedara en el terreno de la duda.
Bien hecho, aunque no sea más que lo que siempre se debe hacer. Pero ahora es cuando, sin misterios ni complicaciones, deben presentarse sin demoras los números preliminares. El año pasado se presentó el balance, con un superávit de 43.000 dólares, en junio.
Puede pensarse que no hubo que esperar demasiado y es cierto. No obstante, la presentación del estado de resultados, si bien completo, resultó difícil de entender en las cosas básicas (cuántas entradas se vendieron, cuáles espectáculos se financiaron por sí mismos y cuáles no) y no respondía las preguntas de las que todos quieren respuestas. Solo eso.
Pues bien, no hay razón para pensar que el equipo económico del Comité Ejecutivo no tenga que tomarse su tiempo --considerando que no tiene dedicación exclusiva-- para completar el balance y comprobar que todo está bien.
Pero los grandes números, los que a todos interesan conocer “ya”, como la cantidad de personas que ingresaron al predio, cuántas entradas se vendieron para el anfiteatro y otros datos similares pueden adelantarse ahora. No es necesario esperar hasta junio o más adelante aun. Por ejemplo, en Salto ya se dieron los números del turismo en el departamento, con todos los ingresos a todos los centros termales del departamento, peso por peso en entradas. Dar esa mínima información acá, es la mejor forma de iluminar el ambiente. Y vaya si necesita luz.