Paysandú, Viernes 10 de Abril de 2015

El interés general estará en jaque en el presupuesto

Opinion | 10 Abr En pocos días el equipo económico de gobierno, con el ministro de Economía y Finanzas a la cabeza, comenzará el análisis del presupuesto quinquenal cuyo proyecto de ley habrá de enviarse por el Poder Ejecutivo a la consideración del Parlamento. Esta iniciativa sin dudas pautará el perfil de la administración del Presidente Tabaré Vázquez, y sobre todo determinará hasta qué grado se podrá plasmar en los hechos los enunciados sobre austeridad en el gasto del Estado, en base a la disponibilidad de recursos.
No es un tema sencillo ni mucho menos y sobre todo porque es la columna vertebral en que se apoyará la gestión del nuevo gobierno, que llega esta vez condicionado por una serie de factores, tanto de orden externo como interno, que deben afrontarse con especial cuidado sobre todo en esta etapa.
Precisamente en las últimas horas Astori compareció ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, donde señaló ante los legisladores que las dos preocupaciones más grandes que tiene el país son el déficit fiscal y las presiones inflacionarias, en tanto el lunes se presentarán los lineamientos para el presupuesto quinquenal.
El secretario de Estado admitió además su preocupación por la desaceleración económica del país, y consideró que tanto el déficit fiscal como las presiones inflacionarias son las preocupaciones más grandes que tiene el país en este momento, dejando claro que para el gobierno ambas van a tener igual grado de prioridad.
“Hay que hacer un fino equilibrio entre ambas a efectos de no perjudicar a una en función de la otra”, señaló, pero a la vez expresó que el país goza de una “holgura financiera” gracias a la menor deuda neta de la historia con accesos al mercado financiero, aunque admitió que ello “no significa que haya capacidad de gasto”.
Por su lado, el presidente Tabaré Vázquez habló con los medios tras participar en la celebración de los 200 años del nacimiento de Don Bosco, y reconoció que la economía está en una fase de desaceleración, pero descartó que se pueda atravesar una situación parecida a la de 2002 por la solidez de las reservas y ratificó que el Producto Bruto Interno crecerá este año en Uruguay entre 2,5 y 3%.
También señaló que es intención del gobierno llevar la inflación a un rango de entre 3 y 7% en 18 meses y que eso condicionará la política cambiaria, sin dar más detalles, aunque surge claramente de esta dicotomía que la contención de los precios se haría sacrificando competitividad, por cuanto se debe mantener topeado el valor del dólar a efectos de que el reajuste de la divisa no se traslade al mercado interno.
Pero claro, en economía no se hace lo que se quiere sino lo que se puede, y Astori ha admitido que las cosas vienen más complicadas que en años anteriores, más precisamente que en la última década, donde hubo un significativo crecimiento de la economía a partir de las elevadas cotizaciones de las materias primas de exportación. El problema radica en que pese a la década de crecimiento y los altos valores de nuestros commodities, igualmente se aumentó en mayor proporción el gasto del Estado, lo que explica que hoy estemos con un déficit del orden del 3,2 a 3,5 del Producto Bruto Interno (PBI), y que el gobierno de Vázquez habla de poner en marcha políticas de austeridad como una de las prioridades de su gestión.
Ocurre que también su antecesor José Mujica dijo que gobernaría con austeridad, y sin embargo el gasto siguió aumentando.
En las últimas horas, al ser consultado sobre la visión de Astori en cuanto a su preocupación por el déficit fiscal y la inflación, el expresidente y actual senador José Mujica dijo a El País que el ministro de economía, Danilo Astori “sabe todo, más que yo, no tiene ninguna sorpresa” en cuanto a la situación económica con la que encontró a el país.
“No me jodan, si es del equipo económico, (Mario) Bergara era el ministro, ¿por qué me vienen con esas novedades?” se preguntó Mujica, y dijo que el ministro es “machete” porque se le viene encima la instancia presupuestal.
Flaco favor le hace Mujica al gobierno y al país cuando ya descalifica por “machete” la postura del ministro de Economía en el presupuesto, y constituye al fin de cuentas un factor de estímulo para quienes se le van a venir encima al titular del equipo económico, sobre todo los sindicatos de funcionarios públicos, para obtener una mayor tajada de la torta en el presupuesto.
Ello se hace por la vía de las acostumbradas presiones y descalificaciones hacia quien opine distinto y se niegue por ejemplo a otorgar más recursos para “recuperación” y equiparaciones, entre otros planteos que naturalmente deben ser solventados con lo que aportan los sectores reales de la economía, los productores, los empresarios, los trabajadores privados, los pasivos, entre otros grupos que pasan a ser el pato de la boda en la etapa de distribución de gastos en el presupuesto quinquenal, al tiempo que el país sigue perdiendo competitividad.
Es precisamente en esta instancia en que tanto Astori como su elenco de colaboradores, pero sobre todo empezando por el presidente de la República y quienes tienen responsabilidades de gobierno, deben llevar a la práctica lo que predican en cuanto a la austeridad, con capacidad de liderazgo, convencimiento y de comunicación para hacer conocer realmente cual es la situación y resistir las presiones y muchas veces la prepotencia de grupos que siguen tratando de arrancar concesiones para su “chacrita”, por encima del interés general, que es el que debe defender el gobierno y más que nunca cuando el viento de cola ya no sopla como antes.


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