Deportes | 06 Abr La 66ª edición de la Regata “Meseta de Artigas - Paysandú” se cerró el sábado para escribir una nueva página en su rica historia.
Esta vez fue una página complicada por el poco viento que obligó a las tripulaciones a realizar el máximo esfuerzo, y porque la prácticamente ausencia de viento en la segunda etapa llevó a que se acortara el segundo tramo de la competencia náutica más importante del país.
Pero como contrapartida se puede decir que, pese a que los navegantes necesitaron reponerse del esfuerzo quizás más de lo previsto, la regata fue emocionante. Fue de esas competencias en las que hubo que tener paciencia, soportar la falta de viento y el durísimo calor que se vivió el sábado; afirmarse más que nunca al aspecto táctico y, sobre todo, aprovechar al máximo cada pequeña racha que permitiera avanzar.
La primera etapa, disputada desde la Meseta de Artigas hasta arroyo Malo sobre 35 kilómetros, tuvo algo de viento y la competencia se desarrolló con normalidad.
Pero las condiciones no serían las mismas el sábado, cuando la flota volvió al agua para competir en búsqueda del punto previsto de llegada, frente al Yacht Club Paysandú: el viento era prácticamente inexistente.
Dentro de ese panorama, y debiendo tener un cuidado extremo en el caso de los veleros de mayor calado con la bajante del río para evitar quedar varados, se debían recorrer 51 kilómetros río abajo. Y no fue fácil. Fue una etapa durísima porque la navegación se tornó cada vez más complicada, y no fueron pocos los que quedaron varados.
Más allá de que los catamaranes, que habían salido previamente, el resto de la flota tuvo complicaciones y las posiciones se fueron intercalando.
Algunos pudieron escaparse pero el grueso de la flota aprovechaba cada racha como para poder descontar distancia y acercarse.
“Morocha” y “Yacy 2” fueron los que se despegaron del resto, siguiendo a los tres catamaranes que iban cómodamente liderando en el agua esta segunda etapa.
Pero era el “Yacy 2” el que encabezó la flota durante la mayor parte del recorrido, con el “Morocha” haciendo todo el intento posible por darle alcance para pelear por la punta entre los barcos de mayor porte, sabiendo que se podía pelear por el título por tiempo real, en virtud de que los catamaranes, que habían liderado la primera etapa, no iban a descontar el tiempo necesario al haber salido con antelación en esta segunda etapa.
Finalmente la embarcación de Miguel Fraschini fue la que pudo superar al “Yacy 2” en el último tramo, ya cuando se había anunciado que ante la falta de viento se acortaría el recorrido de la regata.
Serían unos 15 kilómetros menos, dado que el oficial del día estipuló que el punto de llegada se situara finalmente frente al balneario de la entrerriana San José. “Morocha” se quedó finalmente con la cinta azul, el premio destinado al mejor barco en tiempo real, es decir el más rápido en el agua sumando las dos etapas de esta competencia que sigue creciendo año a año.
Pero fue el “Repunte VI”, otro barco sanducero, el que se quedaría con el título por tiempo corregido, para sorpresa de todos.
La corta tripulación del velero que desde hacía tan solo una semana era de Andrés Bulanti, dio la nota al lograr el título, anunciado tras la corrección de los tiempos.
Pero fueron varios los que se lucieron, los que hicieron el máximo esfuerzo y que engalanaron esta nueva versión de la Regata “Meseta de Artigas - Paysandú”.
Fueron 69 veleros los que integraron parte de esta flota más que interesante, que contó con los mejores navegantes del río Uruguay, pero también con figuras más que importantes como es el caso de la dupla Pablo Defazio - Mariana Foglia, que corrieron en su Nacra “Rio 2016”, mientras aspiran a su clasificación para los Juegos Olímpicos. O Diego Destéfani, que participó también en su catamarán “Never 2 Late”, y la laserista Dolores Moreira, que también se sumó a la gran fiesta que organiza el Yacht Club Paysandú desde 1950 a esta parte.
Tras el esfuerzo fue tiempo de los festejos interminables, en el Complejo “Orlando Nardini”. Porque no solo festejaron las tripulaciones no solo se celebró que dos veleros sanduceros lograron conseguir el título y la cinta azul de esta nueva edición de la regata, sino que se festejó que la “Meseta de Artigas - Paysandú” sigue latiendo más fuerte que nunca, escribiendo año a año páginas históricas en la náutica nacional, y quizás de un poco más allá. Porque difícilmente una regata en otra parte del mundo haya disputado 66 ediciones de forma ininterrumpida, y en el mismo sitio.