Opinion | 16 Abr La seguridad vial no es un problema sólo de nuestro país. En general, en los países en desarrollo tiene un costo total para los gobiernos nacionales superior a los 100 mil millones de dólares, es decir, el equivalente de la ayuda internacional que reciben.
Si bien en las últimas décadas en muchos países ha venido reduciéndose la cantidad de víctimas mortales en accidentes de tránsito, existen cinco factores que, según la Organización Mundial de la Salud, continúan generando accidentes: la velocidad, beber y conducir, la falta de uso del cinturón de seguridad, la falta de uso del casco y no contar con Sistemas de Retención Infantil.
En este sentido, se estima asimismo que una reducción del 5% de la velocidad media en las carreteras reduciría un 30% el número de accidentes mortales, en tanto que se ha comprobado que el endurecimiento de las leyes que rigen el hecho de beber y conducir reduce el número de víctimas mortales de accidentes de tráfico en un 20% siempre y cuando realmente se apliquen tales normas, cosa que hace solamente uno de cada cinco países. Los sistemas de retención para niños reducen en un 70% u 80% el riesgo de mortalidad infantil (en función de la edad).
Los porcentajes anteriores se desprenden de estudios realizados a nivel internacional sobre el tema y de la experiencia de países más avanzados en la implementación de este tipo de medidas de prevención de siniestros viales. No obstante, pareciera que al menos en nuestro país buena parte de los conductores de vehículos simplemente deciden no tener en cuenta estas cuestiones y pensar que no es algo que les pueda ocurrir. A modo de ejemplo, si bien en 2014 se registró un descenso significativo en la cantidad de accidentes con fallecidos en rutas nacionales, aumentó la severidad de los siniestros, registrándose menos de un 80% de siniestros leves, casi un 17% graves y un 5% fatales, fenómeno que se relaciona directamente con las velocidades habituales de circulación en las rutas.
En estos días comenzó a circular un llamado global para promover la seguridad vial y animar a los conductores a cumplir con las reglas de circulación y tránsito. El propio campeón del mundo 2014 de Fórmula 1, Lewis Hamilton, respalda la iniciativa como Embajador 2015 de la Acción de la Federación Internacional del Automóvil para la seguridad vial; constituyendo éste un fuerte mensaje a sus aficionados sobre los peligros de la carretera. Es así que a través de Internet se convoca a los conductores a adherir a las 10 Reglas de Oro del Tránsito, definidas como una serie de consejos con los que se procura ayudar a los conductores a mejorar su comportamiento al volante y recordarles la responsabilidad que tienen, no sólo con respecto a sí mismos, sino también frente a los demás automovilistas y pasajeros. Se trata de una acción valiosa en la medida que pretende llamar la atención sobre el tema y promover la reflexión pero, sin lugar a dudas, el primer compromiso debería ser con nosotros mismos.