Rurales | 13 Abr Este martes, cuando se realice la asamblea de delegados, la Cooperativa Agraria Nacional (Copagran) decidirá qué hacer con los U$S 890.000 de utilidades que dejó el último ejercicio, según manifestó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Mathías Mailhos, presidente de la cooperativa.
La cifra fue informada en la asamblea de filial realizada el pasado viernes en la sede de la empresa en Paysandú. El consejo directivo y la gerencia presentaron la memoria de lo que fue el año, el balance y los resultados, además de las proyecciones para lo que será el año siguiente. Reconoció que fue un año “dificultoso para la comercialización del trigo”, aunque también aclaró que “la zafra pasada de soja fue buena y ayudó a los productores”.
Al subrayar que el resultado final fue positivo en U$S 890.000, acotó que en la instancia de este martes, durante la Asamblea de Delegados, “se decidirá el destino de las utilidades. Si se decide repartirla entre los socios --toda, poca o nada--, si se capitalizará o si irá a un fondo de reserva”.
Para explicar la situación, indicó que cuando se registra el nacimiento de Copagran --que aglutina a todas las cooperativas fundadoras-- “arranca con resultados acumulados negativos de U$S 8.000.000. Hasta el año pasado tuvimos que tapar ese resultado negativo”, dijo.
En el año 2014, se verificó un resultado del ejercicio “de U$S 1.378.000. De esos, U$S 1.300.000 terminaron de pagar esa historia fundacional y sobraron para decisión U$S 78.000. Es un hito, ya que es la primera vez que sucede en los diez años de vida de Copagran”. En ese momento, “la asamblea decidió que la mitad se entregue entre los socios y que la otra mitad se dejara para que la cooperativa la capitalice”.
Manifestó que “este año, hubo retenciones legales, que son alrededor del 30%, para la cobertura del fondo cooperativo, de operaciones con los socios y de capacitación. Con el resto de ese dinero, la asamblea tiene que decir qué hacer”. Mailhos entiende que como no se visualiza un buen escenario para adelante, “habrá que ser muy cautos para no perder el logro obtenido”.
Aclaró que, en caso de que se decida que ese dinero retorne a los productores, “se cuenta con un contrato cooperativo y con unidades de actividad. Eso significa que los socios, cada 10.000 dólares que mueven –en la compra de insumos, cuando liquidan granos o venden ganado-- generan una unidad de actividad. La excepción es cuando hacen semillas (compran o liquidan). Ahí son cada 5.000 dólares, porque se quiso fomentar la producción de semillas”.
Durante 15 años, los productores acumulan esas unidades de actividad de acuerdo con el movimiento que realizan. Citó como ejemplo que “si se compran U$S 100.000 de raciones, tienen U$S 10 de utilidades. Así, durante todo el año, los socios juntan un montón de esas utilidades. Con esto uno premia los años que trabajan y el volumen”.
Recordó que el ingeniero agrónomo Gastón Alvarez Catalá fue un promotor de esta actividad: “Lo extrañamos mucho porque lamentablemente, cuando podemos repartir, él ya no está físicamente con nosotros”.

SITUACIÓN BANCOS
Mathías Mailhos manifestó que han liberado “la obligación de pagarle al Banco de la República las amortizaciones siguientes hasta fines de 2016. Hemos logrado una categorización bancaria de gran nivel, de manera que podemos ir a los bancos y obtener líneas de crédito para diferentes actividades”.
Indicó que también se ha invertido en maquinaria de procesamiento de semilla: “con eso hemos logrado atraer contratos y firmas que procesan su semilla en nuestra cooperativa, de manera de diluir costos fijos”.
El dirigente y productor añadió que “está prácticamente hecho un convenio de servicios para ALUR de almacenaje y siembra, que asegura funcionamiento y logra hacia Copagran un costo fijo”.