Policiales | 18 Abr Sergio Germán Escobar Mattos, alias “El Zorro”, líder de la banda que se dedicaba a explotar sexualmente a menores y enviar mujeres a España con el mismo propósito, fue condenado a siete años y ocho meses de penitenciaría, según la sentencia Nº 8/2015 del pasado 3 de marzo, del juez Ernesto Valetti.
“El Zorro” fue imputado de “un delito continuado de proxenetismo, en reiteración real con un delito de contribución a la explotación sexual de menores, en reiteración real con un delito continuado de trata de personas con fines de explotación sexual, en reiteración, con un delito continuado de lavado de activos”.
Su hermano César Ramiro Escobar Mattos, alias “El Bulldog”, fue condenado a cinco años y seis meses de penitenciaría por “un delito continuado de proxenetismo, en reiteración real con un delito continuado de lavado de activos”. Mientras que A.S.A.H., ex pareja de “El Zorro”, y quien se encargaba de controlar a las meretrices en España, fue condenada a cuatro años y seis meses de penitenciaría por un delito continuado de trata de personas con fines de explotación sexual, en reiteración real con un delito de hurto, en reiteración real con dos delitos de falsificación de pasaporte en calidad de coautora.
C.V.I.B., padre de dos de las jóvenes que se prostituían para “El Zorro”, recibió importantes sumas de dinero de España, remitido por varias meretrices, entre ellas de su propia hija, que tenían por destinatario principal a Escobar Mattos; fue condenado a tres años de penitenciaría. Finalmente, dos mujeres, familiares de “El Zorro” y otros dos hombres, quienes recibían dinero procedente de la actividad ilícita, fueron condenados a penas que no superan los dos años de penitenciaría por un delito de continuado de lavado de activos en la modalidad de asistencia.

HECHOS PLENAMENTE PROBADOS
En su sentencia, el juez Valetti establece que surge plena y legalmente probado que el 5 de agosto de 2010 la fiscal Letrado Departamental de Young, Alicia Ghione Core, formuló denuncia penal por hechos relacionados con la explotación sexual de menores de edad, proxenetismo y trata de personas. Al día siguiente, amplió su denuncia dando cuenta que muchas de las jóvenes víctimas, provenientes de Young y Paysandú, ejercerían el meretricio en el prostíbulo “Las Palmeras” y serían objeto de explotación sexual por parte de algunos proxenetas --entre ellos “El Zorro”--, quienes también estarían enviando jóvenes a prostituirse al exterior, principalmente a España e Italia.
De esa forma se estableció, en coordinación con la fiscal Letrado Nacional en lo Penal Especializada en Crimen Organizado, doctora Mónica Ferrero, conformar un grupo de trabajo y encomendar la investigación policial a la Dirección General de Lucha Contra el Crimen Organizado e Interpol, que fue denominada “Operación Las Palmeras”.
Una vez identificadas las personas vinculadas a los hechos, se solicitó información a la Unidad de Información y Análisis Financiero del Banco Central del Uruguay, a la Dirección General Impositiva y al Banco de Previsión Social, obteniéndose información sobre las cuentas bancarias y los giros de dinero que recibían, fundamentalmente desde España, de meretrices que se encontraban trabajando para los hermanos Sergio y César Escobar. Asimismo se descubrió la participación de terceras personas que recibían giros destinados a los Escobar. También se logró determinar todos los bienes incorporados al patrimonio de los hermanos Escobar, incluso aquellos que estaban a nombres de testaferros.

GANANCIAS EN TODAS LAS MONEDAS
Las víctimas efectuaron giros individuales en euros por 1.782, 22.397, 8.546, 4.078, 15.890; en dólares por 3.460, 17.112, 3.335, 4.075 y 2.463; y en pesos por 510.838, 54.172,64, 1.000, 10.000, 331.939 y 3.000. Dentro del país, también remitían sus ganancias. Una de las víctimas llegó a girar 120.000 pesos.
De las decenas de testimonios prestados por víctimas y testigos, mayoritariamente dedicadas al meretricio, surgió que “El Zorro” Escobar contaba con --por lo menos desde el año 2005-- varias mujeres trabajando para él. Las llevaba al prostíbulo “Las Palmeras”, dada su relación personal con su propietario.
Algunas jóvenes debieron trabajar además en las calles de Paysandú, otras fueron derivadas a España y a un reconocido prostíbulo en Maldonado. También surgió que algunas de esas jóvenes fueron iniciadas en la prostitución por “El Zorro” Escobar cuando era aún menores. A varias de ellas, las de mejor presencia, las enviaban a Europa, concretamente a Valencia. Tanto Sergio como Ramiro Escobar entablaban una relación afectiva con varias de las víctimas. Incluso en el caso del primero, con al menos dos de ellas, desde antes de cumplir la mayoría de edad, al extremo que se convertían en sus parejas y varias de ellas pasaban a convivir con ellos.
Al momento de ser detenido, Sergio Escobar tenía tres jóvenes mujeres como pareja, que trabajaban para él ejerciendo la prostitución; dos en Young y una en el local en Maldonado. Las tres ejercieron la prostitución en España y le enviaron importantes de sumas de dinero. Mientras que su hermano convivía con una de las víctimas, si bien se había relacionado antes con otras más con igual fin.
Cuando las jóvenes meretrices eran enviadas a España, eran recibidas, controladas y vigiladas por otras meretrices de mayor edad y experiencia, que eran leales a Sergio Escobar y que le comunicaban cualquier incumplimiento de las jóvenes al régimen de trabajo establecido, ocasiones en que éste se encargaba de llamarlas al orden mediante amenazas de represalias. Durante todo ese tiempo, “El Zorro” obtuvo importantes beneficios económicos, lo que le permitió adquirir un inmueble de elevado valor en Paysandú, varios vehículos, una lancha y caballos de carrera.
BIENES DECOMISADOS
En la sentencia de marzo, el juez Valetti resolvió, por una parte, decomisar a “El Zorro”, “el inmueble (chalet) sito en Lucas Píriz (...) de la ciudad de Paysandú; dinero incautado; una camioneta Toyota Hilux, (...); armas incautadas; una lancha de color blanco (...), un motor marca Mercury, una batería y un trailer de lancha de color azul”. A la vez, dispuso el decomiso del “inmueble (chalet) sito en Joaquín Suárez (...) de Paysandú; dinero incautado; y un automóvil Volkswagen Vento”.
Por orden del magistrado, los bienes y demás efectos incautados fueran puestos a disposición del Fondo de Bienes Decomisados de la Junta Nacional de Drogas, o para el caso que se hubieren rematados a la fecha de la sentencia, traspasar el dinero producido a la cuenta de este fondo.