Opinion | 16 Abr A propósito de la próxima consideración, en el ámbito del Poder Ejecutivo y el Parlamento, del Presupuesto Quinquenal para la gestión del nuevo gobierno instalado el 1º de marzo, ya se han puesto en “pie de guerra” los gremios más combativos de la administración estatal, que son precisamente los que pretenden incidir en decisiones de la Administración a efectos de llevar agua para su molino, esto es recibir beneficios adicionales, con énfasis en el aspecto salarial, pero asimismo tratando de influir en decisiones que atañen al interés general pero en las que pretenden imponer su óptica.
Uno de esos sectores en los que se reedita año a año en esta época, y durante las rendiciones de cuentas los planteos y presiones es el de la enseñanza, un área muy cara para la izquierda, quizás por aquello que decía el argentino Domingo Faustino Sarmiento, que “un pueblo ignorante es más fácil de gobernar”. Y hace ya más de una década que la enseñanza está en manos de la izquierda.
Aun así, con el advenimiento de los sucesivos gobiernos el gremio de la enseñanza ha generado conflictos prácticamente sin sucesión, y en términos generales, obstaculizando con sus movilizaciones cualquier intento de atacar algunos de los males crónicos que padece la educación en nuestro país.
Entre estas movilizaciones ya se está hablando de paro en ramas como Secundaria, y en este contexto el dirigente del gremio de docentes de Secundaria, José Olivera, dijo que la instancia convocada para la última semana de mayo se hará para reclamar por mejores condiciones de trabajo pero también para protestar contra “liceos como el Jubilar”, es decir centros docentes que se ocupan, con apoyo privado, sobre todo de la Iglesia Católica, de contener al joven adolescente y sobre todo de generarle cauces para mejorar sus estudios y formación, con determinados apoyos que no se dan en los liceos estatales, por supuesto.
En este contexto el cardenal Daniel Sturla salió al cruce de las declaraciones de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) acerca de que el paro nacional de 24 horas previsto para mayo próximo se hará contra liceos “como el Jubilar”.
“Yo creo que lo tomo como la mayoría de los uruguayos, porque realmente hacer un paro porque en un lugar se está trabajando bien y que eso trae suspicacias. Le estamos errando si no ponemos al chico en el centro”, sostuvo Sturla en rueda de prensa en el marco de la recepción que ofrecieron los obispos en ocasión de la conmemoración del segundo aniversario del Pontificado del papa Francisco.
Añadió el religioso que “si ponemos al chico en el centro todos los que de verdad quieren colaborar, trabajar, con tantísimo interés, con trabajo voluntario y con mucho corazón, hay que apoyarlos. Sea público o privado, no importa. Lo que importa es salvar a los chicos concretos porque si no caen en lo que ya sabemos, la deserción escolar, liceal y por tanto lo que eso trae aparejado: la droga, la esquina, la cerveza, etcétera”.
En declaraciones a El País, José Olivera, dirigente de Fenapes, había expresado en las últimas horas que las asambleas y el paro que aplicará el sindicato en mayo serán no solo para reclamar aumentos salariales sino por “la dificultad de fondo de las políticas educativas en general. Hay muchas voces que han levantado la idea de la privatización encubierta. Hay empresas multinacionales atrás de esto”.
“Paramos por más salario, pero también por instituciones como el Jubilar, que seleccionan a sus estudiantes. Hay quienes dentro del gobierno quieren influenciar para privatizar la educación, no es casual que al presidente Tabaré Vázquez, a pocos días de la elección se le escapara la idea de vouchers educativos”, aseguró Olivera.
Mientras tanto, los profesores sindicalizados de Montevideo confirmaron un paro de 24 horas para el próximo 2 de junio, para evaluar la posibilidad de llevar a cabo una huelga. Según informó a El Observador el dirigente del ADES, Julio Moreira, el gremio confirmó el paro que tenía previsto y el objetivo principal será definir si realizan un “paro continuo” por la falta de respuestas de Secundaria a sus reclamos. Entre otros aspectos los profesores piden un aumento del presupuesto para que sea volcado en infraestructura y en equipos multidisciplinarios de diferentes centros educativos, pero hasta el momento no han iniciado negociaciones con las autoridades.
Pero ya la Fenapes había amenazado con iniciar una huelga este año a través del dirigente Mario Bango, al declarar a El Observador que “si no hay una aceptación de nuestra propuesta hay posibilidades de que se termine el año con una huelga o que el año que viene comience con huelga”.
Ahora, si bien la decisión todavía no ha sido tomada por la Federación, el sindicato de profesores en Montevideo ya puso fecha para analizar la decisión de una huelga. La medida se suma a los cinco paros de 24 horas que están previstos para mayo a nivel regional, para reclamar más recursos en el próximo presupuesto quinquenal.
Con este fin los profesores comenzaron este miércoles a realizar asambleas, de las 100 que tenían previstas en 55 filiales del país.
Y la interrogante inevitable que surge de este escenario es dónde está la defensa del estudiante, del joven que desea estudiar y abrirse paso en la vida, que debería estar por encima de las luchas ideológicas y “principios” de grupos radicales que consideran que el Estado --manejado por ellos, claro-- debe ser el centro de todo, el único que debe enseñar y formar, pese a las mil y una carencias en recursos públicos.
En este sentido le damos la razón al cardenal Sturla, en cuanto a la necesidad de la contención y atención a los jóvenes, que mucho necesitan de que surjan en lo posible decenas de liceos como el Jubilar, en todo el país, precisamente, porque se requiere todo el apoyo que puedan dar la diversidad de sectores de la sociedad que en tantas áreas se ocupan de hacer lo que deja de hacer o no hace bien el Estado, pese a que todos los uruguayos volcamos cuantiosos recursos en impuestos para que lo haga.