Locales | 26 Abr UTU tuvo “la intención y la decisión” de donar el edificio que hoy ocupa el Museo Histórico, y que fuera recuperado por la Intendencia Municipal de Paysandú en 1984, “recuperándolo de su estado ruinoso”, dijo Walter Belvisi, intendente de la época (había asumido en 1983 por decisión del gobierno militar y posteriormente, desde 1985 continuó en el cargo, por voto democrático).
Belvisi fue quien llevó adelante “las negociaciones con UTU, que en ese entonces era presidida por Pivel Devoto, quien tenía como secretario a Daniel Corbo, después consejero del Codicen”, porque “el edificio estaba en ruinas, incluso se le puso protección en su exterior para evitar derrumbes hacia la calle”. La Intendencia “tomó para si la recuperación, y me acuerdo que Ennio Fuccaro hizo un trabajo notable, recuperando cornisas, techos y paredes”.
Tras la recuperación, el bien quedó en uso municipal, y allí el 18 de agosto de 1984 --dos días antes que Belvisi renunciara para postularse como intendente en las elecciones de noviembre, las del retorno a la democracia-- se inauguró la Casa del Espíritu de Paysandú, que inicialmente tuvo como propósito ser sede de reuniones de comisiones vecinales.
Cuando Belvisi ganó la Intendencia y asumió, en febrero de 1985, volvió a interesarse por el tema, y se entrevistó con el sanducero Pivel Devoto, por entonces también presidente del Honorable Directorio del Partido Nacional, para establecer con claridad los alcances del uso del exedificio del Asilo y posteriormente de UTU.
“Devoto de inmediato dijo que quería donar el inmueble a la Intendencia por todo lo que se había realizado y por el fin que se le había dado. Y delante mío mandató a su secretario, Corbo, a que instrumentara la donación”, recordó Belvisi.
“Muy feliz retorné a Paysandú y --como se debía-- pedí autorización a la Junta Departamental para que se accediera a recibir la donación”. No obstante, “como necesitaba el voto de dos tercios de los ediles, la iniciativa no fue aprobada” por el voto en negativo de ediles del Partido Nacional, varios de los cuales con el paso de los años ocuparon muy destacados cargos a nivel nacional y departamental.
“Como no se aprobó, UTU no pudo donar el inmueble como era su deseo; con eso se hubieran evitado muchas situaciones posteriores”, como el reciente pedido de salones para el dictado de clases debido a que la Intendencia demoró el trámite para renovar el convenio treintenal de uso en comodato.
De todas maneras, “con Pivel Devoto buscamos la forma y ahí se llegó a un convenio a largo plazo. Entonces trasladamos el Museo Histórico del Círculo Napolitano, porque sin dudas el espacio era más apropiado y estaba en una mejor ubicación”.