Opinion | 23 Abr Como primer resultado tangible de una opción educativa que se ha venido desarrollando desde hace dos años, mediante un convenio de cooperación entre la UTU y el Instituto Nacional de Logística, egresaron hace pocos días 14 técnicos en Logística, del Polo Tecnológico Regional Norte de la UTU, ubicado junto a la planta de combustibles de Ancap.
Se trata de lo que podríamos denominar una carrera corta o de capacitación profesional, y en este caso al menos siete de los egresados, es decir la mitad, ya están trabajando específicamente en logística de empresas como acopiadoras de granos, de distribución o de la industria citrícola.
Esta tecnicatura se divide en dos partes, una de las cuales corresponde a los cursos que se dictan en Paysandú y el resto en Montevideo, y en esta etapa suman 27 los estudiantes egresados. Esta opción que forma parte de una serie de alternativas de estudio y formación profesional que están a tono con la evolución que se ha dado en Uruguay en torno a la cadena productiva y de acceso a los lugares de distribución y consumo.
Es pertinente detenernos en algunos aspectos de la tecnicatura, que se cumple durante cuatro semestres, tres de estudios específicos con formación teórica de alta especialización y visitas curriculares a establecimientos, en tanto el último semestre corresponde a pasantías de aprendizaje en empresas que colaboran en el proyecto educativo.
Precisamente en el caso de Paysandú, varias de las empresas involucradas pidieron contratar a los pasantes al terminar el curso y en otros casos se redactaron cartas de recomendación por el nivel que mostraron en el trabajo, de acuerdo a lo informado a EL TELEGRAFO por el director del Polo Regional, José Luis Mengui, y la adscripta Heidi Baccaro.
Los egresados de los estudios de referencia en Paysandú no son solo de nuestro departamento, sino que varios provienen de otras localidades cercanas, donde precisamente se distribuyen instalaciones de empresas directamente vinculadas con los requerimientos logísticos, lo que es a la vez positivo en cuanto a derrame de beneficios sobre la comunidad por la capacitación de personal, en tanto se prevé que en 2016 habrá una nueva tanda de egresos del Polo Tecnológico de UTU de Paysandú.
Para llevar adelante esta opción educativa se cuenta con un apoyo muy específico de agentes privados directamente interesados o protagonistas de esta problemática, desde que se puso en marcha un programa de capacitación profesional para cubrir las necesidades del sector productivo.
No es porque sí el aporte de esta participación privada, puesto que una de las necesidades que han señalado empresas nacionales o que se han instalado en el país en los últimos años en la cadena de producción y la logística refiere a la mano de obra especializada ante los desafíos del crecimiento en infraestructura de apoyo a los sectores reales de la economía, sobre todo de exportación, en lo que se relaciona con el transporte y almacenamiento, así como búsqueda de las mejores opciones para mejorar los costos y la competitividad.
Se ha encarado un emprendimiento auspicioso, que se agrega por ejemplo a otras capacitaciones regionales, como es el caso de técnicos vinculados con los sectores involucrados en la explotación forestal, que sale de las alternativas tradicionales, que muchas veces preparan a jóvenes para un mercado saturado o desacompasado de esos requerimientos, por lo que en este caso tenemos una demanda puntual que se está tratando de satisfacer, para beneficio de empresas y el personal empleado, naturalmente, así como para el país, que de esta forma tiende a optimizar sus recursos humanos y materiales.
No puede obviarse, como hemos señalado en más de una oportunidad desde esta página editorial, que la logística es un instrumento de apoyo al sector productivo, que mueve más de mil millones de dólares anuales en nuestro país, con unos 14.000 puestos de trabajo, y que comprende sectores muy diversos, pero coincidentes en el objetivo de mejorar la competitividad y por lo tanto de favorecer la concreción de negocios de importación y exportación.
En Paysandú precisamente tenemos una clara demostración de cómo se mueve la logística y de cómo sirve al aparato productivo, por cuanto tiene que ver por ejemplo con el movimiento de contenedores y operativa a granel en el puerto de Paysandú, tanto en la carga y descarga de los buques que operan en el puerto, como en los depósitos de almacenamiento de mercaderías y distribución de contenedores hacia y desde las empresas, el transporte desde los lugares de producción hacia los acopios en su diversidad de posibilidades, los enlaces informáticos y físicos en su diversidad de posibilidades para la coordinación y llega en tiempo y forma a los lugares previstos.
También la búsqueda de las mejores opciones en cuanto a caminos y coordinación con las salidas de buques de ultramar, procesos aduaneros y asesoramiento para la tramitación, abastecimiento en suministros que requiere una aceitada gestión en cuanto a compras y traslado de mercaderías, disponibilidad de materias primas para proveer elementos de apoyo a productos de gran volumen y bajo valor relativo, embalajes, cadenas de frío, entre una variedad de opciones y necesidades que justifican la especial atención que se está dando a la logística como instrumento para potenciar la actividad productiva y de bienes del país.