Locales | 23 Abr Bajo el título “Bailando por un sueldo”, el Instituto Cuesta Duarte presentó un informe donde plantea el escenario salarial en Uruguay y destaca que “en el año 2014 unos 690.000 trabajadores uruguayos percibieron salarios líquidos por debajo de los 15.000 pesos” y a partir de allí elaboró un diagnóstico hacia los próximos Consejos de Salarios.
Según los datos que contiene la última Encuesta Continua de Hogares de 2014, ese total representa el 41,5% del total de ocupados. “Entre estos ocupados no solo encontramos asalariados, sino también trabajadores por cuenta propia, patrones, cooperativistas y otros”, indicó el informe.
Los técnicos centraron su análisis en los asalariados o trabajadores en relación de dependencia, de los cuales casi 480.000 no alcanzaron $15.000 líquidos, “lo que implica que casi un 40% de los trabajadores convive con esta realidad salarial”. Por otro lado, hay 375.000 asalariados formales que no alcanzan a $15.000 líquidos.
Durante el año pasado, más de 64.000 asalariados totales percibieron un salario mínimo nacional que se ubicó en $8.960 nominales en 2014 --lo que en términos líquidos representa aproximadamente unos $7.168--, de los cuales casi la mitad son cotizantes a la seguridad social.
Documentos anteriores presentados por el Cuesta Duarte concluían que los salarios sumergidos se concentran con mayor intensidad en el interior del país, entre los jóvenes, las mujeres y trabajadores de menor nivel educativo.
En cuanto al servicio doméstico, un 63% de las trabajadores perciben salarios que no alcanzan $15.000 líquidos, seguidos por los sectores rural y comercio, donde la proporción de estos niveles salariales se ubica en el entorno del 60%. Estos tres ámbitos suman más de 233.000 asalariados o casi la mitad del total.
“Pese al crecimiento ininterrumpido de los salarios reales durante estos últimos diez años, estas cifras muestran la magnitud y profundidad de la problemática de los salarios sumergidos, que pese al buen desempeño económico de los últimos años aún persiste en nuestra economía. De cara al inicio de una nueva ronda de Consejos de Salarios, es necesario impulsar una política salarial que priorice mejoras importantes del salario”, concluye el informe.