Paysandú, Lunes 04 de Mayo de 2015
Locales | 28 Abr “Mamá, estamos bien en el medio del Himalaya, en un pueblo a dos días del campamento base del Everest; estamos bien”. A las cuatro de la mañana de ayer, esas fueron las palabras que le trajeron tranquilidad a Ana Pereira, madre de Federico Waksman, el uruguayo hijo de sanducero que, junto al también uruguayo Juan Mariatti, recorre el mundo desde agosto del año pasado. En Nepal estaban los dos cuando ocurrió el terremoto de 7,8 grados Richter el pasado sábado.
Desde ese momento y hasta que llegó el mensaje tranquilizador, se vivieron horas “muy difíciles” más allá que “Federico tiene un ángel aparte, siempre fue así”. La última comunicación había sido desde Katmandú, precisamente en cuya área estuvo el epicentro del movimiento telúrico, así como de las más de sesenta réplicas que se produjeron posteriormente. “Sabíamos que iban a partir hacia una campamento base en el Everest; no planeaban escalamiento, sino trekking (senderismo), que es lo que a ellos les gusta”, comentó Ana Pereira al ser contactada en la víspera por EL TELEGRAFO en Asunción del Paraguay, donde se encuentra “por motivos de trabajo”.
RECORRIENDO EL MUNDO
Federico Waksman es hijo del sanducero Luis Alberto Waksman Elhordoy, y “cuando estaba en el liceo, junto a su amigo Juan Mariatti, como iban a estudiar ingeniería y no iban a tener viaje de egresados, comenzaron a ahorrar dinero para viajar por su cuenta al terminar la carrera. Federico es ingeniero mecánico y Juan es ingeniero civil”, contó Ana. “Partieron el año pasado y van recorriendo lentamente los lugares, tomándose su tiempo y no tanto visitando las grandes ciudades, sino por el contrario, recorriendo las pequeñas, quedándose en los hogares de la gente”, agregó. Han viajado ya por América “y hasta cosecharon zapallos para Halloween en California” en octubre del año pasado.
Federico y Juan “se comunican periódicamente, y la verdad, viven con muy poco; a mí me sorprende un poco eso, pero ellos llegan a la gente, encuentran alojamiento gratis y conocen cada país desde adentro”.
Recorrieron Europa en tren “y, por sugerencia nuestra, fueron a Nepal, a la zona del Himalaya, un área muy atractiva para trekking”. Con esa intención abandonaron Katmandú, pero entremedio sucedió el terremoto, por lo que ahora ese plan no podrá concretarse. “No creo incluso que los dejen ingresar al área del Everest, porque es muy peligroso; ahora no sabemos adónde irán, porque el embajador en India (Carlos Orlando) los invitó a ir a ese país, pero no sé qué pasará, todavía no sabemos”.
CONO DE SILENCIO
“Después del terremoto no tuvimos otras noticias. Primero decidimos esperar unas horas, porque ellos tienen mucha experiencia, saben cómo actuar en situaciones que a otras personas les pueden resultar terminales”, dijo la madre de Federico a EL TELEGRAFO desde su habitación de hotel donde se aloja en Asunción del Paraguay.
“Pero las horas fueron pasando” y los nervios comenzaron a hacer lo suyo. Las comunicaciones estaban interrumpidas “y nos decían que mientras no hubiera posibilidades de comunicarse, no se iban a poder tener muchos detalles ni saber el paradero de mi hijo”.
Hasta que “nos enteramos que quienes estaban ayudando eran los israelíes. Nosotros tenemos parientes en Israel, por lo que pedimos que los nombres de Federico y Juan fueran incluidos en una página de buscados”. Los servicios de ayuda de emergencia israelíes “hicieron un trabajo excelente, hubo varias pesquisas hasta que nos mandaron una foto en la que --pensaban-- aparecía mi hijo, en Katmandú, en un refugio. Enseguida tuve algunas dudas, la ropa no la conocía. Empecé a mandar la foto a amigos y parientes. Todos me decían que era él. Hasta que lo creí”, relató Ana Pereira.
No obstante, su sentir de madre tenía razón. La foto no era de Federico, lo que quedó comprobado cuando a las 4 de la mañana de ayer se comunicó con su madre. Fue en cierta medida un milagro, dado que las comunicaciones en Nepal están fuera de servicio debido a los movimientos sísmicos.
EN UN PEQUEÑO PUEBLO
En realidad, Federico y Juan estaban --y allí permanecen-- en Khumjung, un pueblo en el distrito de Solukhumbu, en la Zona de Sagarmatha, al noreste de Nepal, que tiene una población de unas dos mil personas y cuatrocientas cincuenta casas. Se encuentra en la región de Khumbu, dentro del Parque Nacional de Sagarmatha, un sitio clasificado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad desde 1979. Está situado a una altitud de 3.970 metros sobre el nivel del mar, y se pueden ver desde allí los montes Everest, Khumbila y Lhoste.
“Encontrar alojamiento en la zona es muy difícil, porque la mayoría de las casas son de piedra, y las réplicas que se han seguido sucediendo destruyen ese tipo de casas. Los del lugar se quedan fuera de las casas, en carpas. Es una situación muy difícil. Felizmente --por ese ángel aparte que decía-- encontraron alojamiento en una casa de madera, que era lo que ellos querían y allí están ahora, hasta donde sabemos”.
Por el momento “ahí están, aunque ellos quieren volver a Katmandú, que a mí no me parece bien. Tienen cosas que dejaron allá, porque el camino está destruido. Siguen ahí, dicen que están seguros y muy bien, tienen agua”, contó la madre de Federico, quien aseguró, además, que “no sé aún adónde irán, pero seguramente no podrán quedarse en Nepal. Más allá de todo, están en una zona muy peligrosa y no quiero eso para mi hijo ni para su amigo. Más allá de todo soy madre y, por supuesto, temo por mi hijo, aun cuando tengo plena confianza en él y sé muy bien que tomará las mejores decisiones”.
POR FACEBOOK
El propio Federico Waksman dio tranquilidad a sus amistades a través de la red social Facebook, donde aprovechando una conexión disponible de Internet pudo colgar el siguiente mensaje: “Estoy bien, el terremoto nos agarró en nuestro camino a la base del campamento del Everest, pero por suerte no estábamos en zona de nieve. Vimos algunos desmoronamientos y casas derrumbadas, pero por acá no fue tan grave, por suerte. Ahora estamos bien y seguros en un pueblo llamado Khumjung, un par de horas caminando de Namche. Gracias a todos los que se preocuparon por encontrarnos y lamentamos no haber podido encontrar Internet antes”.
EL COMUNICADO DE LA AFP
El caso de estos dos uruguayos desaparecidos por unas horas en Nepal fue tomado por agencias internacionales, entre ellas AFP. “Dos uruguayos que se encontraban en Nepal y con quienes se había perdido contacto luego del terremoto que azotó a ese país, que dejó más de 3.400 muertos, fueron localizados con vida”, dijo este lunes a la AFP el canciller Rodolfo Nin Novoa”, indicó el cable de la Agence France-Presse.
“La embajada de Uruguay en la India había reportado el domingo que siete ciudadanos uruguayos se encontraban en Nepal en momentos en que se registró el potente sismo y que habían logrado contacto con cinco de ellos, pero generaba preocupación la situación de dos jóvenes deportistas que se encontraban en inmediaciones del Everest y que no habían sido localizados”, agregó. “Los dos jóvenes estaban en una zona de montaña al registrarse el terremoto, señaló el embajador uruguayo en India, Carlos Orlando”, expresó también la AFP.
“Pero este lunes el canciller Nin Novoa confirmó a la AFP que ambos deportistas habían sido hallados con vida, sin ofrecer más detalles sobre el caso. El sismo de magnitud 7,8, ocurrido el sábado dejó 3.432 muertos y más de 6.500 heridos en Nepal, según el último balance publicado por el servicio de gestión de catástrofes del ministerio nepalí de Interior”, concluyó el comunicado.
AYUDA A UNICEF
La oficina de Unicef en Uruguay ha habilitado mecanismos de donación para que quien desee pueda colaborar desde Uruguay con los niños afectados en Nepal, estimados en 2,8 millones. Ha habido informes sobre la limitación de suministros de agua y alimentos, cortes de electricidad y redes de comunicación caídas.
“Esta crisis deja a los niños particularmente vulnerables, el acceso limitado a agua potable y saneamiento pondrá a los niños en riesgo de contraer enfermedades que se transmiten por el agua, mientras que algunos niños pueden haber quedado separados de sus familias”, indicó la organización en un comunicado.
Para contribuir desde Uruguay, se puede enviar un SMS con la palabra Unicef al 3662 para donar diez pesos (Antel). Por otras consultas, comunicarse: 2403 0308, interno 104, o escribir a donantesuruguay@unicef.org.
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