Paysandú, Miércoles 06 de Mayo de 2015
Opinion | 04 May Aunque a veces en forma más sutil que otras, pero encarando el tema con mayor énfasis, el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, procura que le cierren mejor las cuentas fiscales, de cara a la próxima instancia del presupuesto quinquenal de gobierno.
Es que luego de una leve mejora en los últimos meses, en marzo el déficit fiscal volvió a deteriorarse, alcanzando el máximo valor en los primeros tres meses del año. Astori y otros integrantes del equipo económico han expresado públicamente su preocupación por el tema y han fijado como una de sus prioridades evitar que siga en alza como paso previo a llevarlo a niveles más potables para el actual período de gobierno.
Según los datos divulgados por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el déficit de las cuentas públicas se ubicó en el año móvil a marzo en el equivalente del 3,4% del Producto Interno Bruto (PIB), luego de corregirlo por cuestiones contables, como el adelanto del pago de sueldos por los feriados de Semana Santa, que llevaron el desequilibrio fiscal a 3,8% del PIB. Eso representa un negativo de aproximadamente U$S 2.187 millones entre ingresos y egresos, de acuerdo con las estimaciones de la Unidad de Análisis Económico de El Observador.
Así, el déficit fiscal aumentó una décima de punto porcentual con relación a los 12 meses finalizados en febrero. De ese modo, aunque el resultado fiscal se ubicó en el peor nivel del año, si se tienen en cuenta las distorsiones por los feriados a fin de mes, que obligaron a pagar anticipadamente salarios y jubilaciones, el dato negativo alcanza su peor registro desde junio de 2003, cuando se situó en el equivalente a 4,5% del PIB.
Es decir que el nuevo gobierno debe tener entre sus prioridades seguir una disciplina fiscal que no tuvo la administración de Mujica, aunque el equipo económico también estaba en manos de técnicos y dirigentes del grupo de Astori, quien ejercía además el cargo de vicepresidente de la República.
Pero las condiciones internacionales han cambiado, el entorno es menos favorable que el escenario que se dio durante la última década, y lo que más o menos podía llevarse con una economía dinámica se torna complicado cuando la recaudación no puede sostenerse.
Luego de recibir a una delegación del Pit-Cnt para analizar los cambios al proyecto de ley sobre el IRPF que la central sindical pretende introducir, el subsecretario de Economía, Pablo Ferreri, se refirió al desempeño de las empresas públicas durante la pasada administración de gobierno. El jerarca dijo que hubo un bajo rendimiento de los entes estatales, que aportaron casi dos puntos menos del PIB a Rentas Generales. “Tratar de restablecer estos aportes para contribuir a la economía general debe ser visto como un objetivo”, dijo el funcionario.
El jerarca fue consultado sobre un informe que, según El País , fue presentado por el ministro de Economía Danilo Astori al presidente Tabaré Vázquez sobre el rendimiento de las empresas públicas, sobre lo que respondió que el manejo de los entes públicos “es algo que está en discusión dentro del Poder Ejecutivo”, pero evitó dar detalles sobre el documento.
Igualmente, el subsecretario aclaró que para lograr una mayor recaudación de los entes, no necesariamente se deberán aumentar las tarifas. “No tiene por qué ser así”, expresó ante una consulta de la prensa.
Pero una cosa son los deseos y objetivos, y otra cosa es la realidad, cuando se presentan disyuntivas de hierro para disponer de más recursos. Ello explica que desde principios de año el gobierno dispusiera un ajuste fiscal encubierto para mejorar la recaudación en los entes, con aumentos en OSE y en UTE, aunque en su momento su autoridades indicaron que estaban en condiciones de reducir las tarifas. Y pese a que hubo una caída espectacular en los valores del petróleo, solo hubo una rebaja ridícula en Ancap, con la promesa de revisar los precios en abril, pero con decisión tomada de mantener los valores porque el dólar ha tenido un alza significativa.
Astori apunta a las empresas públicas para captar más recursos y el subsecretario Ferreri se refirió a la mejora de la gestión de los recursos o las inversiones de los entes como una de las alternativas para adecuar el desempeño de las empresas públicas durante el próximo quinquenio, aspecto este que está en el debe desde siempre.
En este contexto, el titular de Economía ha expresado en más de una oportunidad que en los últimos años las fuertes inversiones que llevaron algunos entes públicos no contaron con la debida coordinación y que eso repercute hoy en el resultado fiscal.
A su vez, en la reunión que el ministro de Economía mantuvo el miércoles con la bancada del Frente Amplio, “pidió prudencia más de 20 veces”, dijo un legislador del MPP a El Observador. En tanto “dentro de un panorama que no es crítico ni en el presente ni en la perspectiva, nos transmitió un mensaje de cautela sobre todo por el escenario internacional”, añadió el diputado de Asamblea Uruguay, Carlos Varela.
No es un secreto para nadie que la gestión de las empresas públicas es una materia pendiente desde hace décadas, que su carácter monopólico ha incidido para que sean ineficientes y que ello a la vez les permite fijar precios y tarifas a su antojo, para cubrir sus problemas de gestión y a la vez recaudar más dinero, en carácter de impuesto disfrazado.
Ello indica que el margen de maniobra del equipo económico es muy acotado y que más allá de los ajustes que se puedan hacer, que siempre son bienvenidos, el gran objetivo debe ser bajar el gasto del Estado y en esta dirección deben apuntar los desvelos del equipo económico, sin dudas.
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