Deportes | 06 May El Tribunal de Contiendas falló a favor de Peñarol en el reclamo de Juventud Unida por el mecanismo de solidaridad por el pase de su exjugador, Gabriel Leyes, de River Plate a Peñarol.
El fallo, que fue recibido por los representantes legales de los verdolagas sobre las 16 horas de la víspera, era el esperado.
Pero, según se indicó desde la asesoría jurídica del club sanducero, no fue así con el fundamento.
Es que nadie reparó demasiado en si correspondía o no que Juventud recibiera el 1.04 por ciento del dinero que pagó Peñarol a River Plate en 2013, cuando compró al goleador de los darseneros.
Todo lo contrario. El gran tema pasó, a grandes rasgos, por el contrato de la negociación que presentó Peñarol.
Los carboneros aseguraron en las audiencias que el pase de Leyes fue sin costo. Más claro: River cedió gratuitamente los derechos federativos de su goleador del momento, gratis.
El contrato presentado por Peñarol llamó la atención. A diferencia de cualquier contrato, que debe contar con las firmas de los involucrados en todas sus páginas, el que presentó el aurinegro solo tenía las rúbricas en una página adjuntada a la letra fría. Es más: el propio jugador reconoció su firma, pero nunca lo que decía el contrato.
¿Qué dijo el Tribunal de Contiendas? Dio como válido el contrato en cuestión. Y, por lo tanto, al no haber dinero en la transacción, es imposible que Juventud pudiera reclamar algo.
Después hizo referencia a que FIFA ha sugerido que en el reglamento se estipulara el mecanismo de solidaridad, pero no exigido, cuando en realidad la AUF debe adaptarse a todas las recomendaciones de FIFA con respecto a reglamentos y estatutos, para lo que dio plazo, con pena de ser sancionado internacionalmente.
Los verdolagas estudian qué camino tomar. Amenazaron en los alegatos con recurrir a la Justicia Penal, en virtud de la documentación presentada por Peñarol no es considerada válida. El Ejecutivo de OFI, tristemante, le quitó ayer trascendencia y pretende solucionarlo políticamente, con una reunión entre AUF y OFI, para no entorpecer “la integración”.