Rurales | 06 May Debido a la falta de lluvias que afronta el sector desde hace varias semanas y una creciente sequía en la zona, el Poder Ejecutivo decretó emergencia agropecuaria para los departamentos de Treinta y Tres, Cerro Largo, Rocha y Lavalleja.
La medida se extenderá por 90 días y los recursos saldrán del Fondo Agropecuario de Emergencia. También habrá medidas excepcionales para productores ganaderos y lecheros.
La emergencia se declaró luego de una reunión con la Comisión de Emergencia Agropecuaria en la que se evaluó la situación nacional referente al déficit hídrico que afecta la producción lechera y ganadera en la actualidad, por la falta de lluvias en los meses de diciembre de 2014 a abril del presente año.
Tanto el presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Ricardo Reilly Arrarte, como el titular de la Federación Rural, Carlos María Uriarte, coincidieron en manifestar su beneplácito por la medida, reconociendo la situación que atraviesan actualmente los productores de las zonas mencionadas.
La falta de lluvia en esas zonas del país afecta de forma directa el normal crecimiento de pasturas, lo que se traduce en menor disponibilidad forrajera para el sector productivo ganadero y lechero. Los detalles se anunciarán hoy en una conferencia de prensa en la sede del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Las lluvias que ocurrieron el fin de semana pasado fueron del entorno de 30 milímetros en el norte, litoral y centro del país, pero en la región donde se decretó la emergencia agropecuaria no superó los 15 milímetros.
Las pasturas disponibles están perdiendo mucha calidad y los verdeos y praderas no nacieron. Muchos productores calculan que esa inversión ya se perdió y el ganado se está sosteniendo con las pasturas acumuladas de la primavera y verano y la solución en muchos casos son los abrevaderos, porque las aguadas artificiales están secas.
De todas maneras y al contrario de lo que se piensa, los resultados de las preñeces en general no son tan malos, según comentan los médicos veterinarios de la zona. Es que hasta mediados de febrero llovió bien y hubo buena disponibilidad de pasturas, más allá de su calidad, pero los productores son conscientes que los ganados preñados son los que más tienen que cuidar.