Locales | 10 May La solución de fondo a la problemática de los perros callejeros todavía demorará en llegar, aunque se espera que haya un avance significativo a partir de la instalación y puesta en funcionamiento de las comisiones honorarias departamentales, dependientes de la Comisión Nacional Honoraria para el Bienestar Animal (Conahoba), de acuerdo a lo expresado a EL TELEGRAFO por el presidente de esa corporación, el doctor Homero Cabanas.
La entidad se conformó en aplicación de la ley 18.471 de Tenencia Responsable de Animales y su decreto reglamentario, “justamente a instancias de los proteccionistas que estaban preocupados con el tema de las perreras, pero no hubo ninguna alternativa al respecto. Lo que está establecido en la reglamentación de la ley es que se creen las comisiones departamentales de Bienestar Animal, que serían las que tendrían que manejar este tipo de situaciones”, señaló Cabanas, quien fue consultado a raíz de la denuncia realizada por el director del Liceo Nº 1 por la presencia de perros en las inmediaciones del centro.
Las comisiones departamentales se integran con un representante de la Intendencia, de la Policía, de Zoonosis, de las protectoras y de los veterinarios del departamento. A través de esa entidad se canalizarían las denuncias y la problemática de cada departamento. Hasta ahora solamente se han integrado en Maldonado, Salto y Rivera, en tanto con el Congreso de Intendentes no se ha coordinado debido a las dificultades del proceso electoral y se esperará a que asuman los nuevos jerarcas.
De todos modos, Cabanas reconoció que “por un lado hay un vacío en el sentido de que no se sabe qué se puede hacer con los perros que son abandonados, sí la ley prevé aplicar sanciones a quien abandona un animal, en el caso que se pueda identificar, pero no hay una solución al respecto de los perros abandonados o sueltos”, que es un problema que no es exclusividad de Paysandú, sino que se repite en todo el país, apuntó.

ESLABONES
Actualmente, “cada vez que requisamos animales se trata de lograr contactarnos con alguna ONG en cada departamento, que pueda hacerse cargo de esos animales o darlos en adopción, o tratar de encontrar particulares que estén dispuestos a hacerse cargo para que no anden más en la calle”, explicó el presidente.
Sin embargo, a juicio de Cabanas, esto solamente es atender al último eslabón de la cadena. “En realidad el primer eslabón y el principal es la persona que abandona el animal. Eso es lo que genera que ese animal después se reproduzca, que ande en la calle, que produzca accidentes de tránsito, que pueda morder a alguien, que pueda ser un foco de contaminación o de diseminación de enfermedades a otros animales o a las personas”, señaló.
La apuesta de la Conahoba es llegar a instalar el concepto de la responsabilidad del tenedor y para Cabanas es necesario comenzar a aplicar las multas: “El punto de partida de esto es un tema cultural y educativo y de tenencia responsable. Creo que tenemos que hacer especial y principal énfasis en eso, si todo el mundo tuviera el perro controlado o castrado o no lo soltara a la calle, no existiría este problema”.
Es un tema en el que inciden hasta factores de género, según Cabanas. “Hay que trabajar también en castración, sobre todo en campañas de castración de machos, que es el principal reproductor, porque una perra puede entrar en celo dos veces al año y puede tener dos camadas. Pero un macho suelto puede preñar infinidad de perras, y por un problema de machismo de la sociedad la gente por lo general se resiste a castrar a los machos. Por eso digo, hay un problema que en la base es educativo y cultural y de concientización”.

EDUCACIÓN
Pero tan lejos están estos objetivos que hoy la comisión no está en condiciones de poner en marcha los planes de educación en la materia. “En la comisión no contamos con un presupuesto y con un personal en cantidad suficiente como para llegar a todos los lugares. Sí hemos tratado de hacer difusión a través de los medios, de los programas radiales, televisivos o los medios escritos y hemos editado unos folletos de distribución de manera de informar sobre los alcances de la ley, las características y cuáles son las responsabilidades que debe tener un tenedor de animales y los mecanismos para denunciar. Lo ideal sería poder denunciar a las personas que abandonan o que dejan un animal suelto a efectos de sancionarlos o tratar de inducirlos a cambiar sus conductas”, señaló.
Para Cabanas, a las campañas habrá que acompañarlas con la aplicación de las sanciones previstas en la normativa. “En la medida que se empiecen a aplicar las multas la gente entrará en caja y cambiará. De la misma manera cambió cuando pusieron multas y prohibieron fumar en los locales cerrados o cuando empezaron a hacer controles de alcoholemia. Ahí bajó sensiblemente el porcentaje de infractores. Bueno, cuando se logre armar la estructura y a través de las comisiones departamentales empecemos a aplicar las sanciones, creo que en poco tiempo se van a reducir sensiblemente este tipo de situaciones”, dijo.

NO HAY LUGAR
Un factor clave en la ecuación es el espacio del que se dispone para albergar los perros que se retiran de la calle. La aspiración de Cabanas es que el efecto de la aplicación de multas sea acercar la cantidad de animales a la capacidad disponible.
“Llegaremos a un punto de equilibrio, a una situación controlable; en este momento lamentablemente estamos corriendo de atrás y mal porque a veces no tenemos ni siquiera la capacidad de reaccionar de contragolpe, porque los recursos materiales y humanos son muy escasos con respecto a la demanda de este tipo de situaciones”, señaló.
Para Cabanas no es una opción la posibilidad de contar con un espacio de gestión estatal o municipal. “El tema es que si hubiera un organismo del Estado que se hiciera cargo de los animales, como a veces algunos proteccionistas reclaman, volvemos a la época de la perrera, que fue la gran bandera que utilizaron para sacar la ley. Todos sabemos que el Estado no es bueno ni eficiente haciéndose cargo de animales, la prueba está cuando existían las perreras o los refugios municipales, que siempre se desbordaban y el presupuesto que tienen las intendencias y los recursos que asignan son finitos y la demanda es infinita. Entonces llega un momento en que empiezan a tener los animales mal; también pasa con los zoológicos”, dijo.
Por otra parte, es indispensable que se trabaje en evitar el abandono. “Cada vez que alguien abre un refugio, sea municipal o privado que tiene capacidad para 20 perros, al mes tiene 20 perros, a los 2 meses tiene 30, a los 3 meses tiene 60 y ya no le da la capacidad ni para administrar ni para manejar los recursos para alimentarlos. Empiezan a estar mal y la gente se empieza a quejar. O sea que el problema pasa por controlar que la gente no abandone los animales, lo demás son parches que a veces pueden solucionar en parte, pero que no son la solución definitiva”, remarcó.
APOYO
Más allá de ello, Cabanas destacó el rol de las organizaciones protectoras, porque han servido como contención. “Si no existieran esas protectoras y no se hicieran cargo de esa cantidad de animales, se multiplicaría el problema. Entonces tienen algún cometido de contención o de contralor indirecto y tienen como base el apoyo a la sociedad en ese sentido. También han trabajado bastante en campañas de adopción y en campañas de castración; siempre son una herramienta útil”, apuntó.
Todavía no está plenamente instrumentado el sistema de cobro y gestión de las sanciones, que pueden ir desde un simple apercibimiento, pasando por una multa de entre 1 y 500 unidades reajustables y pueden llegar hasta la prohibición temporal o definitiva de la tenencia de animales.
Las denuncias se pueden realizar a través de un formulario en la web (se ingresa a través de la página del Ministerio de Educación y Cultura, www.mec.gub.uy), con el cual el denunciante debe presentarse en la seccional policial más próxima o en la sede de la Comisión, en Montevideo, en Germán Barbato 1361 oficina 19.
Los teléfonos de la Conahoba son 29044162 y 29021999 y atiende al público de lunes a viernes de 12 a 17.