Locales | 11 May Alrededor de las tres de la madrugada comenzó a caer sobre Paysandú una copiosa lluvia, que continuó hasta alrededor de las 10 de la mañana, perdiendo intensidad a partir de las 8. En total cayeron en la ciudad de Paysandú 135 milímetros, más de lo que llovió en todo el mes de mayo en 2014 (129 milímetros). Fue el bautismo para las elecciones departamentales y municipales, y obligó a los integrantes de los circuitos a trasladarse bajo la intensa lluvia, pues debían presentarse a las 7 de la mañana.
Para cuando se comenzaron a abrir los circuitos, la constante fue la escasa presencia de votantes, pero también que la apertura se realizó con normalidad, con la presencia de los titulares o --en algunos casos-- suplentes. Hubo circuitos en los que los votantes debieron esperar fuera, cubriéndose con paraguas, aunque la lluvia había ya perdido fuerza.
Quienes tuvieron un húmedo despertar fueron los vecinos de Los Álamos, que alrededor de las 4 de la madrugada, especialmente las casas ubicadas más al norte, vieron anegadas sus casas con algunos centímetros de agua, debido a la salida de cauce del arroyo La Curtiembre, que no encontró espacio suficiente para desagotar su caudal, a causa de las obras que se llevan adelante para la doble vía de Doctor Roldán. De todas maneras, los vecinos no evacuaron y un par de horas después, las aguas habían descendido, aunque quedaba la humedad. El Comité Departamental de Emergencias recibió solamente algunos llamados de auxilio por pozos negros. En tanto, hubo algunos accidentes de menor cuantía, debido a la intensa lluvia.
Anoche, los integrantes de circuitos rurales, que partieron hacia sus destinos entre las 4.30 y 6 de la mañana, observaron la fuerza de la lluvia mientras transitaban por rutas o caminos vecinales. “Era una verdadera cortina de agua”, contó uno de ellos.
En la ciudad, con tranquilidad y con un intenso tránsito de taxímetros y de vehículos de los partidos políticos, especialmente del Frente Amplio y el Partido Nacional, los votantes tempraneros fueron llegando a los respectivos circuitos, y pudieron votar en un promedio de 15 minutos, aunque en muchos casos menos tiempo.
Recién sobre las 11, cuando la lluvia cesó y el cielo estaba claro a parcialmente nuboso, la ciudad pareció despertar y el tráfico en las calles pasó a ser intenso, apareciendo entonces las motos, que por el aguacero prácticamente no se habían apreciado.
Los circuitos fueron recibiendo más y más votantes, tanto en la ciudad como en los centros poblados del interior y las áreas rurales. Absoluta tranquilidad. Dos palabras que marcaron la jornada electoral en todo el departamento con apenas algunos inconvenientes, como el caso de un circuito “en el municipio de Porvenir”, según relató a EL TELEGRAFO el dirigente de Paysandú entre Todos, Marcelo Tortorella. “Llevé votantes y al descender del vehículo vi al señor Ceriani, creo que es de la Asociación de Productores de Leche de Parada Esperanza, repartiendo listas del candidato Juan Laca, en la puerta del circuito, lo que está totalmente prohibido”.
Tortorella reconoció que “tuvimos un intercambio de palabras cuando me acerqué a decirle que no podía hacer eso”, tras lo que “solicité a la presidenta de mesa que interrumpiera la votación y los guardias de seguridad del lugar se acercaron a Ceriani y amablemente le solicitaron que se retirara, lo que finalmente él y sus acompañantes hicieron”.
Al mediodía, en gran medida por ser el Día de la Madre, los circuitos volvieron a verse casi desiertos, que “mal no viene” al decir de una presidenta de mesa, pues ese descanso les permitió tomar su almuerzo “con una tranquilidad que no tuvimos en otros actos electorales”. Cuando llegó el momento del mate de la primera hora de la tarde, comenzaron a llegar nuevos votantes y así se mantuvo casi sin pausa hasta alrededor de las 18, cuando se apreció que en la mayoría de los circuitos prácticamente habían votado todos los que iban a hacerlo, y solamente en algunas mesas una decena de electores esperaba en fila.
Anochecía en la ciudad, en el departamento y en el país. En los circuitos, se esperaba la hora para proceder al cierre de urnas y al escrutinio primario. En tanto, como todo domingo, 18 de Julio se convertía en el paseo de los sanduceros y de cientos de vehículos, muchos de ellos con banderas partidarias, de nuevo especialmente del Frente Amplio y del Partido Nacional.
En los comités centrales de los candidatos del Frente Amplio y del Partido Nacional, los nervios podían más que las sonrisas y las miradas no se despegaban de las pantallas de las computadoras en las que eran ingresados los datos aportados por los delegados de mesa. Voto a voto, palmo a palmo, la Intendencia de Paysandú se definía. Y mientras las banderas esperaban la suerte de ser desplegadas al viento en señal de victoria, las manos se crispaban y los rostros mostraban preocupación. Los electores ya se habían pronunciado, pero el escrutinio primario se extendía por minutos que parecían horas y horas que semejaban décadas. El triunfo o la derrota, de eso se trataba la vigilia.