Deportes | 09 May De apuro se convocó al Consejo Directivo Central. Y era esperable si se tiene en cuenta que dos temas importantes requieren rápida definición: la solución del arancel de los árbitros, y salir del brete con respecto a la situación de Sud América.
Y a los dos el Consejo intentó encontrarle una salida.
Con respecto a los árbitros, no quedó otra que terminar admitiendo que lo anunciado el martes, es decir que el acuerdo estaba cerrado, era una gran ilusión.
Repasando brevemente lo acontecido hasta el momento, los árbitros solicitaron inicialmente el mismo aumento de aranceles para pitar en mayores que el brindado para las formativas, es decir el 20 por ciento.
En un nuevo acercamiento la Liga ofreció el IPC más el 2 por ciento, y los árbitros como última oferta plantearon un 15 por ciento para el Apertura, para aumentar en el Clausura hasta casi un 21 por ciento.
En la última reunión, de la que solo participó el presidente de la Liga, Nelson Manzor, y los presidentes de los gremios de árbitros, la Liga ofreció 13 y 14 por ciento, respectivamente, para el Apertura y el Clausura, y bajar a tres el número de guardias en la cancha salvo para los partidos de alto riesgo.
Si bien hubo acercamiento, nada quedó definido. Pero el presidente anunció al día siguiente que estaba todo cerrado y solo faltaba firmar.
Pero la negociación continuaba, al punto que cuando quiso cerrar el convenio, los árbitros dejaron en claro que mantenían aquel 20 por ciento de aumento y ni hablar de bajar la guardia de seguridad. Y estaba latente el 25 por ciento de aumento para la Liguilla. Por eso anoche se convocó de urgencia al Consejo, y se decidió intimar a los árbitros para que el lunes envíen por nota qué es lo que pretenden y, en caso de no recibirlo “se darán por finalizadas estas gestiones”, según reza la nota que los presidentes de las gremiales recibieron en la propia Liga, en virtud de que estaban en la charla con el instructor.
Hoy se reunirán los árbitros para contestar la nota, en la que se establecerán sus pretensiones: el 20 por ciento de aumento, el no a la baja de los guardias de seguridad y el 25 por ciento de aumento para la Liguilla.
Después está el insólito caso de Sud América. A los naranjitas, dado que dos directivas reclamaban su legitimidad (la de Mario Ramos fue la reconocida el año pasado por la Liga), se le suspendió la afiliación (consta en el acta número 3 de 2015, lo que tira oficialmente por tierra lo que manifestó Manzor con respecto a que la afiliación estaba en suspenso) de manera antirreglamentaria. El Consejo no tiene dictamen final del Ministerio de Educación y Cultura como pretendía, sino solo actuaciones. Y por eso convocó para el lunes, a las 20, a un plenario clubista para que las instituciones definan la situación, contra lo que dice el reglamento: si el Consejo define la suspensión de la afiliación, en 15 días deberá definir el tema una Asamblea de Clubes. Que nunca se citó.