Locales | 13 May Aún resta “unos dos meses” para que sea reabierto el Café del Florencio, dijo Federico Nicolini, uno de los concesionarios (junto a Andrés Artemov).
“Instalar un negocio desde la nada, desde cero digamos, no es fácil. Entonces, mientras por un lado estamos armando la empresa, estamos trabajando en el diseño del salón, en su ambientación, que será un poco con el mismo estilo que ya tenía, ese café parisino de los veinte, con mesas de mármol y las mismas hermosas sillas que tenía”. En tanto, “en otro sector estamos con la idea de instalar un rincón digamos que probablemente --eso esperamos-- sea una sorpresa para la ciudad. Es una idea que tomamos de algunos pubs de Europa, allá lo vimos y nos pareció muy apropiada para Paysandú, sobre la que no queremos dar muchos detalles, porque precisamente queremos que sea una sorpresa. Pero sí puedo decir que en ese lugar también se podrá degustar algunas comidas típicas de esos lugares que nos inspiraron”.
El perfil del negocio gastronómico será el de resto-bar que, como su nombre lo indica, es una mezcla entre restaurante y bar, que ofrece generalmente tanto una selección de platos como de bebidas, y a menudo hay también shows en vivo de grupos musicales o de baile. El estilo surgió a finales de los noventa.
“Estamos trabajando en la forma más profesional posible, como debe hacerse por supuesto, porque somos conscientes de que tenemos que establecer un negocio gastronómico que enfatice en los aspectos culturales y que se convierta en orgullo de la ciudad, un espacio adonde podamos invitar a los que llegan, un lugar donde podamos reunirnos para un café, una charla o una cena”, agregó Nicolini.
Nicolini, que estuvo de viaje de negocios por China, destacó que “hemos vaciado el lugar, retirado las sillas y las mesas, porque vamos a trabajar sobre el piso y otras áreas del local, hasta dejarlas como queremos”.
Todo esto demandará “entre cuarenta y cinco y sesenta días, para tener todo listo para lo que esperamos sea una gran apertura del --diría yo-- eterno Café del Florencio, parte de tantas generaciones de sanduceros”.