Paysandú, Lunes 18 de Mayo de 2015
Policiales | 17 May Un joven de 19 años falleció tras dispararse a la cabeza con el arma de reglamento que arrebató a un policía en la comisaría mientras era conducido luego de que hirieran gravemente de un balazo a un conocido, con el que se encontraba en la esquina de Francisco Bicudo y Montevideo, próximo a las 3 de la madrugada, en sangrientos episodios que conmocionaron a vecinos de la zona y a la Policía. Como el fallecido era gran simpatizante de Nacional, el acontecimiento desató un enfrentamiento en las redes sociales entre parciales de Nacional y Peñarol, quienes hoy disputan el clásico.
Luciano Nahuel Barrios Almirón, apodado “Lucho”, carente de antecedente penales, estudiante del Liceo 3 y UTU, se encontraba junto con su amigo, Gastón Carrizo Olivera, sentados en la esquina suroeste de la citada intersección, junto a una moto. En la esquina opuesta, habrían sido vistos dos individuos en una moto. En un momento determinado, Carrizo Olivera, de 21 años, se retiró unos metros en procura de hallar un lugar más apropiado para orinar, al frente de una casa con un amplio fondo y cuya propietaria posee ocho perros. En ese instante, uno de los individuos que permanecían en la esquina se habría acercado en la moto para dispararle desde atrás a la cabeza. El herido cayó de espaldas en la cuneta de hormigón mientras el autor del disparo habría tomado inmediatamente un objeto entre sus pertenencias para retirarse nuevamente en moto.
CONMOCIÓN EN EL BARRIO
La hija de la dueña de la casa ubicada frente al sitio donde se produjo el sangriento hecho escuchó una detonación y que los perros de la casa ladraban ruidosamente. Otro vecino, quien se asomó por una ventana y prefirió mantenerse allí, apuntó: “escuché el chumbazo, pero ninguna explosión, sino un sonido muy similar al del motor de una moto cuando se trata de darle arranque, por lo que quién sabe con qué arma fue que dispararon”.
“Mamá, están tirando bombas a los perros”, dijo la hija de la dueña de la casa en cuyo frente se produjo el disparo, en tanto observó que arribaba la Policía.
Ocho móviles policiales se hicieron presentes en lugar. El herido fue ubicado en la caja de unos de los móviles y trasladado al Hospital Escuela del Litoral. Desde allí fue derivado posteriormente al Hospital de Salto, donde quedó internado en muy grave estado en el Centro de Tratamiento Intensivo (CTI), hasta que en la tarde se produjo su deceso. Su acompañante, el joven apodado “Lucho”, y los otros dos individuos --entre ellos el presunto autor del disparo-- fueron conducidos, al igual que la moto en la que transitaban, a la Seccional Segunda de Policía, con el propósito de esclarecer lo sucedido. El sujeto sindicado como sospechoso del disparo vestía una camiseta deportiva, por lo que no se descarta que el móvil de la agresión esté relacionado con una eventual rivalidad deportiva entre herido y heridor, pese a que otra de las hipótesis consideradas vincula el hecho a un probable ajuste de cuentas.
MUERTE EN LA COMISARÍA
Una hora después, en la comisaría se comenzó a indagar a los detenidos. "Lucho", sin que fuera necesario esposarlo ni adoptar ningún otro elemento de seguridad ya que no era considerado sospechoso del ilícito, fue conducido a uno de los nuevos box de la comisaría --especialmente diseñados para asegurar la confidencialidad de los indagados-- por el sargento a cargo del turno; un policía con 29 años de servicio, muy apreciado por sus compañeros de trabajo y por sus vecinos. Al ingresar al box, el amigo del joven baleado, conmocionado por lo sucedido, se negó a declarar y, en un momento determinado, arrebató al policía el arma de reglamento --una pistola Glock de 9 mm--, gatilló y, pese a que podría haber disparado contra varios policías y generado una masacre, apuntó directamente a su cabeza y disparó.
Inmediatamente se le prestó asistencia, pero falleció instantáneamente. Al lugar acudieron autoridades del Comando de Jefatura de Policía y personal de Policía Científica para practicar los relevamientos de rigor. Ante lo sucedido, a efectos de asegurar la neutralidad de las actuaciones policiales, se derivó el procedimiento a la Dirección de Investigaciones, donde prosiguen las actuaciones.
A ninguno de los detenidos se le encontró el arma usada en el asesinato de Carrizo, por lo que personal de Policía Científica practicó en la víspera una intensa búsqueda en el terreno de la casa frente a donde ocurrió el sangriento episodio. En el lugar donde cayó el cuerpo del joven baleado, fueron halladas dos manchas de sangre; una en el césped de la acera y otra en la cuneta donde cayera de espaldas.
UN JOVEN APRECIADO
Luciano Nahuel Barrios Almirón, "Lucho", era muy apreciado en su barrio y el centro estudiantil al que concurría. Simpatizante del Club Nacional de Fútbol y miembro de la barra "La 19", era muy popular en Facebook, donde contaba 4.737 amigos y 549 seguidores.
Mientras avanza la investigación policial para el esclarecimiento del hecho, parciales sanduceros de los equipos más importantes del país intercambiaron en Facebook agresivos mensajes en relación a la tragedia.
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