Deportes | 17 May Después del bochorno que se vivió en el clásico entre Boca y River el pasado jueves por los octavos de final de la Copa Libertadores, se esperaba una sanción ejemplar por parte de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
El hecho de que cuatro jugadores de River Plate fueran agregidos mientras salían a jugar el entretiempo arrojándoseles gas pimienta en sus ojos, derivó en que el choque fuera suspendido tras una espera interminable.
Pero era tiempo de esperar la decisión de la Conmebol, que se decía sería ejemplarizante.
En los últimos días se escucharon mil versiones, pero finalmente la pena que anoche, pasadas las 22.30 el organismo que rige los destinos del fútbol sudamericano, no fue demasiada para la gravedad del hecho, teniendo en cuenta además otros antecedentes.
Por lo pronto, como era de esperarse, la Confederación bajó a los xeneizes de la Copa Libertadores, por lo que River Plate clasificó a la siguiente instancia, y se espera que el jueves a las 22 dispute el partido de ida por los cuartos de final, ante el Cruzeiro, en el Monumental.
En cuanto al resto de la sanción, seguramente fue lo que se negoció seguramente durante horas y horas en Asunción, en la sede de la Conmebol, que retrasó sensiblemente el anuncio de la determinación.
Delegaciones de Boca y River estuvieron en Paraguay dando su versión de los hechos, e incluso hinchas de los millonarios se juntaron afuera de la sede.
Por lo pronto, Boca deberá jugar por cuatro partidos como local a puertas cerradas en choques organizados por la Confederación, y tampoco podrá tendrá derecho a contar con su público en cuatro partidos en los que oficie como visita.
Por último, la Conmebol aplicó una multa de 200 mil dólares.
El fallo, irrisorio si se tiene en cuenta la gravedad de lo sucedido, puede ser apelado por Boca en los próximos siete días. Lo que está claro es que, después de este fallo que termina siendo casi ridículo, los xeneizes volverán rápidamente a Buenos Aires.
Igual, en los próximos días habrá un nuevo clásico. Será el 9 de junio, en Córdoba, y será amistoso. Pese a los líos, el compromiso fue confirmado en la víspera, teniendo en cuenta que las entradas están vendidas, y que los sponsor ya pusieron el dinero. Porque, en definitiva, de eso se trata.