Deportes | 13 May Corta reunión vivió anoche la Liga de Fútbol de Paysandú, aunque comenzó con sorpresas. Si bien el reglamento indica que las sesiones ordinarias del Consejo Directivo Central deben comenzar con la aprobación del acta anterior, para seguir con la lectura de formularios, el presidente Nelson Manzor salió al cruce: pidió reconsiderar un acta.
No era la anterior, sino la número tres del presente año, es decir la de la sesión del 20 de enero. La misma a la que EL TELEGRAFO hizo referencia en ediciones anteriores, en la que se aseguraba que a Sud América se le había suspendido la afiliación; incluso en el acta se hace referencia a que lo mismo se había decidido en una reunión del día anterior.
Es que el presidente había señalado hace algunas semanas que la afiliación de Sud América no estaba suspendida, sino "en suspenso". Pero el acta decía otra cosa. Y dejaba en claro además que los naranjitas habían sido, según el reglamento de la Liga, sancionados de forma antirreglamentaria según el numeral 6 del Artículo 2 del Capítulo II.
Por eso, casi cuatro meses más tarde, se pidió reconsiderar aquel acta en el que quedaba en claro lo actuado. Salvo uno de los integrantes del Consejo, anoche el resto dio el visto bueno a la petición del presidente; y el acta fue, por lo tanto, modificado con el agregado de una palabra que intenta suavizar la decisión tomada el 20 de enero de forma antirreglamentaria.
Después fueron pocos los temas de interés. Se volvió a repetir que "los clubes resolvieron" con respecto a la negociación con los árbitros, aunque el plenario del día anterior había sido consultivo. Y se habló de resolución de los clubes en cuanto al tema de Sud América, tras pedir la opinión de los clubes a los que tendría que haber convocado en Asamblea 15 días después de haber decidido suspenderle la afiliación al club.
Se dijo además que tras la reunión que se redactaría la nota que se enviará a los colegiados con la última propuesta de la Liga con respecto a los aranceles.
Previo a la sesión, Manzor mantuvo una conversación con el instructor Juan Mattiauda y con Roberto Cruz, del Colegio de Árbitros, para hablar sobre la falta de jueces. Los dos consultados propusieron que, para evitar la fuga de árbitros a otras actividades futbolísticas los fines de semana, se le fuera dando la oportunidad a los egresados de la Escuela de Árbitros, y que éstos fueran contratados por la Liga. Y se indicó que también esto se podría hacer con el resto de los colegiados.
El presidente de la Liga planteó en el Consejo la primera de las ideas, para que fuera estudiada y que los noveles árbitros pasaran a ser contratados por determinado período de tiempo, y que pasaran a estar en planilla.