Opinion | 19 May Durante esta semana diferentes museos del país se suman a la iniciativa mundial impulsada por el Consejo Internacional de Museos (ICOM, por su sigla en inglés), bajo la consigna “Museos para una sociedad sustentable”.
Cada año desde 1977, se celebra en el mundo entero el día internacional de los museos alrededor del 18 de mayo, en coincidencia en nuestro país con aniversario de la Batalla de las Piedras, con la finalidad de concientizar a público en general sobre el papel de los museos en el desarrollo de la sociedad.
Desde hace algo más de dos años, Uruguay cuenta con una Ley de Museos, que creó el Sistema Nacional de Museos, cuyo objetivo es promover la profesionalización y el fortalecimiento institucional de los más de 220 existentes en el país. Al cumplirse en enero pasado los dos años de promulgada dicha ley --la Nº 19.037--, se abrió el proceso para integrar el Registro Nacional de Museos y Colecciones Museográficas que otorga a cada uno la categorización como museo o colección museográfica. Todos los museos públicos están obligados por la ley a inscribirse y los privados pueden o no hacerlo pero integrar el registro será requisito necesario para recibir cualquier tipo de subvención o ayuda con fondos económicos del Estado.
La ley y el registro aportan una nueva visión de los museos, sacándolos del paradigma conservacionista y exhibicionista de objetos históricos (como son muchos) a entidades de vasto alcance cultural y educativo.
De acuerdo al tercer informe nacional sobre consumo y comportamiento cultural, quienes se muestran más interesados por asistir a museos son los jóvenes y personas de edad intermedia, mientras que a mayor edad el 41% de las personas hace años que no va, y un 30% declara no haber ido nunca a un museo o exposición de arte.
Por otra parte, se destaca una variable significativa que han brindado algunos encuestados: la convicción de que la no asistencia al teatro, a la danza y a los museos se debe a que “no es para gente como yo”. “Tal afirmación pone de relieve la automarginación, perspectiva nada menor en el tejido social que nos lleva a cuestionarnos acerca del origen y desarrollo de esta creencia”, señala el documento.
Conviene entonces, llamar la atención sobre este aspecto ya que no es menor y tiene estrecha relación con la función de los museos como lugares de construcción de conocimiento y ciudadanía. La consideración de todos los públicos a la hora de diseñar políticas y acciones desde estos lugares resulta entonces fundamental, ya que una sociedad sustentable requiere, necesariamente, de la inclusión y participación de todos.