Rurales | 15 May Contar con una de las majadas más finas del país --16,5 micras--, ser productor familiar y apostar permanentemente a seguir mejorando en su producción merece ser apreciado y contado. Así lo entendió la Sociedad de Criadores de Merino Australiano del Uruguay (Scmau) y el ingeniero agrónomo Marcelo Grattarola, del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), al decidir que el establecimiento “Capataz Viejo” de Ricardo Rocha sea el inicio de la gira anual 2015.
La tradicional gira de quienes cuentan en el país con la raza ovina de lana más fina, se desarrolló prácticamente en campos del departamento de Paysandú, a pesar de que el inicio fue en la zona del paraje Paso del Parque del Daymán, en la 16ª sección del departamento de Salto.
Con 598 hectáreas arrendadas e Indice Coneat 53 (suelo predominante basalto superficial y medio en un 88%), el productor sanducero cuenta con una superficie de pastoreo de 488 hectáreas divididas en cinco potreros que oscilan entre 200 y 120 hectáreas. Si algo Rocha tiene claro es que debe seguir afinando para mejorar el ingreso, debido a que son campos duros “en donde es imposible arar o hacer mejoramientos, siendo campos netamente ovejeros”, comentó a EL TELEGRAFO.
Para eso la orientación en el establecimiento es muy clara. En ovinos se enfoca en la cría y recría con la venta de borregos al año, en tanto para vacunos de la raza Aberdeen Angus, cría con venta de terneros machos y hembras.
La dotación en Unidades Ganaderas por hectárea es de 0,67, con una relación ovino/vacuno de 3,5. El stock de ovinos es 1.075 ejemplares, que comprende 65 carneros y carneritos, 530 ovejas y borregas encarneradas, 205 corderas diente de leche, 195 corderos diente de leche y 80 ovejas viejas. En cuanto a los bovinos, cuenta con 315 cabezas, que son 12 toros y toritos, 191 vacas y vaquillonas entoradas, 50 terneros y terneras de parición marzo y 62 terneras y vacas de invernada.
Para el manejo de los vacunos se utilizan herramientas aportados por el Plan Agropecuario que están relacionadas al destete precoz y temporario, “buscando alternativas para que el ganado no pierda estado, así llegar al celo y poder preñarlo”, dijo.
En los ovinos, en épocas de seca es cuando mejor pasa la especie, beneficiándolo. “La encarnerada se hace a los dos años, con los carneros 45 días en la majada. Se señala a fines de setiembre y se esquila a principio de octubre, haciendo todo lo relacionado al OFDA; se caravanea y últimamente se está haciendo tatuaje MO”. Precisamente, este año el productor encarneró el 15 de marzo 530 vientres (160 borregas y 370 ovejas) con un porcentaje de 4,3 carneros. En los últimos 12 años, señaló un promedio de 492 corderos, siendo el porcentaje de señalada de 82.
En cuanto al último dato (2014) de producción de lana y carne ovina, la fecha de esquila fue entre fines de agosto y los primeros días de octubre. El acondicionamiento realizado es grifa verde, obteniendo un total de 5.861 kilos de lana. El kilo de vellón más barriga por vellón esquilado fue de 4,16; en tanto que los kilos de lana total por hectárea de pastoreo ovino fue 9,5 y el diámetro del lote de lana 17,2 micras.
herramientas
Rocha fue preciso al afirmar que “se utilizan todas las herramientas disponibles y se procura mejorar la finura de la majada, aumentando los ingresos”. Recordó que el año pasado se realizó un experimento con el SUL “relacionado al racionamiento de capones y anduvo muy bien. Este año se está haciendo con borregos, constituyendo otra herramienta en estos campos en donde no podemos hacer mejoramientos, ya que mezclamos el campo natural con granos, lo que nos ayuda a sacarlos más rápido y con más kilos”.
Sobre el micronaje promedio, que en 2014 fue de 16,5 micras, manifestó: “Venimos bajando bastante bien y queremos seguir haciéndolo. La meta en genética es poder comenzar a aumentar el tamaño de la oveja, para mejorar en el aspecto de la carne”. En aspectos como kilos de lana, micronaje y color “estamos muy bien posicionados, y ahora vamos por el tema de la carne. Para eso buscamos genética de este tipo en las cabañas, que incluya madres con mayor peso”.
El descenso en el micronaje cada vez es más difícil “porque vamos más lento, pero la idea es seguir afinando hasta donde se pueda”, dijo. Considera que el valor obtenido es un premio al trabajo de afinamiento que realiza en el establecimiento, para los cual sostiene que “hay que estar pronto para cuando pasa el tren y poder subir. Para eso seguimos afinando a pesar de que a veces los precios no nos ayudan. Pero cuando repuntan, tenemos que estar prontos y seguir mejorando el ingreso”.