Deportes | 23 May Los sanduceros Leonardo Samurio e Inti Sanguinet esperan en Irán el inicio del Mundial B de waterpolo, en el que debutarán mañana por el Grupo A frente a Kuwait.
La competencia, destinada a aquellas selecciones que habitualmente no compiten en torneos FINA, significará un nuevo desafío para los celestes, que intentarán superar el sexto puesto logrado hace dos años.
Tras viajar desde Paysandú a Montevideo, Samurio y Sanguinet entrenaron junto al resto de sus compañeros a las 6 de la mañana para comenzar a adaptarse al cambio de horario, y luego volaron con destino a Madrid, donde se hizo escala antes de arribar a Teherán.
“Tenemos mucha diferencia horaria, por lo que entrenamos muy tembrano en Biguá. Será una buena experiencia”, dijo quien está sumergido en el waterpolo desde los 15 años. “Integré selecciones Sub 20 en 2013 y el año pasado estuve en el Sudamericano, y en un torneo internacioal en Perú”:
Para Sanguinet, “esta será una buena experiencia porque luego tengo pensado irme a entrenar a un club de Holanda, porque en Europa el waterpolo es muy fuerte y es bueno ir a capacitarse”.
El que volvió recientemente de Europa fue Leonardo Samurio, quien estuvo casi cuatro meses entrenando en Madrid.
Quien es hoy uno de los referentes de la selección uruguaya, que para jugar en Irán cuenta además con un brasileño y un español, dijo que “mi sueño era medirme ante gente a la que uno veía por la tele, y saber si andaba o no. Y que un técnico con tres Juegos Olímpicos y cuatro Mundiales te diga que te quiere para la temporada que viene, es impresionante”.
Samurio evaluará sumarse al Real Canoe de Madrid, “dependiendo de las condiciones del contrato”.
Pero lo vivido en España lo marcó. Sobre todo las diferencias entre hacer todo a pulmón como en nuestro país, y moverse en el profesionalismo europeo.
“Acá es complicado por el apoyo, mientras que allá vivís de esto y te dan todo, hasta el estudio. Se pueden traer muchas ideas que se pueden aplicar en Uruguay, pero es muy difícil”, resumió.
Y dejó en claro que en Irán, “la expectativa pasa por superarse, subir un escalón del sexto lugar que conseguimos en este último torneo”.