Locales | 21 May Familiares de Luciano Nahuel Barrios, “Lucho”, el joven de 19 años que falleció por presunta autoeliminación el sábado pasado en una seccional policial, organizaron una marcha en silencio “Por la Verdad” desde Plaza Constitución hasta Plaza Artigas, portando velas blancas.
Su madre, Verónica, remarcó que hasta el momento la familia de “Lucho” desconoce lo ocurrido durante la madrugada, con la excepción de “lo que se especula y es que mi hijo le quitó el arma a un policía y se mató”.
Explicó que ya cuenta con un asesor legal, quien se ocupará del caso, “y si no puede, trataré de buscar un penalista en Montevideo para que colabore con él. No me conformo y si debo llevar el caso más arriba, lo haré”.
Al mismo tiempo, remarcó que “en el Juzgado nadie me ha dicho nada, ni siquiera me acompañaron en el sentimiento y ayer fue la primera vez que me llamaron para explicarme otros detalles del caso, porque parece que ahora sí, se puede hablar un poco más”. Según la madre del joven fallecido, le anunciaron que “continuarán con investigaciones internas” y precisó que discutió con los efectivos, en tanto su manera de ser “no me permite callarme cuando escucho bobadas”.
La mujer resaltó que su deseo es llegar a conocer los hechos tal como ocurrieron, y relató que “a la policía le dije que a mi hijo lo mataron. 'Ojalá te equivoques', me respondieron. Pero espero que me envíen sus disculpas, porque yo tengo razón”.
En referencia a la respuesta policial, comparó que en una oportunidad “cuando denunció el robo de una perra, me trataron casi como una delincuente y me averiguaban cosas como si estuviera detenida. He visto a otros que han hecho grandes macanas y salen como si tal cosa de una comisaría”. Según la madre de Luciano Barrios, en las dependencias policiales “hay personas que perdieron el gusto de ayudar y de querer llegar a la verdad. Eso es lo más triste porque hay mucha corrupción y si no es así, les pido que me demuestren lo que le hicieron a mi hijo”.
Recordó que en las actas “pusieron que mi hijo no quiso declarar, le quitó el arma a un policía y se pegó un tiro. Así de fácil. Me parece que no te dejan manotear un revólver así como si nada y aunque lo tenga en la cintura un policía siempre tiene reacciones de reflejo”.
La mujer consignó que “cualquier persona desesperada por matarse, toma el arma, le saca el seguro y lo pone en la sien. A mi hijo se la pusieron dentro de la boca porque le rompieron el paladar, salió por la cabeza y el proyectil quedó pegado en el cielorraso de la comisaría”. Añadió que le “quisieron dar la excusa de que mi hijo podía tener posibilidades de vivir y lo llevaron enseguida a Emergencia. No seamos hipócritas, lo que hicieron fue limpiar las evidencias”, sostuvo.
Verónica agregó que su hijo, de 19 años, “estaba terminando el Bachillerato para comenzar a estudiar profesorado de Educación Física. Era bueno, amigo de todo el mundo y muy querido”, concluyó.