Policiales | 21 May C.E.A.C., de 20 años, imputado del homicidio de Luis Daniel Silva Ramos, de 29 años, dio muerte a su víctima de cinco disparos a raíz de un incidente registrado aparentemente luego de que el segundo le pidiera dinero prestado, según declararon testigos del crimen ocurrido el domingo en el barrio Tatuses Sur.
C.E.A.C., de 20 años, imputado del homicidio de Luis Daniel Silva Ramos, de 29 años, dio muerte a su víctima de cinco disparos a raíz de un incidente registrado aparentemente luego de que el segundo le pidiera dinero prestado, según declararon testigos del crimen ocurrido el domingo en el barrio Tatuses Sur.
Cuando los policías concurrieron en primera instancia al lugar, fueron apedreados, por lo que, en consideración de que Silva Ramos ya había ingresado sin vida al hospital, se retiraron. No obstante, algunas horas más tarde, se practicó un vasto operativo con 30 policías de las seccionales Segunda, Primera, Tercera, Radio Patrulla y Grupo Especial de Operaciones.
Efectuaron así sendos allanamientos, en una casa donde se domicilian conocidos delincuentes, uno de ellos hermano de la concubina de C.E.A.C., y en la casa de esa mujer. Detuvieron entonces a 16 personas.
Varias de ellas confesaron haber visto cuando C.E.A.C. efectuó los disparos que provocaran la muerte de Silva. Este último, según declaraciones, acosaría a C.E.A.C. con constantes solicitudes de dinero que nunca reintegraba.
Aquella fatídica jornada, Silva habría acudido a la casa de C.E.A.C. para pedirle nuevamente dinero, y como el interpelado se lo negó, habría amenazado con prender fuego su casa.
Esto provocó un incidente entre ambos, en el que intervino otro sujeto apodado "El Sacha".
Siempre según testigos, cuando éste intercambiaba golpes de puño con Silva, C.E.A.C. --del que se sospechaba tenía en su poder el arma hurtada a una policía-- apareció entonces en su moto tipo Cross azul y blanca, le disparó con una pistola calibre 9 mm dos veces en las piernas y luego en otras tres oportunidades.
Según la autopsia, el cadáver presentó un impacto de bala en cada muslo, otro en el brazo izquierdo, un cuarto en el glúteo, y el restante en la región lumbar, que le perforó los genitales.
Siempre según versiones, C.E.A.C. huyó en su moto hacia el centro de la ciudad y le habría pagado a alguien para que arrojara el arma en aguas del arroyo Sacra. Ya para entonces, se había solicitado la captura de C.E.A.C. y su concubina, quien había sido vista en el auto Peugeot 206, heredado por C.E.A.C. de su padre, conocido narcotraficante, por lo que se presumía que pretenderían huir de la ciudad. Tras una intensa búsqueda, C.E.A.C. se presentó con abogado ante la Justicia Penal, que dispuso su procesamiento con prisión por un delito de homicidio.