Rurales | 24 May Los criadores de la raza Corriedale, la mayoritaria en número de ejemplares en nuestro país, tuvieron la posibilidad de observar diferentes alternativas de producción durante la tradicional gira Corriedale desarrollada por diferentes zonas de Florida y Canelones. Uno de los establecimientos visitados fue “La Mariscala”, en donde se desarrolla un sistema de invernada con producción ovina terminada en verdeos y feedlot. Actualmente, por traslado de tierras por arrendamiento, están comenzando a utilizar el encierro apoyado en un sistema de riego.
El ingeniero agrónomo Rafael Gallinal, responsable de “La Mariscala”, comentó que actualmente están a la espera de los verdeos, “que están recién naciendo” y que pueden dar una mano para que la invernada no se atrase. “Estamos con un sistema que funciona y a la espera de que el clima reaccione un poco y que se normalicen las lluvias”, dijo. Allí, en Paraje Timote (Florida), desde fines de enero que no se registran lluvias importantes, “no nos dio para los verdeos y a los que tenemos les faltan un mes y algo para el pastoreo”, apuntó.
Históricamente, “La Mariscala” tuvo 1,25 de unidad ganadera, pero actualmente ronda 1,15 o 1,18. “Es una buena dotación”, señaló a TodoelCampo, explicando que en principio tuvieron exceso de pasturas primaverales pero después la sequía afectó dejando un forraje de menor calidad.
Para Gallinal, en Uruguay existen muchos planteles de alta fertilidad, pero la realidad comercial los oculta “porque no ha sido negocio”.
Agregó que “la demanda aumenta cuando los precios del cordero incitan sistemas más intensivos. En esta etapa en la que estamos se empieza a hablar de estas líneas porque evidentemente la producción de corderos comienza a tener importancia”, subrayó.
El responsable de “La Mariscala” enfatizó en que si se realiza un esfuerzo para que los mercados de alto valor, como el de Estados Unidos, se concreten y si hay operadores específicos y profesionales, “vamos a tener un mercado de carne ovina de alto valor. Y cuando tenés un mercado de alto valor, se desarrollan mercados intensivos”.
CORRIEDALE PRO
“Tratamos de mostrar todas las líneas prolíficas de ‘La Mariscala’ como una forma de exhibir un sistema más intensivo de producción”, dijo. Es por ello que también mostraron el Corriedale Pro, una investigación que lleva adelante la Sociedad de Criadores de Corriedale y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA).
“Se trata de comparar las ventajas y desventajas que puede tener la introducción de genes de alta fertilidad en Corriedale”, señaló. En teoría, “está en 20 puntos más en partos múltiples y más leche, aparentemente”, manifestó. Además, “la lana sería dos o tres micras más fina, con un poco menos de producción. A esto último le quitó importancia: “en los sistemas intensivos la lana pierde importancia relativa, por lo tanto es un biotipo pensado dentro de la Corriedale para sistemas muy intensivos”.
El Corriedale Pro está en etapa experimental y su uso comercial lo definirá la SCCU e INIA, dijo, “pero en tres o cuatro años tendremos novedades”, sentenció.

RANCHO BLANCO
“Rancho Blanco”, de la familia Boero, fue otro de los establecimientos visitados por la gira. El ingeniero agrónomo Alberto Folle, hoy retirado del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), es el asesor de la cabaña y explicó que “es un establecimiento que ha demostrado una evolución constante porque su titular, Marcelo Boero, es un hombre muy inquieto”.
Dijo que “con un perfil asociativo, comunicativo e innovador, Boero es un productor permeable que ha logrado vincularse con las cabañas de punta que tiene el país”, y a su vez, “desde el punto de vista reproductivo, él se ha afianzado en lo relacionado con la evaluación genética global”.
Señaló que “Rancho Blanco” apostó a la tecnología para hacer un proceso de selección fuerte dentro de lo que es un plantel hoy. Los logros, más allá de los económicos, “se están empezando a ver hoy”, indicó.
Asimismo, la cabaña se diferencia de otras porque tiene un fuerte componente de marketing, que le “ha permitido mejorar los ingresos y estimular la inversión”.
Consultado sobre el Corriedale de la cabaña, Folle indicó que se trata de un establecimiento moderno que apunta al doble propósito. Explicó que tiene un componente fuerte en lo cárnico y con una lana que mantiene una tendencia hacia las finuras. “Pero tampoco es de irse al otro extremo, es un balance que --desde mi punto de vista-- es muy positivo para los productos que vende”, dijo.
Lo que le faltaría a la cabaña es la sobrevivencia de los corderos como un elemento fundamental, señaló y agregó que “es un problema que hay que atacar en todo el país”.
Sobre las lanas, manifestó que se viene de un año con lanas buenas para la zona. “El Corriedale es una lana que se ha mantenido y agotó el período de venta”, aclaró. Con respecto al cordero, apuntó que “tuvo picos muy altos. Fue un año muy bueno, se hizo buena plata con el lanar este año, pese que el clima no acompañó mucho”.
Para Folle, el ovino puede seguir creciendo en Uruguay. “Nosotros en un plano cercano mejoramos los índices de señalada, que es la brecha que nos está faltando. Pero ya sea bajando la incidencia de la depredación o buscando medidas de abrigo para los animales o un control un poco mayor, realmente el rubro pasará a ser algo más importante de lo que es hoy en aquellos establecimientos que mantienen una estructura mixta. Hay algunas limitantes en el tema sanitario, pero se puede llegar a buen rumbo”, dijo.
Igualmente, explicó que el crecimiento no será a corto plazo. “Hay un tema de cultura que se ha ido perdiendo, por más que instituciones como el SUL e INIA hacen un fuerte énfasis en la capacitación para volver a retomar la costumbre de criar ovinos. Tenemos una brecha de muchos años que llevó a la despoblación de ovinos”, apuntó. Finalizando, expresó: “si bien tenemos claro que con buena señalada se recupera el stock, hay que procesar un poco la mente de los empresarios”.