Locales | 28 May La situación del Vertedero municipal “es una de las preocupaciones” que la futura administración municipal tendrá que definir en la primera etapa de gobierno, tal como lo afirmó el intendente electo Guillermo Caraballo. “Es un problema sanitario muy importante por resolver, y para eso no estamos usando solamente nuestros conocimientos, porque un intendente no tiene que saber de todo”, indicó.
Reveló que actualmente “recibimos asesoramiento de ingenieros hidráulicos y también de arquitectos” y aseguró que “forma parte de las preocupaciones primarias, por lo que he dado instrucciones al futuro director general de Servicios para que trabaje en ese asunto desde ahora”, aunque reservó su nombre, más allá de que todo indica que ese cargo será ocupado por Marco García (durante la administración Pintos, director general de Obras).
Caraballo aseguró que “se debe mejorar la eficiencia, potenciar la gestión ambiental del departamento, incluyendo higiene y bromatología, pero ciertamente es un tema que debe ser estudiando a fondo por los expertos”.
“Si esto no se resuelve rápidamente, se puede generar un colapso como el que ya casi se generó en este gobierno, cuando se llegó a arrojar los residuos domiciliarios afuera porque los camiones no podían ingresar”, agregó el intendente electo. “Entonces, estamos bien conscientes de la situación y vamos a estudiar alternativas. Las primeras medidas se tomarán para permitir mejorar el funcionamiento del propio vertedero, pero esperamos, a corto o mediano plazo, poder alcanzar soluciones definitivas”.
Entre los planes de la futura administración figuran “acceder a la separación previa domiciliaria de los residuos, trabajando codo a codo con la comunidad, porque por más decisiones que se tomen a nivel institucional, deben ser captadas por la población”.

ECO PUNTO
En abril pasado comenzó en el Vertedero la construcción de un Eco Punto similar al del barrio Curupí, plan financiado por el Fondo de Desarrollo del Interior (FDI). También se preparan las bases para la licitación del cerramiento total del perímetro del Vertedero con mayor iluminación (focos cada 40 metros) y mejor seguridad, pero seguramente no se concretará este llamado, atento al resultado de las departamentales.
La construcción del Eco Punto debería ser concluida a fines de junio, por lo que podría ser inaugurado por el actual intendente Mario Bandera. El complejo es similar al del Curupí, compuesto por un galpón, aleros, baños, vestuario y cocina.
En el área de recolección de residuos domiciliarios falta completar el cerramiento de los vertederos de Quebracho y Guichón. Esos dos municipios cuentan con camiones compactadores, por lo que podrán llevar los residuos al Vertedero, levantando también los residuos en los centros poblados de ruta 3 y 90.

CONDICIONES ACTUALES
De acuerdo con informes municipales, la generación de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) de origen domiciliario se ubica aproximadamente en 0,7 kilos por habitante por día, que representa una cantidad superior a las 20.000 toneladas anuales en la ciudad y sus alrededores. La composición de estos residuos sólidos, medidos según su peso, está formada por un 60% de materia orgánica, casi un 18% de plásticos, un 7% de cartón, un 4% de papel, 4% de textiles y 3% de vidrio, entre otros.
Esta cantidad no incluye los residuos industriales y comerciales, el producido del barrido y el volumen de vertidos no autorizados y clandestinos en el actual vertedero.
El Vertedero municipal, camino a Casa Blanca, ocupa una superficie de 2,5 hectáreas, y es visitado por hurgadores, animales y pobladores que arrojan la basura en cualquier sitio, junto con industrias que arrojan los residuos de sus procesos de producción. Por tanto, se vierten todo tipo de desechos, muchos peligrosos o potencialmente tóxicos, lo que ha llevado a que el actual vertedero se esté agotando y además se ha constituido en un lugar ambientalmente deteriorado, con generación de vectores, humo y contaminación de aguas, y en condiciones sanitarias adversas para los trabajadores y la comunidad.