UN SANDUCERO Y UN SALTEÑO EN LA DELEGACIÓN

Locales | 29 May Hoy parte a Ginebra la delegación uruguaya que participará en la 104ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, del 1º al 13 de junio, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que ordena la normativa global en el área laboral, particularmente en la regulación. Los delegados de los grupos de trabajadores, empleadores y gobiernos de los 185 estados miembros de la OIT abordarán una diversidad de temas, en particular la transición de la economía informal a la economía formal, las pequeñas y medianas empresas y la creación de empleo decente y productivo, la protección social de los trabajadores, la aplicación de las normas internacionales del trabajo, y las propuestas de programa y presupuesto para 2016 y 2017.
Uno de los delegados es el representante de los trabajadores en el Banco de Previsión Social, el sanducero Ramón Ruiz, acompañado por Fernando Gamberra y Joselo López por el Pit-Cnt y Ariel Ferrari como asesor. También integran el grupo dos representantes de los empresarios, a los que se les suma, en esta ocasión, uno por el Interior, el presidente del Centro Comercial e Industrial de Salto, Miguel Feris, y otros dos representantes oficiales del gobierno uruguayo.

MÁS FORMALIDAD
Ruiz detalló a EL TELEGRAFO que es su primera participación en la OIT, en una reunión donde se tratarán --entre otros-- temas en los que Uruguay es protagonista, como el que se comenzó a debatir en la conferencia anterior y culmina en esta: el crecimiento que hubo en la formalidad laboral en los últimos diez años, con un aumento de un 50% en la cantidad de trabajadores cotizantes al BPS. A los demás países integrantes del organismo les interesa saber la forma en que Uruguay alcanzó ese crecimiento y qué políticas se aplicaron.
“Lo que se trata es de analizar los elementos que se utilizaron para lograr el nivel de formalización laboral que tiene Uruguay. Si bien se estima que aún falta el registro de un 20% de los ciudadanos en edad de trabajar en la población económicamente activa, el crecimiento en Uruguay fue de los mayores del mundo, pasamos de menos de un millón de cotizantes a 1.559.000. Y si no hay protección en seguridad social, no se respetan los derechos laborales, los libres, las horas extra y los descansos ni los beneficios sociales y el acceso a la salud, entonces hay un problema”. Aclaró que “no es que Uruguay haya creado más de 500.000 nuevos puestos de trabajo, fueron más de 250.000 puestos nuevos, y el resto fue formalización, sobre todo en la construcción, los rurales y el servicio doméstico, que fueron los sectores con más informalidad. En el 2000 había un 42% de informalidad, que se redujo aproximadamente a la mitad”.

VER COSAS NUEVAS
Ramón Ruiz afirmó que “no es que seamos el ombligo del mundo, porque también hay otras experiencias. Y, precisamente, yo voy a escuchar, a ver qué otras cosas nuevas se pueden aplicar acá. Las conclusiones de la conferencia están orientadas hacia adónde va esa política, porque hay otros países que están en crisis y plantean la desregulación laboral, que termina siendo un sinónimo de informalidad, que también influye en el comercio mundial, porque para un país que cumple con toda la formalización competir con otro que no cumple es complicado; es una competencia desleal de precios. Además, esos trabajadores al finalizar su vida se quedan sin cobertura social”.