Deportes | 31 May TACUAREMBÓ (por Santiago Balbis, enviado especial). En el Museo y Casa de los Deportes de Tacuarembó se desarrolló un liviano Congreso de la Confederación del Litoral Norte, que tuvo como nota destacada la presencia del presidente de la Organización del Fútbol del Interior, Gustavo Bares, quien recibió consultas pero además brindó un informe con respecto a la exigencia de FIFA de unificar el fútbol uruguayo, es decir a la Asociación Uruguaya de Fútbol con el organismo que rige los destinos del fútbol del Interior.
La novedad más importante para Paysandú es que, pese a que se rumoreaba lo contrario, será sede de la Mesa de la Confederación, que rotará luego cada dos años para continuar con Artigas, Salto, Tacuarembó y Rivera, las restantes Ligas que componen la Confederación.
El Congreso contó con la participación de representantes de todas las Ligas, y fue numerosa la delegación sanducera, que estuvo conformada por el presidente de la Liga, Nelson Manzor, y los neutrales Sylvia Soza, Julio Garrasino y Juan Elliot, aunque fue el presidente el que llevó la voz cantante.
Más allá de que no hubo mayores resoluciones, teniendo en cuenta que el aspecto económico no se resolvió sino que la nueva Mesa deberá elaborar un presupuesto, y que en cuanto al desarrollo de los torneos a nivel nacional se esperará la propuesta de OFI para presentar una posición, vale señalar que la delegación riverense, cuya Liga era la sede de la Mesa, liderada por Franklin Aliano, leyó una nota enviada por Paysandú a la Liga de Rivera, informando que había declarado persona no grata al consejero sanducero Ruben Sosa, a raíz de las declaraciones que hace algunos meses había tenido el directivo a través de Facebook.
Desde hace varios días, según se indicó antes de la reunión, Paysandú hizo lobby a los efectos de intentar alejar a Sosa del cargo, a través de diferentes llamadas a dirigentes del resto de las Ligas. Pero el tema quedó en la nada, teniendo en cuenta que el tema había sido pasado a OFI en su momento, y que el propio Sosa había pedido pasar al Comité de Ética, lo que no fue aprobado por el Ejecutivo.
Según se recordó, Sosa había pedido disculpas ante el Consejo Directivo Central de la Liga de Paysandú, pero el tema seguía en el ambiente. Manzor bajó las revoluciones e indicó en el Congreso que solo se daba a conocer "un hecho desgraciado" y que en realidad "no veníamos a buscar una posición de la Confederación", aunque Soza agregó que "OFI dijo que no era el ámbito (en el que se planteó originalmente la disconformidad) sino que era la Confederación".
Lo más importante, sin dudas, fue la presencia de Bares en sala. El presidente de OFI evacuó dudas a las delegaciones, y Paysandú especialmente planteó tres inquietudes: si no habría que establecer un arancel nacional para los árbitros, y si existía tanto un protocolo de seguridad como un seguro para los espectadores.
En cuanto al primer tema, Bares explicó que "la FIFA no permite que los árbitros sean dependientes", y dejó en claro que "el Ministerio de Trabajo no demorará mucho en ir por OFI", pero que si "nos obligan a absorber a los jueces como empleados, hay que parar el fútbol", y anunció que la Dirección Nacional de Deportes está enterada de la situación. Con respecto al protocolo de seguridad estableció que si bien OFI participa de una comisión nacional de seguridad que trabaja en un protocolo, "para nosotros es inviable", mientras que ante la consulta del seguro dejó en claro que "el organizador (del espectáculo) tiene en sus manos el derecho de admisión", y que "el locatario es responsable"
La explicación más extensa fue con respecto a la integración entre OFI y AUF, como exigió FIFA. Y, en ese sentido, puede decirse que la situación viene complicada, teniendo en cuenta que la AUF redactó un estatuto en el que prácticamente no se contempla al fútbol del Interior más allá del aspecto político, por lo que se busca dialogar con la Asociación a los efectos de lograr una integración acorde a los que exige FIFA.