Deportes | 30 May La selección uruguaya de waterpolo festejó en Irán el vicecampeonato del Mundial B, tras caer frente al combinado local en la final de esta competencia que es organizada por la FINA para promover la disciplina en países que habitualmente no forman parte de las grandes ligas.
Uruguay, con los sanduceros Leonardo Samurio e Inti Sanguinet, tuvo una destacadísima actuación, superando con creces sus actuaciones anteriores, a tal punto que viajó a Teherán con el objetivo de superar la mejor actuación celeste en este torneo, un sexto lugar, y terminó siendo segundo.
La histórica medalla de plata llegó tras la derrota ante Irán, que había clasificado al partido por el título como ganador de la Serie B.
El local finalmente se impuso por 13 a 5, pero vale decir también que Uruguay prácticamente no tuvo banco. Por lo pronto no pudieron jugar Martín Fernández por un corte en la mano, y tampoco el sanducero Sanguinet debido a que sufrió un corte en un ojo. Y a eso debe sumarse que el capitán Pablo Brugnini jugó prácticamente en una pierna por una lesión.
“Fue un partido muy duro, sin cambios. Es muy difícil mantener el nivel en todo el partido a esa intensidad, y ellos con el banco completo”, dijo Samurio a EL TELEGRAFO.
“Mirar para afuera y no tener a nadie para cambiar por las lesiones, es complicadísimo. Pero partidos son partidos, fuimos paso a paso en el torneo y llegamos a un segundo puesto. Creo que fue un campañón”, agregó.