Paysandú, Viernes 05 de Junio de 2015
Locales | 31 May La Usina Cultural que funciona en la órbita del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), excárcel departamental, funciona actualmente con tres talleres en los que participa un total de 30 reclusos. En tanto, en el espacio de la propuesta audiovisual, donde se trabaja con diez internos, se está en la etapa de realización de un guión que dará vida a un cortometraje que se presentará como muestra final del año.
En tal sentido, la coordinadora de la Usina Cultural Paysandú y técnica audiovisual, Alejandra Planel, dijo a EL TELEGRAFO que se está transitando el cuarto año en un establecimiento donde, además de la propuesta audiovisual, se lleva a cabo el Programa Aprender Siempre (PAS), que depende del Ministerio de Educación y Cultura --enmarcado en el plan de educación no formal-- con los talleres de percusión y el Plan Nacional de Lectura, que se integró con un espacio fijo este año. El equipo está formado --además de Planel como coordinadora-- por Darío Lapaz, William Amarillo y las docentes Mabel de Agostini y Virgina Jasinsky.
“Lo que estamos haciendo es una etapa de guionado, seguimos con la propuesta audiovisual, que ya tiene varios antecedentes y siempre intentamos renovar el grupo de muchachos. Específicamente estamos trabajando sobre la base de un guión para filmar un cortometraje de ficción”, adelantó. El guión será elaborado por los participantes del espacio y “se tomó como disparador un cuento de Eduardo Sacheri que se llama ‘El rulo y la muerte’, que muestra un clásico encuentro del personaje con la muerte. A partir de ahí, empezaron a surgir historias personales relacionadas y sobre eso estamos trabajando”, indicó Planel.
En este momento, “estamos en camino del despertar creativo que nos va llevando por diferentes lugares”. Respecto a la metodología, la coordinadora de la Usina explicó que “se utilizan dispositivos para disparar ideas. Ahora ya estamos en otro plano, que no sería el del cuento, sino el de la idea. Ellos han escrito varias historias donde se vinculan experiencias de vida. La semana pasada introdujimos lo que sería la formalidad de la estructura del guión, es decir el proceso formal de aprender a escribir. Ahora estaríamos en el punto de aterrizar esas ideas”, dijo.
Sobre el proceso de trabajo, Planel indicó que a partir de la segunda mitad del año, “podremos estar ya en una etapa de producción para tenerlo pronto a fin de año. Tratamos de tener un producto anual que represente el trabajo y soy bastante exigente con lo que espero, es decir, si quedó mal y tenés que hacerlo diez veces, lo que sobra acá es tiempo y con eso también hacemos bromas y nos reímos. La idea es que aprendan a ser detallistas y a presentar un trabajo de buena calidad”, agregó.
DINÁMICA DE TRABAJO
DE LA USINA
Los encuentros con el área audiovisual tienen una frecuencia de tres veces semanales. “Y los vamos combinando con los demás talleres y el propio funcionamiento del establecimiento. Cuando se llega a las instancias de hacer ejercicios o los rodajes específicos, se trabaja en jornadas más flexibles”, indicó.
Actualmente se trabaja con diez internos como cupo total por taller, “por un tema de seguridad y espacios es con cupo limitado. Trabajamos en el salón multiuso, que está ubicado en un sector de la cárcel que está un poco expuesto respecto a temas de seguridad, ya no estamos en el local de antes, que era en el subsuelo. Eso mejoró en un punto las condiciones de trabajo porque es un espacio más amigable, pero, a su vez, tiene más requerimientos referidos a la seguridad que no permiten que el acceso sea tan libre. Si ellos demuestran un buen comportamiento, pueden ir, pero por ahora trabajamos con un cupo de hasta 10. El espacio puede ser mixto, pero en su totalidad son hombres jóvenes, que es un poco el perfil de la población carcelaria”, expresó la coordinadora.
Asimismo, se realizan talleres de percusión a cargo de William Amarillo, que “tienen mucho impacto”. “Realmente se entusiasman con la música y lo que pueden lograr; el trabajo audiovisual es más trabajo de hormiga, son perfiles diferentes”. También se está realizando el Plan Nacional de Lectura, que ha ayudado y despertado más interés por la lectura y la escritura”, dijo.
Al trabajar dentro del establecimiento, se mantiene un contacto fluido con la dirección del INR. “Eso es muy bueno porque trabajamos muy bien y podemos coordinar actividades con invitados”, como fue el caso de Fernando Martínez del programa “Equinoccio”, quien llevó un concierto de Janis. “Ellos siempre están abiertos a recibir las propuestas, evaluarlas y llevarlas adelante. En esa propuesta de música instrumental participaron los alumnos de los tres talleres y tuvimos un lindo grupo de trabajo”, explicó Planel.
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