Deportes | 03 Jun Solo seis días soportó la presión. En menos de una semana al suizo Joseph Blatter no le quedó otra que, sorpresivamente, anunciar que abandonará la presidencia de FIFA, luego de haber sido reelecto el pasado 29 de mayo.
En medio de un escándalo sin precedentes, provocado porque Departamento de Justicia de Estados Unidos tomó el hierro caliente que nunca nadie quiso agarrar y sacudió las entrañas del organismo que rige los destinos del fútbol mundial por corrupción, escribiendo un primer capítulo con siete detenciones de importantes dirigentes de FIFA, las elecciones se llevaron a cabo con el pedido a gritos de todo el ámbito futbolístico de un cambio; de una negativa a la reelección de Blatter.
Pero el suizo fue elegido otra vez, en medio de una presión sin precedentes. Blatter dio su discurso, atinó a alejarse de las acusaciones de corrupción, pero todos sacaban cuentas de que los días del presidente estaban contados, ya que tardaría muy poco la Justicia de Estados Unidos en ir por su cabeza.
Ayer, sorpresivamente, y cuando se especula que en las próximas horas se procederá a la detención de unos 25 dirigentes más, Blatter pegó el portazo. En su discurso, puso el cargo a disposición e indicó que convocará a un Congreso Extraordinario, a llevarse a cabo entre diciembre y marzo, para que se elija al nuevo presidente de la FIFA, dado que estatutariamente el próximo Congreso sería en mayo del próximo año.
Mientras, dijo que se dedicará a implementar cambios estructurales en el organismo, y se comprometió a colaborar con las investigaciones, justo el día en el que la Justicia apuntó a su secretario General, Jerome Valcke.
Estados Unidos apuntó que el francés transfirió 10 millones de dólares a cuentas custodiadas por el exvicepresidente de FIFA, Jack Warner, en 2008. Y si Valcke está involucrado, está claro que Blatter también.
Mientras los detenidos, incluyendo al uruguayo Eugenio Figueredo, siguen declarando (y para muchos negociando condenas a cambio de más datos teniendo en cuenta el paso dado por Blatter), FIFA reconoció esa transferencia realizada "para el desarrollo del fútbol del Caribe". E intentando limpiar el nombre de Valcke, agregó que el pago fue autorizado por el expresidente de la Comisión de Finanzas, el argentino Julio Grondona, fallecido el año pasado y acusado por Estados Unidos en participar de hechos de corrupción.
Todo hace indicar que, más allá de que Blatter intentó que su salida fuera lo más elegante posible aunque ni siquiera debió presentarse a la reelección, el suizo está complicado por donde se lo mire. El New York Times indicó en la víspera que Blatter es investigado por corrupción por Estados Unidos, y es uno de los que está en la mira.
¿Qué dijo Blatter leyendo ayer un sorpresivo comunicado? Que "FIFA necesita una profunda revisión", y que aunque cuenta con "el respaldo de los miembros de la FIFA, siento que no tengo el respaldo de todo el mundo del fútbol, los fans, los jugadores, los clubes, la gente que vive, respira y ama el fútbol tanto como todos nosotros hacemos en la FIFA".
"Por todo ello, he decidido dimitir en mi cargo en un Congreso Extraordinario para la elección. Seguiré ejerciendo mis funciones como presidente de la FIFA hasta esa elección", agregó.
Apuntó además que "seré capaz de concentrarme en objetivos a largo plazo, como las reformas fundamentales que trascienden nuestros esfuerzos anteriores", en tanto afirmó que el Ejecutivo de FIFA "debe reducirse y sus miembros ser elegidos por el Congreso". Y agregó: "He luchado por estos cambios antes y, como todos saben, mis esfuerzos han sido bloqueados. Esta vez, voy a tener éxito". A su vez, estableció que solicitó a Domenico Scala, presidente independiente de la Comisión de Auditoría y del Comité Electoral, que se encargada de supervisar la elección del nuevo presidente.
¿Quiénes aparecen en el ruedo de la nueva pelea presidencial? El príncipe Ali Bin Al Hussein, que desestimó una segunda vuelta ante Blatter en esta última elección al ir perdiendo por 133 a 73, dos que se bajaron de la contienda como lo son Luis Figo y Michael van Praag, y apareció en escena el francés David Ginola. Y no se descarta que se presente Michel Platini.