Nacionales | 06 Jun Antes de darse un tiro en el pecho el 22 de mayo de 2006, Gloria Cor escribió: “Me cansé de luchar contra el viento”. Al menos dos policías más se suicidaron ese año y otros cinco lo intentaron. El lunes pasado, Yoise Michael Aizapa, se disparó al salir del Comcar y falleció en el Hospital Policial esa noche. Es el quinto agente que se quita la vida en los primeros cinco meses de este año.
Aizapa había manifestado que no se sentía bien. “Esas son alertas que se tienen que tomar en serio”, subrayó Miguel Barrios, vocero del Sindicato Único de Policías del Uruguay (SUPU). Asimismo, las autoridades lo habían trasladado de la guardia perimetral externa a la interna, informó Barrios. “Esto implica contacto directo con los reclusos y mayor presión en el trabajo”, declaró el vocero a El Observador.
Según Barrios, “las condiciones laborales en los centros de reclusión son lamentables” debido a la falta de personal. “En las cárceles, el Ministerio del Interior reina pero no gobierna. El Ministerio establece las reglas pero las respetan o no los privados de libertad. Hay entre dos y cuatro policías por módulo, para 400 o a veces más reclusos”, indicó.
En 2006, el periodista Leonardo Haberkorn contó la vida y muerte de Gloria Cor en la revista Rumbosur, donde reunió testimonios que reflexionan sobre el vínculo entre las condiciones laborales de los policías y los suicidios. “Probablemente son los funcionarios públicos en peores condiciones. Muchos viven en asentamientos, en condiciones infrahumanas, porque no pueden pagar un alquiler”, contó Álvaro Sosa, del Sindicato Policial.
En tanto, el salario de los agentes mejoró en la última década. En 2005, un agente de segunda cobraba 4.500 pesos por 200 horas de trabajo. Hoy percibe 26.000 de salario, que puede complementar con horas por servicio 222. Sin embargo, la estresante tarea y la falta de apoyo psicológico conforman un combo mortal para muchos efectivos. “El Ministerio usa el seguimiento psicológico como una curita, pero en las cárceles hay que operar”, confirmó Barrios. El sindicato tiene registro sobre cinco suicidios de agentes este año, pero advierte que puede haber más y no lleva registro sobre las tentativas. Para Barrios, una falencia es la falta de apoyo psicológico, que también puede incidir sobre la tasa de homicidios por policías. El 29 de mayo, un agente asesinó a su expareja al mediodía frente a una escuela en Fray Marcos, Florida, y se suicidó. Fue el cuarto crimen de una mujer cometido por un efectivo este año. El policía había sido denunciado por la víctima. La investigación policial que definirá si utilizó para el crimen su arma de reglamento aún no concluyó.

STANDARD & POOR’S ELEVÓ NOTA DE DEUDA URUGUAYA
La calificadora de riesgo Standard & Poor’s elevó el grado inversor de Uruguay a BBB. El ministro de Economía, Danilo Astori, resaltó que esta mejora es un reconocimiento al rumbo y la orientación de la política económica que el país desarrolla desde hace diez años. Es la primera vez en la historia del país que dos calificadoras de riesgo, primero Moody’s y ahora S&P, aumentaron la calificación dentro del grado inversor.
“Se mejoró todavía más la calificación, ascendiéndola, lo que se configura como un reconocimiento muy importante del rumbo y la orientación de la política económica que elegimos aquí en el Uruguay desde hace diez años”, destacó Astori.
Este reconocimiento se suma al realizado por la calificadora Moody’s, que ya había mejorado el grado inversor de nuestro país, según informó Presidencia.
El ministro afirmó que es la primera vez en la historia del país que dos firmas calificadoras --Moody’s primero y Standard & Poor’s ahora--, elevan la calificación dentro de la categoría grado inversor. “Uruguay había recuperado el grado inversor, pero está ascendiendo dentro de la categoría y es la primera vez en la historia, lo cual nos llena de satisfacción, que dos firmas calificadoras siguen mejorando la calificación de Uruguay”, enfatizó.
Por otra parte, detalló que para mejorar la calificación de nuestro país, Standard & Poor’s tomó en cuenta la consistencia de la política macroeconómica y, en particular, la solidez financiera del país. “Nosotros estamos convencidos de que hemos construido esa fortaleza”, aseguró Astori.
Entre los elementos que destaca la calificadora en su comunicado, se encuentra la mayor diversificación de la economía uruguaya, los altos niveles de inversión extranjera directa, el manejo prudente y eficaz de la deuda pública y la solidez del sistema financiero. La calificadora también señala el marco de estabilidad que provee el sistema político uruguayo, el crecimiento de la clase media y la predictibilidad de las políticas económicas.

ESPECIALISTA CUESTIONÓ POLÍTICAS DE TABACO
Si bien desde 2005 las políticas antitabaco lograron bajar el consumo de cigarrillos, especialmente en los adolescentes --en 2006 fumaban 22,8% de los jóvenes y en 2014, 8,2%-- a partir de 2010 hubo un retroceso, por un aumento de las ventas. El especialista en control de tabaco, Eduardo Bianco, presidente del Centro de Investigación para la Epidemia del Tabaquismo (CIET), señaló, en una presentación organizada por el Servicio Médico del Poder Legislativo, que durante la administración de José Mujica “no se mantuvo el paso” que se había marcado durante la primera presidencia de Tabaré Vázquez, según informó El Observador.
“Lamentablemente no hemos mantenido el paso. Creo que no se previó en la administración anterior. La presión por el juicio de la tabacalera Phillip Morris nos bloqueó. Hemos logrado afrontar el temporal y estamos recuperando el aliento”, afirmó y señaló que desde 2010 hubo un aumento de las ventas de cigarros de 9%, en promedio. “Eso para nosotros es un marcador muy importante”, dijo.
Una de las principales políticas antitabaco que Vázquez aplicó durante su primera presidencia fue la suba de impuestos, que aumentaron todos los años. Dos meses después de que asumiera como presidente, los cigarrillos pasaron a costar 10% más, producto del ajuste al Impuesto Específico Interno (Imesi). En cambio, durante el gobierno de Mujica los cigarros aumentaron su valor producto de la inflación, pero no del Imesi. Esa suba llegó a finales de 2014 con un aumento de tres pesos sobre cada caja.
Bianco aseguró que, a partir de estudios realizados en el CIET, estimaron que si se hubiera seguido aplicando el Imesi continuamente como una política para controlar el tabaquismo, el consumo promedio de cigarrillos en Uruguay sería 15% y no 22%, como lo es actualmente.
“No se aumentó el precio del tabaco y estuvo por debajo de la inflación. Hubo una inflación en los cinco años que fue del orden de 48% y el aumento del precio del tabaco fue de 32%, la mitad por el gobierno, la mitad por la industria tabacalera”, añadió.
Bianco es director para Latinoamérica de la Alianza del Convenio Marco para el Control del Tabaco, el primer protocolo de la Organización Mundial de la Salud para combatir el tabaquismo que Uruguay ratificó en setiembre de 2004 y comenzó a aplicar en febrero de 2005.
Cuando Vázquez viajó a Panamá en abril, le solicitó a Bianco que lo acompañara para que asistiera a un encuentro con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que estuvo centrado en el tabaquismo.