Paysandú, Domingo 07 de Junio de 2015
Locales | 02 Jun Un informe de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) se refiere --aunque sin mencionarlo-- a la nota publicada por EL TELEGRAFO el 17 de mayo sobre el pez chupa sangre que fue encontrado por un pescador colonense a unos 15 kilómetros al norte de la vecina ciudad de Colón, en la zona de la isla del Queguay, que era un pez parásito que vive de la sangre de sus huéspedes, los otros peces. Sin embargo, no lo identifica fehacientemente en cuanto establece que es una “especie probable” como “camarón” o una sanguijuela. En la nota del diario se establecía que “el hallazgo del pescador entrerriano podría ser en realidad lo que se conoce en esta zona como 'camarón' (Homodiactus anisitsi)” y que “se suelen ubicar en las branquias de los otros peces donde rompen el tejido y se alimentan (Nelson, 2006)”.
EL INFORME
El comunicado de CARU dice que “a raíz de la difusión por la aparición de un pez parásito (especie probable Homodiaetus anisitsi, nombre vulgar: camarón), la captura de este pez no es frecuente, es incidental solo si el pez que se captura está infestado por esta especie”.
Los técnicos de la CARU establecen geográficamente que “el pez parásito fue encontrado en la zona de la isla del Queguay, ubicada a 15 de kilómetros de la ciudad de Colón. Este pez es una especie parásita de otros peces y, en general, se lo puede encontrar con sangre en su aparato digestivo. Se suelen ubicar en las branquias de otros peces donde rompen el tejido y se alimentan. Para ello cuentan con dientes modificados que en la mandíbula como en la maxila se unen en un solo diente afilado. Mientras que a los costados de la cabeza presentan espinas (odontoes) que las utilizan para fijarse. El tamaño del pez parásito es de 6 a 7 centímetros de largo estándar”.
EN LAS BRANQUIAS
En los muestreos efectuados por la CARU durante la actividad de Relevamiento de la Ictiofauna en el río Uruguay, se lo encontró en cercanías de Puerto Yeruá (primavera–verano) en las branquias de una vieja de agua (Hypostomus commersoni). Al momento de capturar la vieja de agua, esta especie tenía escasa movilidad y la coloración de su cuerpo era pálida y decolorada. Dentro de la cavidad opercular (aleta de hueso duro que cubre y protege las branquias) tenía más de una docena de peces parásitos. En los muestreos realizados también se lo encontró a la altura de Villa Paranacito en branquias de un dorado (Salminus brasiliensis).
Los muestreos realizados por CARU forman parte del Programa de Conservación de la fauna íctica y los recursos pesqueros del río Uruguay, que está integrado por un conjunto de actividades con objetivos definidos que confluyen para evaluar la situación de los recursos y orientar su conservación y uso racional.
EDICIONES ANTERIORES
A partir del 01/07/2008
Jun / 2015
Lu
Ma
Mi
Ju
Vi
Sa
Do
12
12
12
12
12
Diario El Telégrafo
18 de Julio 1027 | Paysandú | Uruguay
Teléfono: (598) 47223141 | correo@eltelegrafo.com