HOMENAJE A HÉCTOR PINTOS TOGNOLA

Locales | 09 Jun Con la oratoria de Umberto Bertón, quien se refirió a su vida docente y artística, y de Gilda Marziotte de Giuponi, que abordó su personalidad cargada de talento y bondad, se rindió homenaje en memoria del profesor Héctor Pintos Tognola en el Día de Paysandú Ciudad. La sesión fue presidida por el edil Francis Soca, acompañando en la mesa el intendente Mario Bandera, mientras que en la sala se ubicaron familiares, amigos, exalumnos y coreutas, así como invitados especiales.
Soca citó la moción del entonces edil Adolfo Mc Ilriach, quien en 1964 propuso que en el Día de la Ciudad se recordara a una personalidad, “lo que deberá encararse como ejemplo de buen vecino por su obra humanitaria y de bien público, capaz de inspirar conductas similares”.
“En el presente año la Comisión de Cultura propuso al plenario, para el 152º aniversario de la ciudad, un homenaje en memoria de Héctor Pintos Tognola, iniciativa que fue aprobada por unanimidad de este cuerpo”, añadiendo que “fue un grande de la música, a la que dedicó su vida entera y a la que llevaba en el alma”.

LABOR DOCENTE Y OBRA MUSICAL
Bertón recordó que Pintos Tognola había nacido el 9 de julio de 1927 en Algorta, Río Negro, llegando a Paysandú a los seis años. Aquí fue alumno del recordado maestro Apolo Ronchi, “que lo orientó en sus primeros pasos musicales”, y desarrolló una excelsa formación musical con figuras a nivel nacional e internacional.
Admitió que “a veces resulta difícil abordar una vida tan amplia y fructífera a través del canto y la música. Pintos Tognola, maestro de Primaria, profesor de Educación Musical, director del Coro del Liceo 1, profesor de los liceos Nuestra Señora del Huerto y Nuestra Señora del Rosario, del Instituto de Formación Docente, finalizó su actuación docente en el cargo de director del Liceo 2”.
Dentro de otras realizaciones artísticas fue “preparador e integrante como coreuta del Coro ‘Amigos del Arte’ (con cien voces) dirigido por el maestro Eric Simons, y a su retiro tomó él esa responsabilidad. En 1970 fue contratado por la Intendencia de Paysandú y creó un Octeto Vocal, transformándose después en el Coro Polifónico Municipal. En dos oportunidades interpretó la ‘Misa Criolla’ junto a su autor Ariel Ramírez y Jaime Torres, actuando como solista el tenor hispano José Carreras”.
“Como conclusión personal, el profesor Héctor Pintos Tognola, fue un maestro en el arte de la música y el canto”, finalizó el orador.

NO CONOCIÓ LA PALABRA ENVIDIA
Gilda Marziotte de Giuponi dijo que se referiría al homenajeado en calidad “de alumna primero y coreuta después, sin perjuicio del cariño enorme hacia su persona”. Agradeció a la Junta Departamental “por haber elegido esta fecha para honrar la memoria del profesor Héctor Pintos Tognola, ya que pensamos que su figura ha sido trascendente para los sanduceros. No hay palabras que puedan describir tan bella persona, pero sí se pueden expresar los sentimientos que dicta el corazón. Maestro, profesor, director, buen esposo, padre y educador, ejemplo de vida, con una pasión: la música, horas dedicadas a la composición o haciendo arreglos corales con la marca distinguida de Pintos Tognola, partituras que seguirán recorriendo el ‘mundo coral’, tesoro invaluable que ha dejado a esta sociedad”.
“Un ser íntegro, maravilloso, una persona que no conocía la palabra envidia ni la palabra rencor. Siempre con una templanza única, con un corazón solidario para con todos, sobre todo con una gran humildad”. Ante las distinciones recibidas que atesoraba en su hogar, “siempre le decía a su esposa: ‘los conocimientos son para uno, yo los miro y siento paz. Sabiendo que cumplí con mi querido Paysandú’. A cuya sociedad se brindó íntegro en todos los aspectos y creo, en mi humilde opinión, que eternamente en el corazón de los sanduceros estará presente de alguna manera. ¡Imposible olvidar tan bella persona!”

SU ÚLTIMO CONCIERTO
La disertante concluyó recordando “las palabras que dijo el profesor Héctor Pintos Tognola en su último concierto navideño junto al Grupo Coral ‘Voces amigas’, su coro, palabras que quedarán grabadas en nuestros corazones: ‘Qué les puedo desear, que tengan paz y que esta paz llegue al alma’. En mi calidad de coreuta, doy fe que también nos enseñó que no solo hay que cantar, entonar, vocalizar bien, sino que hay que hacerlo con el corazón. Hoy yo no canté, pero leí estas palabras con el corazón. ‘Voces amigas’, su coro, ha quedado en silencio porque se ha ido un grande, pero vive y vivirá en cada uno de nuestros corazones. ¡Gracias maestro, no te olvidaremo , hasta siempre!”