Opinion | 11 Jun La conservación y preservación de los documentos que forman parte del patrimonio histórico y cultural de un país enfrentan actualmente una serie de desafíos que implican desde aspectos de la conservación del soporte hasta problemas de espacio de los lugares que los alojan, generalmente archivos o bibliotecas.
Las nuevas tecnologías, en este caso, ocupan un lugar importante en la preservación de los contenidos, es decir, su reproducción en formatos y soportes diferentes al original. Por otra parte, una buena forma de que la tecnología juegue a favor de la preservación del patrimonio histórico y documental que es nuestra responsabilidad legar a las futuras generaciones, es la cooperación internacional a través del acceso digital al contenido de dichos documentos.
Uruguay participa actualmente, a través de la Biblioteca Nacional, en la denominada Biblioteca Digital del Patrimonio Iberoamericano (BDPI), un proyecto impulsado por la Asociación de Bibliotecas Nacionales de Iberoamérica (Abinia) que tiene como objetivo la creación de un portal que permita el acceso desde un único punto de consulta a los recursos digitales de todas las bibliotecas participantes.
El portal nació con el objetivo de difundir el patrimonio bibliográfico de cada una de las bibliotecas implicadas en el proyecto y facilitar que el mayor número posible de ciudadanos se acerque a él.
La Biblioteca Digital del Patrimonio Iberoamericano no alberga objetos digitales, sino la información bibliográfica y metadatos referidos a los mismos. Los detalles y condiciones bajo las cuales el usuario puede hacer uso de las imágenes dependen de cada biblioteca depositaria de la obra. En el caso de Uruguay son varios ya los documentos disponibles gracias a que nuestra Biblioteca Nacional trabaja desde hace tiempo en la digitalización de sus colecciones ofreciendo nuevos servicios a investigadores, docentes, estudiantes, imprentas, editoriales y usuarios en general.
La referida plataforma iberoamericana reviste importancia como herramienta para la construcción y afianzamiento del espacio cultural iberoamericano, está incluida en las agendas digitales de los países de Iberoamérica y está llamada a convertirse en un ejemplo de cooperación internacional patrimonial.
Por otra parte, su desarrollo contribuirá a animar a las bibliotecas en la digitalización de sus colecciones así como la automatización y normalización de sus catálogos, adaptándolos a estándares internacionales de descripción e intercambio que faciliten la interoperabilidad necesaria para el desarrollo del proyecto. Pero lo más importante es que hace accesible los documentos a cualquier ciudadano a través de Internet, difundiendo así el conocimiento de los mismos y su utilidad social.