OPINIÓN

Locales | 07 Jun La innecesaria argentinización
de la protesta
Quien suscribe es titular de un comercio (provisión y bar, inscripto formalmente en DGI, BPS y MTSS) ubicado en la esquina de calle Tropas (continuación de José Pedro Varela) y letra “M” (Nº 344) de la ciudad de Guichón, frente a la entrada misma del Barrio Mevir III de esta localidad.
Desde hace un tiempo se había aprobado un Proyecto (dentro del Plan de Realizar del Ministerio de Transporte y Obras Públicas) para bituminizar 10 cuadras por donde circula tránsito pesado que se desvía del centro de la ciudad.
Los vecinos comenzaron a reclamar por la demora en la concreción de la obra, la que luego se inició parcialmente y quedó paralizada.
Para el día de ayer (martes 2 de junio) se programó y concretó un corte de calle y quema de neumáticos como forma de “presionar” a las Autoridades Municipales que son las responsables de ejecutar la obra.
Vecinos del mencionado Barrio de Mevir III me invitaron para participar de la manifestación, a lo cual me negué cortésmente --no por la gran razón que nos asiste a los vecinos-- sino por la forma en que se llevaría a cabo, especialmente por la quema de neumáticos que no se condice con la gravedad de la omisión de las Autoridades y no se condice con las tradiciones pacíficas de nuestro pueblo.
En mi caso, vivo en mi barrio y mi pueblo natal y estoy tan afectado por el barro (en tiempos de lluvia) y por el polvo (en tiempos de seca) como cualquiera, pero eso no me hace perder el tino de lo que debe ser un verdadero reclamo, máxime cuando en este caso no es una “promesa electoral” sino un proyecto aprobado, firmado y controlado por gobierno nacional y departamental al mismo tiempo, que semanas más o semanas menos no van a tener más “remedio” que hacerlo.
El colmo es que el vecino que más me insistió en la invitación es una funcionario municipal que conocer perfectamente la “interna” del Municipio y los verdaderos motivos del atraso de la obra.
Mi negativa motivó formas de perjuicio hacia mi persona: a) La protesta (la quema de cubiertas) se hizo en forma tal que mi comercio amaneció negro de hollín, cenizas y otras consecuencias de la quema. También se utilizaron petardos de gran estruendo que se “tiraron” siempre hacia la acera de mi negocio; b) A su vez, ante mi negativa se “deslizaron” comentarios contrarios a la verdad ya que muchos vecinos (que no están al tanto del tema) me han señalado como el “promotor” de esa forma innecesariamente escandalosa de reclamar.
Un tercer perjuicio fue que los clientes de mi comercio se retiraron rápidamente y otros directamente no pudieron estacionar sus vehículos atemorizados por la dimensión que había tomado el fuego.
Recurro a la prensa --entre otras razones-- porque no me gusta molestar a la Policía. El episodio se transformó en una verdadera agresión que ningún vecino merece.
He sido víctima de al menos tres hurtos (garrafa, materiales de construcción, batería de cocina, etcétera) de los que nunca hice la denuncia.
Sin embargo, aparentemente soy la “oveja negra” y promotor de estos hechos desagradables para el barrio. Aparentemente desean que la alcalde interina y la reelecta (que recién ingresa el 10 de julio) resuelvan en una semana lo que lleva su tiempo de obra.
Esos mismos vecinos --que ahora no van a venir a limpiar mi casa y mi comercio-- son los mismos que dos por tres me “acusan” de cuanto hecho delictivo ha habido en Guichón. Me han acusado de hurtos, quemas de autos, etcétera, en momentos en que me encontraba a 600 kilómetros de Guichón.
En fin, me sumo a todo reclamo “civilizado”, estoy a las órdenes de todo el Barrio cuando vayan a hacer gestiones ante cualquier autoridad, pero no me van a encontrar nunca para formas de protestas que considero rayanas con la violencia que ninguna Autoridad se merece.
Vital Silveira