Paysandú, Domingo 14 de Junio de 2015
Locales | 07 Jun Hospital Galán y Rocha
25 de mayo del año 2015… han pasado 100 años desde que el matrimonio Galán y Rocha concretaron su preocupación por la salud de los sanduceros, contribuyendo con un hospital que ha seguido y ha mejorado a su predecesor, el hospital Coronel Pinilla, quien fuera otro visionario humanista. Este primer hospital sanducero que se ubicaba en el predio de la actual UTU, también surgió un 25 de mayo, pero de 1862.
Por sobre las distintas interpretaciones a que puede dar lugar dicha fecha vuela un sentimiento colectivo de necesidad de independencia de las Madres Patrias que estaban impidiendo un natural desarrollo y progreso de una cultura sudamericana, en especial rioplatense. El cuidado de la salud fue haciéndose cada vez más importante, no sólo por razones humanitarias sino por ser el cimiento necesario para un desarrollo sustentable. Van surgiendo entonces iniciativas en los núcleos más emprendedores de la colectividad tratando de organizar sistemas que permitan eficiencia en la curación de los enfermos y heridos de sociedades con promedio de vida muy bajo, (el Uruguay en 1940 tenía un promedio de vida de 40 años) hasta llegar al concepto de “Hospital”.
El concepto de “Hospital” integral tiene así el origen en un sentimiento comunitario como base para defensa precisamente de intereses comunes de todo tipo. Sin salud no es posible ninguna acción positiva trascendente en ninguna actividad. Al principio todo es primitivo y depende solamente de iniciativas privadas o de grupo hasta que la evolución de la gestión y la tecnología llevan a crear el organismo denominado Asistencia Pública Nacional el 10 de Noviembre de 1910, siendo su primer Director el Dr. José Scosería.
Nuestro Hospital Escuela del Litoral “Galán y Rocha”, es producto de una generosa y humanística iniciativa privada que capta la necesidad de la población a la que pertenece y la trascendencia de dar prioridad a la salud. Se inserta así en 1915 en un concepto de política nacional de asistencia, en acto presidido por el Director de la Asistencia Pública Nacional, manteniendo un sabor local porque es de origen local; y opinamos que es necesario que mantenga esa modalidad cultural propia porque es la base del interés comunitario en su progreso. Las otras dos áreas de la definición moderna e internacional de Hospital de la Organización Mundial de la Salud aun no estaban incorporadas en el concepto “hospital” en ningún lugar. No olvidemos que eran “Hospitales de Caridad” con un sentido puramente curativo y fundamentalmente para el no pudiente. Las otras dos áreas se incorporan paso a paso a medida que se desarrolla la sociedad, la ciencia médica y la tecnología; estas áreas son: la prevención y la rehabilitación y con el concepto de que abarque a todos los habitantes. Lo que debe comprenderse claramente es que para que funcionen adecuadamente deben ser preocupación principal de los habitantes y participar activamente en su organización, es decir en el caso de Paysandú, seguir formando parte en el sentir de su cultura cívica inmersa en el legendario “espíritu de Paysandú”. A favor de lo que expresamos estarían las auditorías internacionales, de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que hemos tenido en el Hospital y que han destacado la gran participación de las llamadas Fuerzas Vivas de la población.
En una palabra, arriesgo a decir después de haber vivido más de 30 años en Paysandú y habiendo absorbido la cultura del “espíritu de Paysandú” en totalidad, que el llamado “mutualismo” debe encargarse fundamentalmente del área curativa y el “Hospital” fundamentalmente de las áreas preventivas y de rehabilitación en acciones coordinadas y complementarias, pero evolutivamente cada vez más especializadas. Posiblemente para ello el Hospital Galán y Rocha necesitaría cierto grado de autonomía al estilo mutual. Todo debería estar supervisado por el Sistema Nacional Integrado de Salud, que se vería beneficiado con el alivio de algunas presiones y responsabilidades inoperantes. Por otro lado “el espíritu de Paysandú” tendría un entorno más a tono con su necesidad de creación y progreso y a su cultura local.
De cursos y congresos hemos extraído la definición de “hospital” elaborada por la Organización Mundial de la Salud, que dice:
“El hospital es parte integrante de una organización médica y sanitaria completa, tanto curativa como preventiva y cuyos servicios externos se irradian hasta el medio familiar; el hospital es también un centro de formación de personal médico-sanitario y un centro de investigación bio-social”.
También surge de los congresos que la política de salud no debe pretender imponer un sistema que nazca en el Sector Político, sino en el Sector Comunitario. Para ello se debe evolucionar hacia una descentralización administrativa y económica que permita a cada departamento desarrollarse en el tema “salud” según su modalidad y que a la larga la coordinación de los sistemas locales constituyan un Sistema Nacional de Salud.
Recordemos que en 1973 hubo una epidemia de meningitis que fue afrontada por el Hospital “Galán y Rocha” con solvencia a pesar de la sorpresa, que motivó un decreto Departamental de “cordón sanitario” para evitar su propagación. Recordemos que en el período 1990-91 hubo una epidemia de “cólera” en toda Sud América y el Hospital rápidamente organizó un equipo de 20 camas especialmente equipadas, tuvo que desalojar el pabellón dedicado a Asilo, trasladar los residentes a casas de salud y hacer adaptaciones sanitarias adecuadas. Todo fue hecho con esfuerzo local con la Comisión de Apoyo, la Intendencia Municipal Departamental y Comepa; esta institución donó toda la instalación sanitaria del pabellón. También OSE colaboró con una renovación de los filtros. Como el vibrión del cólera no pide permiso para entrar o salir de ningún país, también hicimos un acuerdo verbal con la ciudad de Colón para recibir sus enfermos si los hubiere. Pero el Uruguay no tuvo ningún caso de “cólera”, no digo por suerte porque no fue por eso, sino por su buen nivel sanitario. El Hospital fue quien coordinó todos los esfuerzos y espontáneamente. Al Ministerio de Salud Pública solamente se le pidieron las túnicas especiales de nylon que se importaron para ese fin.
Pienso que el Hospital Escuela del Litoral “Galán y Rocha”, que se ha alimentado del consenso y apoyo comunitario debe seguir evolucionando y no alimentar el concepto de hospital para pobres; debe desarrollar en forma, quizás prioritaria, algunos aspectos de la medicina moderna, en coordinación con las instituciones privadas o semiprivadas médicas locales. El vasto campo de la Asistencia Primaria de la Salud, control de algunas enfermedades crónicas, control de estado sanitario de diferentes servicios públicos, estudios epidemiológicos y estadísticas, desarrollo de investigación médico-social y de temas médicos, análisis y crítica de criterios terapéuticos médicos y quirúrgicos, realización de ateneos conjuntos con el mutualismo, servicios especializados regionales, etcétera.
Parecería que su papel debería ser similar a una mutualista pero con funciones específicas tendiendo no a lo curativo, reservado al mutualismo propiamente dicho, sino una mutualista para la prevención, rehabilitación, control del nivel sanitario de la población, estudios estadísticos de las distintas afecciones, etcétera.
Una población bien organizada, modernamente debe preocuparse activamente por su salud y no sólo por la curación de sus dolencias. Debe actuar activamente con su aporte personal en la prevención y rehabilitación que necesitan gran parte de participación no profesional y sí de oficios y cultural.
Especificando tareas para el área mutual y para el área hospitalaria se evitan falsas oposiciones y competitividad de fuentes de trabajo y por lo contrario habría que esperar una complementación muy productiva en la eficiencia de las acciones de salud, de la formación profesional y de la gestión administrativa. Pienso que el área mutual debe prever a su vez que las mejoras constantes en salud pueden significar un aumento también constante de responsabilidad y costos en las áreas de prevención y rehabilitación, y yo diría que debe tener en cuenta que va teniendo cada vez más peso el sector geriátrico y minusválido. Las perspectivas son de que se trate de eliminar o disminuir el papel de los tiques; en fin, parecería que hay brumas financieras en el horizonte inmediato que hacen pensar en buscar la forma de concretar y limitar responsabilidades a las organizaciones tipo mutual.
No queremos extendernos en estos temas que sólo quieren expresar el deseo de hacer algún aporte que nace en lo vivido, ya que el motivo fundamental es la conmemoración de los 100 años de la inauguración de nuestro Hospital del Litoral Galán y Rocha que no ha perdido vigencia y debe seguir evolucionando. Solamente quiero agregar que su primer Director fue el Dr. Lorenzo Lombardini y a 100 años de distancia su apellido sigue proyectándose en el presente en la persona del Sr. Agustín Lombardini que colabora honorariamente desde hace muchos años. Su responsabilidad, desvelos y preocupaciones han sido un ejemplo y un estímulo permanente.
Dr. Mario Alvarez
Paseyro (Ex Director del H. Galán y Rocha)
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