Paysandú, Domingo 14 de Junio de 2015
Policiales | 12 Jun Tres casas precarias donde vivían tres familias con 13 menores fueron destruidas por un incendio en el corazón del barrio "Obreros Unidos", al final de la calle central --en paupérrimas condiciones-- que constituye la continuación de Industrias, próximo a las 19.
Según datos recabados por EL TELEGRAFO en el lugar del siniestro, el fuego se originó en la estufa a leña de una de tres viviendas linderas, sitas en un terreno ubicado al final del estrecho y deteriorado camino interno y construidas en costaneras, chapas y techo liviano de zinc. La alta combustibilidad del material facilitó la propagación.
El inicio del incendio fue advertido por un joven matrimonio que ocupaba una de las tres casas junto a dos niñas de siete y cuatro años --que presenta serios problemas de salud--, y un bebé de un año. "Nosotros estábamos mirando televisión y las nenas haciendo los deberes, cuando mi señora dice: 'hay olor a humo, José'" narró a EL TELEGRAFO el joven padre de familia. "Dale, negra, yo me fijo", le respondió a su esposa, y, al salir al fondo de su casa, observó que de la parte trasera de la vivienda lindera salían llamas y humo.
"SE PRENDE FUEGO"
"¡Se prende fuego la casa de al lado!”, comenzó a gritar para advertir a sus moradores, sin saber que la única joven que estaba en ese momento en la casa donde se originó el incendio se encontraba circunstancialmente en la otra casa vecina. Como nadie lo escuchaba, rompió el portón e ingresó a la casa en llamas. "Yo entré y vi que el fuego de la estufa a leña se había expandido por toda la casa, y sólo atiné a sacar lo que podía explotar; y al escuchar los gritos, todos los vecinos del barrio comenzaron a ayudar para recuperar lo que se pudiera", añadió. Una media hora después, la casa de José comenzó a tomar fuego y, junto con su esposa trataron de extraer sus pertenencias. "Sacamos lo que pudimos, pero lo importante es que nuestros hijos están bien; lo material no importa, lo que importa es la salud de nuestros hijos y de las demás personas", reflexionó --a pesar de hallarse visiblemente afectado-- el joven, quien puso a disposición los teléfonos 098262049 y 092052591 de la familia Cantero, con quien los interesados pueden contactarse no solo para ayudarlos a ellos sino también a sus vecinos.
Otra de las viviendas era ocupada por Mariela, junto con sus dos hijas, de 14 y 15 años, quien llegaba de trabajar cuando se encontró con su casa totalmente en llamas, y a la que se puede contactar para brindar asistencia a los teléfonos 099989334 y 099750343. La tercera casa era habitada por un matrimonio con ocho hijos menores de distintas edades.
PROTOCOLO LENTO Y RECLAMOS
Como ha ocurrido en muchos casos anteriores, se alertó reiteradamente de la tragedia a través del servicio de emergencia 911 a la Policía y no directamente al 104 de Bomberos, por lo que de acuerdo al protocolo vigente para este tipo de emergencias, personal de la Seccional Tercera debió en primera instancia trasladarse desde su unidad hasta el barrio Obreros Unidos para, luego de constatar que había un incendio, tramitar recién entonces --a través de la Mesa Central de Operaciones de Jefatura-- la presencia de Bomberos, que inmediatamente partió con dos autobombas hacia el lugar del siniestro. Desconociendo la pérdida de minutos vitales que implica la solicitud del servicio a través de ese medio, los vecinos del barrio, quienes trabajaban intensamente --con un importante participación de los jóvenes en salvar las pertenencias de los damnificados--, manifestaron su disconformidad a los Bomberos cuando éstos arribaron. Sin embargo, una vez concluida la labor de extinción del fuego, el jefe de la unidad, subcomisario Pedro Severo, dialogó con los damnificados y sus vecinos a efectos de explicar la situación y aplacar los ánimos.
SALVAR EL BARRIO
La labor de Bomberos, cuyo arribo --independientemente de la tardanza causada por razones ajenas al servicio-- se produjo en tiempo y forma, según pudo corroborar EL TELEGRAFO sobre los tiempos de respuesta, permitió circunscribir el fuego en el área en el que se encontraban las tres casas afectadas para evitar que las llamas se propagaran masivamente hacia otras viviendas cercanas, y salvar el barrio.
"Las pérdidas fueron totales, pero por suerte no hubo ninguna víctima" indicó a EL TELEGRAFO el jefe del destacamento de Bomberos, quien destacó que "si bien gracias a la colaboración de los vecinos fue posible retirar parte del equipamiento como una cocina y otros electrodomésticos, las pérdidas fueron totales en lo que se refiere a estructura, mobiliario de madera, vestimenta y ropa de cama, por lo que pediría a la población si puede prestar ayuda de alguna forma a estas familias".
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