Paysandú, Jueves 18 de Junio de 2015
Rurales | 14 Jun Un nuevo mapa de regiones agropecuarias de Uruguay elaborado por la Dirección de Estadísticas Agropecuarias del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, revela cambios muy fuertes registrados en la última década. Se trata de un material de referencia que contiene información actualizada sobre el uso del suelo agropecuario y la distribución geográfica de los rubros en el país.
La información proviene de los últimos censos agropecuarios (1990/2000/2011), y permite hacer una clasificación ajustada del territorio en cuanto a la producción. La publicación posee un compilado de mapas y fotos que ilustran el seguimiento de los cambios que se han producido en los últimos años, lo que constituye un aporte fundamental al conocimiento agropecuario del país.
Entre las conclusiones del trabajo, se destaca la especialización productiva de las explotaciones agropecuarias del país y su vínculo con factores que tienen expresión geográfica (tipos de suelo, acceso al agua para riego, distancia a mercados locales y a agroindustrias), lo que se manifiesta en la formación de regiones. El procedimiento aplicado permite distinguir 16 regiones especializadas.
La variación de factores de mercado, como precios de productos e insumos, determinan la modificación del área de las regiones a través del tiempo (por ejemplo, reducción de la región ovejera; aumento de la región forestal y de las regiones agrícolas a impulso del cultivo de la soja, y como consecuencia, el desplazamiento y la reducción de la superficie ganadera).
La regionalización obtenida mediante el procedimiento de considerar la superficie ocupada por cada rubro productivo en las Áreas de Enumeración censal logra expresar gráficamente el fenómeno de localización de los diversos rubros y los cambios sucedidos. Y, por tanto, es de utilidad para la interpretación de los factores determinantes.
REGIONES
La importante caída que tienen las regiones ganaderas (36%) corresponde a lo ocurrido en los cuatro grupos que la integran, estando el mayor descenso porcentual en la ganadera lechera (84%), aunque es la de menor impacto absoluto (-300.000 hectáreas) frente a más de 1,3 millones para el resto. Estas variaciones tienen directa relación con el descenso del stock ovino (que se redujo de 13,2 a 7,5 millones de cabezas), y la ganadería vacuna que si bien pasó de 10,3 a 11,1 millones, en unidades ganaderas totales significa una reducción del -3%. El mayor impacto queda expresado en la gran disminución de la región ganadera-ovejera (-65%).
Las regiones agrícolas extensivas de secano, en contrario al caso anterior, evolucionan con aumentos significativos de las áreas en dicho período y se convierten en un factor que da origen y explica otros cambios generales. La importancia de la actividad agrícola, constituida por tres regiones, duplican la superficie respecto al año 2000, en tanto la agrícola especializada, por definición con mayor proporción de cultivos más que se triplica en área. El aumento de la agrícola-lechera está asociado a la mayor inserción que han tenido estos cultivos dentro de zonas tradicionalmente lecheras, que determina mayores porcentajes al clasificar.
Caen de forma importante las áreas de las regiones lecheras (-54%), como consecuencia a lo ocurrido en ambos grupos que la integran. En razón a que en el decenio la lechería, en términos de área, no tuvo una retracción tan marcada como actividad, el cambio se explica por una pérdida en importancia relativa en superficie frente al aumento de otras actividades, en particular por la expansión de la agricultura de secano, tal como vio en el caso anterior.
Las regiones arroceras presentan un moderado incremento en superficie (6%), también asociado a la modificación en la proporción relativa frente a los demás rubros, en especial ganadero vacuno, ya que el área con cultivo de arroz apenas aumentó 3%.
El importante aumento de la región forestal (1,5 veces superior al Censo 2000) está directamente asociado al incremento de las plantaciones de bosques, que en el período intercensal fue de 62%. Hay una reducción total del 33% de la región con agricultura intensiva, consecuencia de un descenso general de los rubros que la integran y donde solo el área frutivitícola aumenta en un 31%, a consecuencia del incremento de frutales hoja caduca.
PERÍODO 1990 - 2011
Para las dos décadas de referencia se cuenta con los tres años de comparación que proporcionan los censos, tomando la superficie agropecuaria que queda contenida dentro de cada región de acuerdo a la suma de las AE que están dentro de un mismo grupo. Se trata de un indicador de la importancia de cada región, y también permite captar los cambios entre censos que se describen seguidamente.
La importante caída del grupo ganadero ocurre para los tres censos y acumula una disminución de -4,8 millones de hectáreas (-43%), particularmente explicada por la región ganadera ovejera que en todo el período reduce su área total en 5,9 millones de hectáreas.
El resto de las regiones muestran aumentos hasta el año 2000, para caer posteriormente. Tal como ocurre con las clasificadas según nivel de mejoramientos (menos 10% y más 10%), ambas bajan luego del primer decenio (-21% y -46%, respectivamente). Los grupos de regiones con agricultura de secano presentan una caída inicial hasta el 2000, para luego mostrar un importante y destacado incremento llegando a variar 2,2 millones de hectáreas entre 1990-2011.
Las arroceras tienen un aumento en 2,6 veces su superficie en 20 años, situación que prácticamente queda determinada entre los primeros censos (1990 y 2000), como resultado directo de la mayor superficie de cultivo que pasó de 67.000 a 175.000 hectáreas. Buena parte de dicho cambio se desarrolló con expansión de las chacras al centro y norte del país, hacia nuevas áreas arroceras.
La actividad lechera, en contrario a lo ocurrido en la primera década (1990-2000) cuando ambas regiones lecheras presentaron un importante aumento, pasaron a tener una notoria reducción de área total en el 2011, también en ambos tipos (lechera y lechera ganadera). Reconocido es que las principales transformaciones a nivel productivo han ocurrido en intensificación y no en expansión de área, y que la superficie imputable al rubro no ha tenido importantes variaciones. Esta disminución de superficie total de las regiones lecheras puede tener su origen en el avance de los cultivos agrícolas de secano, que pasan a tener mayores porcentajes y dejan de cumplir con la condición de no superar el 5%.
Reduce el área total de las regiones agrícolas intensivas, pero internamente acompañan ese cambio la citrícola, hortícola y hortifrutivitícola, inversamente a lo que ocurre con las frutivitícola que se incrementa en el período. Estas variaciones no resultan similares entre los rubros específicos que las integran pues solo las áreas de frutales de hoja caduca se incrementaron para los tres censos, aunque no compensan el decrecimiento en vid, huerta y citrus.
Resulta destacado el aumento acumulado en la región forestal (del orden de 2,4 millones de hectáreas en las dos décadas), que también refleja directamente lo ocurrido en el área de bosque (entre 1990 y 2011 pasó de 293 a 1.071 miles de hectáreas).
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