Paysandú, Sábado 20 de Junio de 2015
Rurales | 15 Jun La diferenciación del producto carne a través de su calidad nutricional “juega un rol muy importante para mejorar la competitividad en el mercado internacional”, dijo a EL TELEGRAFO la doctora Carolina Realini, en el marco de las 43ª Jornadas Uruguayas de Buiatría que se desarrollaron en Paysandú.
Manifestó que Uruguay es conocido a nivel mundial “por la buena calidad e inocuidad de sus carnes y goza de una posición privilegiada respecto al acceso a los mercados internacionales”. Agregó que el país “cuenta con un elevado estatus sanitario, trazabilidad animal individual, y legislación nacional que apoya y fomenta el bienestar animal y además, competitivo en costos de producción”.
“El sistema de producción pastoril es además otra ventaja competitiva que está en línea con las preferencias actuales de los consumidores que demandan productos más saludables”, dijo. Sin embargo, explicó que “el mercado mundial de carne vacuna es altamente competitivo y el volumen de exportación de Uruguay es limitado”.
La integrante del Polo de Producción y Reproducción de Rumiantes de la Facultad de Ciencias, Cenur Noroeste de la Universidad de la República en Salto, dijo que la mayoría de los estudios en Uruguay “han contrastado el perfil lipídico de la carne proveniente de un sistema pastoril con la de un sistema más intensivo en base a suplementación en pastoreo o en corral”. No obstante, Realini entiende que “se necesita generar más información científica que contemple el amplio espectro de opciones forrajeras y de suplementos utilizados en la dieta animal de nuestro país”.
Sostuvo que “es necesario evaluar el impacto de nuestra diversidad forrajera sobre la composición de Ácidos Grasos (AG) de la carne, contribuyendo al agregado de valor a través de programas de promoción de una carne con un perfil de lípidos superior, obtenido a partir de nuestras pasturas naturales y/o en combinación con especies mejoradas. El impacto de la diversidad de pasturas mejoradas sobre el perfil de AG de la carne también requiere mayor atención para definir mejor la base forrajera de engorde de animales en pastoreo. Todas estas opciones pueden darle contenido y base científica sólida al concepto de carne natural del Uruguay”, dijo la profesional.
AMPLIA ESTRATEGIA
Más allá de reforzar la promoción de la carne proveniente de sistemas pastoriles como producto base de su producción ganadera, “la estrategia global debe ser amplia y explorar otras oportunidades y diversidad de opciones de mercados”. En este sentido, otros sistemas productivos más intensivos que permitan el aprovechamiento de otros recursos agrícolas, mayores rendimientos y que aporten diversificación de mercados, “pueden co-existir para sustentar el desarrollo y la sostenibilidad de la actividad pecuaria nacional”.
Para Realini, “en estos sistemas es necesario desarrollar estrategias que minimicen los cambios en el perfil de AG de animales que previamente estuvieron en pastoreo o que son suplementados en pastoreo. Información del efecto del tiempo de suplementación y del tipo y nivel de oferta de suplemento en combinación con el tipo de pastura sobre la composición de AG de la carne, son clave para definir una estrategia adecuada de manipulación del perfil de los ácidos grasos de la carne uruguaya”.
Manifestó que “existe amplia bibliografía internacional para modificar el perfil de ácidos grasos de animales de engorde a corral. Sin embargo, información local con nuestros recursos genéticos y nutricionales es limitada para una producción de carne de alta calidad en engorde intensivo”.
FACTORES GENÉTICOS
Si bien los factores genéticos tienen una menor influencia que los nutricionales sobre la modificación de los lípidos de la carne, “es posible contribuir a la mejorar composición a través de estrategias genéticas. Mayor información es necesaria sobre la relación entre la composición de AG y otros parámetros productivos y sobre las interacciones entre genética y dieta animal, antes de incluir la composición de AG en un programa genético”.
Indicó que “progresos genéticos más rápidos hacia la producción de carne con menor contenido de AGS y mayores concentraciones de AGI, podrían esperarse a través de la identificación de polimorfismos de genes individuales involucrados en la síntesis de grasa. Mayor información es necesaria en relación a la genómica o la selección asistida por marcadores y en relación a la formulación de dietas para explotar este potencial genético”.
Para Realini, se debe continuar “generando una base científica sólida de información nacional que permita desarrollar estrategias adecuadas para capitalizar el valor nutricional de nuestra carne proveniente de sistemas pastoriles naturales o mejorados y para mejorar el valor nutricional de la carne procedente de sistemas más intensivos. Esta información permitirá a su vez respaldar nuestras campañas de promoción de la carne uruguaya en el mercado internacional y mejorar la competitividad del sector ganadero de nuestro país”.
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