“NO ALCANZA EL PUNTO DE EQUILIBRIO”

Locales | 18 Jun El Fondo de Desarrollo (Fondes) no aportará más capital al emprendimiento Tessamérica, por lo que no podrá seguir la producción de textiles, y los trabajadores integrantes de la cooperativa deberán encontrar, junto al sistema político, una solución para el corto plazo. Mientras que el Instituto Nacional Cooperativo (Inacoop) y eventualmente el Instituto Nacional de Formación Profesional (Inefop) encuentran una solución viable a mediano y largo plazo para los 170 trabajadores, que podrían pasar al seguro de desempleo en tanto se halla una solución de fondo para el emprendimiento productivo.
Así lo afirmó a EL TELEGRAFO el presidente del Inacoop, Gustavo Bernini, quien aseguró que el Fondes ya no puede capitalizar más a Tessamérica y deberán buscarse otras alternativas. “Lo que les comenté a los diputados y a María (Irisarri, presidenta de Cotrapay) es que tienen que movilizarse fuertemente a nivel político. Esto al Fondes como está ahora, y a Inacoop como nuevo administrador, nos supera, no tenemos la capacidad de resolverlo nosotros. Lo que podemos hacer es ofrecer toda la capacidad técnica que tenemos para ver qué alternativas tenemos para darle viabilidad para esa cantidad de puestos de trabajo con las capacidades instaladas que tiene la planta, pero eso va a ser a mediano plazo. El problema del corto plazo (que es el futuro inmediato de los trabajadores) tiene que ser resuelto a distinto nivel. Les planteé a los diputados, puede ser a través de una ley o de acuerdos políticos a alto nivel, para que el Poder Ejecutivo pueda tomar alguna decisión”, dijo.
Sobre si una posibilidad es el seguro de desempleo, indicó que “ya es una realidad, y podría haber un grupo de trabajadores que no estaría en condiciones de acceder al seguro de paro o porque tienen poca antigüedad y no les generó derecho, o porque ya estuvieron en el seguro y no trabajaron lo suficiente para generarlo de nuevo. Eso se va seguramente a arreglar porque hay voluntad política de hacerlo y nosotros nos vamos a poner al frente de eso. Pero ante la inquietud de los diputados, que es entendible porque representan a todo Paysandú, lo que tratábamos de transmitirle es que no tenemos herramientas para poder resolverlo”.
“Ellos lo que planteaban era que tenían unos pedidos de compra y necesitaban 240.000 dólares para poder producir. El problema es que eso inexorablemente iba a terminar dentro de dos meses nuevamente planteando que salieron otros pedidos y precisando más capital, y eso es algo sin fin”, afirmó Bernini.

NO HAY EQUILIBRIO
“Ni siquiera estoy plantando la posibilidad de devolver el dinero, porque se les financió con fuertes inversiones por parte del Fondes. Si hoy lográramos llegar a un punto de equilibrio entre costos e ingresos, esa deuda no sería un problema. El problema es estructural, es que ni siquiera se empata, ni cerca. Ese es el problema que veo y es una de las cosas más dolorosas que me ha tocado vivir; toda la vida fui sindicalista, fui parlamentario, defiendo a muerte el cooperativismo y por algo estoy acá. Pero lo que quiero destacar es que si hay algo que no ha fallado es la cooperativa, los trabajadores, que han tenido un empeño enorme, han sufrido mucho y han tratado de meter para adelante con todas las capacidades que ellos pueden dar. El problema es la realidad. Son mercados muy complicados, encontraron una fábrica mucho peor de lo que pensaban, con un atraso tecnológico importante, por lo que se necesita mucho más mano de obra de acuerdo a lo que es la competencia en el mundo”, aseguró Bernini, quien acotó que “es doloroso porque se ve mucho empeño y compromiso en la cooperativa, pero es la realidad que nos ha pasado por arriba”.
El jerarca repasó que cuando el nuevo directorio de Inacoop asumió a fines de marzo y recibió la gestión de la cartera del Fondes, se buscó conocer “cómo venía la marcha de los emprendimientos y una de las cosas que detectamos fue que Cotrapay ya había cobrado la última partida del préstamo que tenía, por lo que teníamos la obligación de hablar con ellos para ver cómo estaba la situación”. Luego de reuniones, “resolvimos tener un diagnóstico y ver cómo estaba el proceso productivo, porque los antecedentes eran que ellos no habían llegado al punto de equilibrio y los propios trabajadores de la cooperativa lo tenían claro”.

INFORME NEGATIVO
Explicó que “el punto de equilibrio es producir y vender las telas y por lo menos empatar con los costos que implican. Eso es fundamental porque si no se llega a ese punto y se está desfasado, lo que se genera son pérdidas e inevitablemente se necesita más capital. Contratamos un ingeniero que se instaló en la fábrica para ver el proceso productivo y a su vez nosotros la visitamos y ya teníamos cierta idea por lo que habíamos hablado con ellos, con la contadora y los compañeros que estaban en la parte de administración, que efectivamente tenían dificultades”.
Dijo que tienen “solamente la gestión de la cartera ya otorgada. Hasta que no salga la ley, que es la que se está tratando en estos días en el Parlamento, no tenemos un marco legal que nos habilite a prestar, no tenemos fondos líquidos porque las normas no nos habilitan. Y nuestra preocupación era que llegara un momento en que no tuvieran dinero para seguir la producción en el corto plazo, y en el mediano y largo plazo que efectivamente se pudiera llegar a ese punto de equilibrio que permitiera al emprendimiento ser autosuficiente. A partir de esa información que intercambiamos con los compañeros de la cooperativa y los economistas y técnicos del Fondes, ya teníamos una idea que tenía dificultades. Y por eso contratamos al ingeniero para que hiciera el análisis del proceso productivo, la capacidad de las máquinas instaladas, los costos que implica la producción, los mercados que ellos pudieran acceder con las ventas. Y en ese momento comenzamos a hablar de la necesidad de reanalizar el proyecto”.
Bernini explicó que “el ingeniero desarrolló su trabajo y entregó un informe preliminar, que estará complementado por un informe más completo, donde surge que ellos no están llegando a vender el metraje de telas necesario para bancar los costos operativos considerando insumos, materia prima, salarios y lo demás. Esa es la realidad que constatamos, y cuando llegó el momento que nos plantearon que necesitaban más capital para poder sacar unas órdenes de compra que tenían, les dijimos que, por un lado, no teníamos capacidad de darles más financiamiento por la falta del arco legal. Pero, además, les adelantamos que teníamos dificultades en la lógica de que se siguiera integrando capital indefinidamente a pérdida. En todo caso el problema estructural que ellos tienen se podía expresar ahora, dentro de un mes o dentro de dos, pero en algún momento teníamos que hacer un diagnóstico, ver cuáles eran las deficiencias y tratar de trabajar juntos a los efectos de rediseñar el proyecto”.

RECONVERSIÓN
El presidente de Inacoop recordó que en esa oportunidad se reunieron con la Agencia de Desarrollo de Paysandú: “Vimos que las instalaciones son importantes y que hay capacidad para buscar alternativas complementarias para que objetivamente se genere empleo y actividad en ese predio enorme, y se nos planteó la idea de un polo logístico y otras ideas, pero que van a demandar su tiempo. Y el problema es qué pasa mientras tanto. Y en función de eso, cuando les comunicamos que no podíamos facilitarles más dinero, nos pusimos a la orden para trabajar juntos y ver cómo podíamos salir de esta situación y a partir de ahí tuvimos contacto con el intendente electo, los tres diputados y varias veces hablamos con la Oficina de Planeamiento y Presupuesto. Mantuvimos informado al Ministerio de Trabajo por el impacto que genera en el departamento una fábrica tan emblemática y con la cantidad de puestos de trabajo en juego; el aspecto social nos preocupa mucho”.
Consultado sobre el “rediseño”, Bernini explicó que “por ejemplo, el empresario brasileño que le compra habitualmente les ofreció comprar durante un año 50.000 metros de tela mensuales, pero obviamente que a un precio que a él le sirve y con poco margen. Cuando vimos el tema del flujo que podría significar como una buena plataforma, que es lo que queríamos todos, vimos que a ese precio teníamos que vender seis veces más para por lo menos aproximarnos. Cuando hicimos el análisis y de acuerdo a la capacidad productiva que tiene la planta y a los costos operativos que tiene, eso no llega ni cerca a lo que se necesitaría para el punto de equilibrio, que son entre 90.000 y 100.000 metros de tela mensuales”.
Recordó que “todos sabemos los problemas para la colocación de textiles en el mundo y particularmente en la región. Y es una realidad del mercado internacional y aún para los tejidos de excelente calidad que produce Tessamérica, no es fácil encontrar mercados que te den estabilidad de producción y que te permita no perder”.
“Cuando digo rediseñar no hay que descartar nada. Lo que hay que poner es cabeza y voluntad política, que descartamos que la hay porque la reunión de ayer (por el martes) con los tres diputados del departamento fue muy buena, pusimos arriba de la mesa todo este intercambio como con el propio intendente electo, por lo que voluntad política hay. Ahora hay que poner técnicos y capacidad para encontrar alternativas productivas utilizando lo que es el predio y las propias instalaciones, que pueden pasar quizás en parte por la producción textil. Pero tenemos que encontrar también otra forma de producción, otras actividades que de alguna manera colaboren a que este emprendimiento y las fuentes de trabajo no se caigan”, aseguró.

SOLUCIÓN POLÍTICA
Bernini expresó que “la gestión del Fondes como tal, y eso es parte de lo que se está debatiendo en el Parlamento, implica que son préstamos, son financiamientos. Y si a conciencia se sabe que si seguimos dando dinero eso no tendrá retorno pero tampoco colaborará porque hay un problema estructural y de fondo para que sea sustentable el proyecto, objetivamente las soluciones que se tendrán que encontrar son de carácter político. Por eso nos pusimos a disposición de la cooperativa, los tres diputados y el intendente electo para acompañarlos en todas las gestiones que sean necesarias. Nosotros somos los mensajeros del problema, y no tenemos las herramientas para poder resolverlo, porque no podemos negar que el problema existe”.