Opinion | 16 Jun Aproximadamente 2.000 personas que participaron en un accidente de tránsito en 2014 habían consumido alcohol. Esta cifra representa el 6% de un promedio de 30.000 controles anuales realizados en alcoholimetrías durante accidentes.
Los datos, aportados en un informe recientemente publicado por la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev) en base a los controles de alcoholimetrías y datos de Sistema de Suspensiones existente desde 2012, indican también que hay una directa correlación entre el aumento de la presencia de alcohol y la gravedad del siniestro. Mientras que el porcentaje general de conductores con presencia de alcohol en siniestros es del 6%, en los siniestros graves llega al 7% y se supera el 15% en los que tuvieron resultado fatal.
El informe también indica que entre noviembre y febrero aumenta el porcentaje de conductores alcoholizados que protagonizan accidentes. Otro dato interesante es que, al contrario de lo que comúnmente se cree, no son los más jóvenes lo que conducen alcoholizados.
El mayor porcentaje de personas involucradas en accidentes que presentaron alcohol en sangre al momento de la alcoholimetría --más de 0,3 gramos por litro de sangre; equivalente a un vaso de cerveza o más-- tienen de 30 a 34 años y 50 y 54 años. En ambos rangos de edades se superó el 7% con alcohol mayor al límite, mostrando que no se trata de un problema de los jóvenes.
Por otra parte, se trata de un factor de riesgo claramente asociado al sexo masculino. El porcentaje de conductores con alcohol en hombres casi llega al 8% mientras que en mujeres es del 2%, 4 veces menor.
Asimismo, la participación de personas alcoholizadas en siniestros viales es un problema mucho más agudo en el Interior que en Montevideo: mientras que en la capital apenas llega al 4%, en los demás departamentos se registran valores por encima del 6%, y en 10 departamentos se supera el 10%.
La experiencia internacional dice que reforzar las leyes que rigen el hecho de beber y conducir reduce el número de víctimas mortales de accidentes de tráfico en un 20%, pero sólo uno de cada cinco países aplica tales normas. En Uruguay contamos con leyes estrictas en esta materia pero, lamentablemente un importante porcentaje de conductores no las cumplen en sus aspectos más básicos.
En las últimas horas el Poder Ejecutivo anunció que finalmente implementará la libreta de conducir única nacional y por puntos. Quizá sea un elemento que ayude para evitar que reincidentes consumidores de alcohol circulen por nuestras calles y rutas.
Claro que después habrá que ver cuáles son las causas del restante 94% de los accidentes graves, que ocurren sin participación alguna del alcohol, si realmente pretendemos atacar en serio el problema de la siniestralidad en el tránsito. Ahora al menos, tenemos estadísticas nacionales propias para elaborar estrategias a la medida de nuestro país, en lugar de seguir copiando lo que nos dictan desde la realidad del primer mundo.