Paysandú, Lunes 22 de Junio de 2015
Opinion | 17 Jun En los recientes contactos mantenidos en Bruselas, el Mercosur y la Unión Europea (UE) se comprometieron a presentar las ofertas de mercaderías que ambos bloques podrán intercambiar con desgravación arancelaria, en una lista que incluye más de 10.000 productos.
Precisamente el canciller Rodolfo Nin Novoa informó que en los contactos realizados en Bruselas se llegó al compromiso de que en el último trimestre del año, el Mercosur y la UE logren intercambiar ofertas de bienes y procesos de desgravación arancelaria.
“Soy optimista en cuanto al resultado final, los cuatro países estamos en la misma sintonía”, dijo Nin, y añadió que “nadie espera que esto finalizará en 2015”.
El canciller indicó que Uruguay es el país que tiene una oferta de productos “mejor preparada”. Está integrada de seis canastas con algunos productos que se desgravarán en forma inmediata y otros a los cuatro, ocho, 10, 12 y 15 años.El secretario de Estado evaluó que “est amos listos para presentarlas, sin perjuicio que tenemos dos o tres meses para armar nuestros equipos técnicos y preparar la presentación de ofertas. El promedio general del Mercosur es que el 82% de los productos quedarían pasibles de un acuerdo de comercio”. El mayor interés de Uruguay es lograr el ingreso a Europa de carne vacuna, ovina, aviar, cereales y lácteos.
Pero claro, sería un exceso de optimismo manejar plazos más o menos perentorios después de quince años en los que no se logró llegar a acuerdos que permitieran avanzar en la concreción del acuerdo, en gran parte debido a intereses de los “grandes” del bloque sudamericano que ponían una cuota parte de proteccionismo sesentista a las negociaciones para defender sus ineficiencias.
Luego del encuentro que representantes de ambos bloques mantuvieron el jueves, el ministro de Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, señaló que “los dos bloques están decididos a seguir la negociación. Habrá negociaciones técnicas para cumplir todos los pasos necesarios. La oferta tendrá lugar en el último trimestre del año”. Para intentar destrabar las bloqueadas negociaciones en el capítulo comercial del acuerdo de asociación que negocian la UE y el Mercosur, la comisaria Europea de Comercio, Anna Cecilia Malmström se reunió con los ministros de Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela, aunque este último país aún no participa en las negociaciones con la UE.
Quedó definida incluso la participación de Argentina, no sin largos cabildeos, lo que significa la inclusión de sus productos dentro de la oferta del Mercosur.
Hace veinte días, Nin Novoa había expresado que el acuerdo con la UE podría firmarse “a distintas velocidades”, ante la renuencia del gobierno de Cristina Fernández de participar en la negociación. Sin embargo, el 1° de este mes, el canciller en Bélgica, Walter Cancela, desestimó la posibilidad de las dos velocidades y afirmó que el convenio comercial sería entre los cuatro países del Mercosur y la UE. “El acuerdo es entre los cuatro (socios del Mercosur), no por separado, porque la UE tiene mandato para negociar con el Mercosur no con los gobiernos de Uruguay, Argentina, Brasil o Paraguay”, afirmó el embajador, lo que generó molestia en el presidente Tabaré Vázquez y el canciller Nin.
Ahora, estos avances de último momento han sido posibles primero por el cambio de posición de Brasil, azotado por una crisis económica que lo condiciona y le ha hecho comprender que si no se abre comercialmente las consecuencias a pagar serán aún más serias.
A la vez, en el caso de Argentina, hasta último momento su gobierno se manifestó renuente siquiera a considerar la posibilidad de establecer esta negociación sin cláusulas proteccionistas previas, teniendo en cuenta su enmarañada política a contramano de la dirección en que va el mundo, por lo que no ha dejado de sorprender que se haya allanado a participar en el acuerdo comercial entre bloques.
La participación de Argentina en las negociaciones y en la presentación de las ofertas, sin embargo, ha generado ya dudas en los empresarios uruguayos. En ese sentido, el presidente de la Eurocámara de Uruguay y de la Cámara de Comercio e Industria Uruguayo - Alemana, Paul Riezler, señaló a El País que la postura de Argentina en las negociaciones sigue siendo una incógnita. “Estamos de acuerdo con que Argentina participe si eso acelera los procesos para la firma de un acuerdo. Si la presencia de Argentina lo único que hace es enlentecer las negociaciones, soy partidario de avanzar sin Argentina”, afirmó Riezler. No es porque sí el origen de estas reservas respecto a cual es la real motivación para que nuestros complicados vecinos accedan a intervenir, aunque naturalmente, en la UE hay interés de que así sea, teniendo en cuenta que la Argentina es un mercado muy apetecible, ante grandes posibilidades de inversión y recursos naturales, por más que la incertidumbre legal que genera el incumplimiento de sus gobiernos es un factor adverso.
Para el intercambio de ofertas se manejan dos lotes de productos, uno por cada bloque. “La propuesta de Brasil, Paraguay y Uruguay estaba bastante cerca de lo que pretendía Europa; el que tenía una objeción enorme y una extensa lista de productos era Argentina”, expresó Riezler.
La incógnita se centra en si efectivamente Argentina depuso su postura negativa o participa en la negociación incluyendo una gran lista de productos, y que muchos no resulten aceptados por la UE, dilatando nuevamente las negociaciones. Además se agrega un elemento de incertidumbre por la proximidad de las elecciones en el país vecino. Pero igualmente hay una oportunidad, de contarse con voluntad política, de negociar en una lista básica amplia de productos, y dejar la puerta abierta para nuevas incorporaciones, en este caso con velocidades acordadas siempre y cuando Buenos Aires no nos depare sorpresas, teniendo en cuenta la experiencia.
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