OPINIÓN

Locales | 21 Jun COMPROMISO
Viendo con mucho dolor la nota en el diario del día viernes, con referencia a los perros rescatados por el grupo Amigos de los Animales, mi intención es un llamado a las personas que, como yo, amamos a los animales, para que se comprometan a dar una mano a los grupos que en Paysandú están trabajando con este tremendo problema que está instalado en nuestra sociedad. ¿De qué forma? Denunciando cuando vean estas aberraciones y no dejando que pase el tiempo para llegar al estado en que se retiran esos desamparados seres.
No me voy a referir a los que los tienen en esas condiciones porque no merecen la pena. Sí quiero hacer referencia a las personas que quieren tener una mascota solo por el hecho de tenerlas, sin pensar que a la vez que le ofrecemos un hogar, así como ellas nos dan un amor incondicional y una fidelidad absoluta, nosotros debemos quererlas y cuidarlas; para eso las adoptamos.
¿O será que solo nos interesa porque los perros son graciosos cuando pequeños y cuando van creciendo, nos molestan, o no tenemos el espacio que creíamos tener, o no nos gustan sus procesos vitales (celo), y es desagradable retirar sus necesidades fisiológicas? Y después los tiran en la calle o los llevan al campo, para que ya no los molesten, aun sabiendo en el estado de desamparo en que quedan.
Viendo la raza de los animales abandonados de la nota (pitbull y barbilla), tengo que pensar que fueron robados o comprados a muy bajo precio, posiblemente con la idea de que tuviesen cachorros y lucrar con ellos. Pero pensemos que esas cosas no sucederían si no hubiese quien los comprara, es así de simple. Porque tengamos en cuenta que hay muchísima gente que elige perros de raza para su compañía, simplemente para mostrarlos ante la sociedad; algunos los cuidan, otros tengo la certeza que no.
Duele también ver cómo a través de radio, diario o televisión se ofrecen a la venta cachorritos de las más variadas razas. Consideremos que si nadie va a comprarlos, no se venderían, y estaríamos haciendo un favor a esas perras que muchas veces tienen camadas de cachorros para vender y a ellas no se las alimenta, ni se las cuida y tienen la obligación de parir cachorros de forma constante para que los dueños lucren.
Estoy convencida que para dar entrada a una mascota a nuestro hogar, debemos estar dispuestos a cuidarla y si realmente lo deseamos. El amor que nos dará no va por su raza, su tamaño, ni forma ni sexo, va a ser el amor más puro y más fiel. Recuerden que en los animales no existe la maldad. La maldad solo existe en nosotros, los humanos, que nos creemos superiores al resto de los seres vivos.
A las personas de buena voluntad y que estén de acuerdo con esta nota, solo les pido compromiso, para que estas cosas no sucedan.
CI 2.984.517-2