Paysandú, Viernes 26 de Junio de 2015
Rurales | 21 Jun El ingeniero agrónomo Pablo Chilibroste señaló, respecto a la carga o productividad individual, que la información analizada tanto a nivel agregado (estadísticas nacionales) como a nivel de sistemas comerciales de producción de leche (proyecto Producción Competitiva–Conaprole) “demuestra que la intensificación del proceso de producción de leche ha estado basada tanto en aumentos de carga como en aumentos de producción individual”.
El profesional, perteneciente al departamento de producción animal y pasturas de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía, precisó que “lejos de detectarse un antagonismo entre estos factores, se destaca la potencia del incremento conjunto. Hasta qué nivel de intensificación se puede proyectar este modelo de crecimiento es sujeto de investigaciones en curso”.
Chilibroste expuso este tema en el marco del Simposio de Lechería de las 43ª Jornadas Uruguayas de Buiatría, donde presentó los mitos y realidades en la intensificación de los sistemas de producción de leche del Uruguay.
Estableció que los sistemas más intensivos de producción de leche “son más pastoriles (cosechan más forraje por hectárea) que los sistemas menos intensivos. No obstante, requieren niveles más altos de suplementación por hectárea (reservas más concentrados) para manejar desequilibrios estructurales mayores entre oferta y demanda de alimentos en el sistema. La sensibilidad de los sistemas más intensivos a escenarios críticos ya sea de precios, clima o ambos requiere especial atención”.
Las diferencias calculadas en eficiencia de conversión de alimento en leche y sólidos “advierten sobre sistemas de producción de leche que están operando muy por debajo de los valores promedios reportados internacionalmente. La eficiencia de conversión es uno de los componentes que define la competitividad de los sistemas y su resiliencia ante escenarios adversos”.
INCREMENTO SOSTENIDO
La lechería uruguaya ante cambios en las condiciones de competencia con otras actividades agrícolas y el aumento en el precio de la tierra (según la encuesta de DIEA 2014) “han incrementado sostenidamente la productividad”, dijo Chilibroste.
En las últimas décadas, el sector lechero uruguayo ha crecido a tasas del orden del 5% anual. “Este ritmo sostenido de crecimiento se ha acelerado en los últimos 6 años con tasas de crecimiento del orden del 7% anual. El crecimiento se basa, fundamentalmente, en aumentos de productividad (litros por hectárea), dado que la superficie lechera se ha reducido en más de un 20%.
“Esta estrategia de intensificación de producción de leche en Uruguay se ha basado en un incremento significativo en el uso de concentrados y reservas de forraje mientras que la cosecha directa de forraje de los animales ha permanecido sin cambios significativos”, dijo el técnico.
La implantación de la pradera como base de los sistemas pastoriles de producción de leche “se desarrolló en la década del 70 cambiando el modelo productivo dominante en ese momento. Si bien esta innovación modificó fuertemente el diseño de los sistemas de producción de leche de la época, fundamentalmente en su base forrajera, los trabajos desarrollados en la Unidad de Lechería de INIA La Estanzuela jerarquizaban a la producción de pasturas como la principal limitante para aumentar el rendimiento de leche en Uruguay, estimándose valores máximos de 6.500 kilos de Materia Seca (MS) por hectárea/año, para un ciclo de 4 años de producción”.
Es sobre la base de esta información que se delinearon ajustes en las rotaciones forrajeras, estrategias de producción y suplementación del rodeo con el objetivo de incrementar los niveles de producción por vaca y por hectárea. “A pesar del amplio reconocimiento con que cuenta la pastura como el alimento de menor costo por kilogramo de materia seca, proteína cruda o megacaloría de energía metabolizable, se dispone de muy poca información en la que se cuantifique la producción y consumo de forraje en los sistemas comerciales de producción de leche en Uruguay.
Estimaciones indirectas realizadas en sistemas lecheros indican que en el área de vaca-masa de los sistemas con mejores indicadores técnicos, la producción de forraje cosechado por los animales no superó los 3.000-3.200 kilos de MS.
LA CARGA
En sistemas de base pastoril, la carga es el principal factor que determina la eficiencia del sistema que impacta directamente en la producción y utilización de forraje de los animales y en la eficiencia de conversión del alimento en leche. No obstante, en Uruguay la producción individual ha jugado un papel importante en el proceso de intensificación.
“El consumo de forraje y la producción de leche por vaca se resienten cuando la utilización de forraje supera el 50%”, sostiene Chilibroste.
“Cuando la eficiencia de utilización de forraje es baja, el incremento en la carga generalmente determina mejoras en la eficiencia de cosecha, en la productividad del sistema y en el resultado económico. Los trabajos realizados por nuestro grupo en los que se monitorearon 37 empresas comerciales durante 2 años y medio mostraron eficiencias de cosecha en torno al 50%, aunque alternando períodos de sobre y subpastoreo a lo largo del año”.
Los sistemas de producción más intensivos siguen siendo muy competitivos en el ámbito internacional, teniendo Uruguay unos de los costos de producción de leche más bajos.
“El bajo costo de producción de los sistemas uruguayos se explica porque la participación del forraje (cosecha directa de pasturas más reservas) en la dieta de los animales sigue manteniendo un nivel relativamente alto”, precisó.
PROYECTO
Durante 2010, Conaprole lanzó un proyecto con el objetivo de apoyar a productores y técnicos en el proceso de monitoreo y control de la alimentación en los tambos.
El proyecto denominado “Producción Competitiva” integra en la actualidad más de 400 productores remitentes a la cooperativa y se ha convertido en una valiosa herramienta para técnicos y productores, tanto para el monitoreo y control del proceso de alimentación, como para el análisis y proyección de los sistemas lecheros. Los detalles metodológicos de cómo opera el proyecto y los principales resultados obtenidos durante la primera etapa (2010-2013) han sido recientemente publicados.
El proyecto opera como unidad básica de registro y análisis. Posteriormente, la información se agrega ya sea estacionalmente o anualmente.
En la información que se ingresa en el sistema, se detalla mensualmente los kilos ofrecidos de cada alimento (concentrados y reservas de forraje) a las vacas en ordeñe y vacas secas. Adicionalmente, se especifica el método de suministro de alimentos suplementarios según las categorías.
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