Rurales | 22 Jun El director nacional del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), ingeniero agrónomo Fabio Montossi, manifestó que desde la institución desarrollan herramientas tecnológicas para colaborar con los productores de todo el país, aunque aclaró que “es evidente que cada departamento tiene sus particularidades y también distintas situaciones entre sus productores, por lo que el abordaje de cada caso debe ser puntual”.
Explicó que “la Emergencia Agropecuaria no nos preocupa solamente por el tema de la sequía”, advirtiendo que desde INIA ya estaban preocupados por si la cantidad de alimentos daría para mantener 12 millones de cabezas bovinas, más las ovinas. “Nos habíamos acostumbrado que los inviernos no eran inviernos” dijo, y ello hizo descuidar un poco a los productores.
Además de las regiones con déficit hídrico, están aquellas donde persisten pasturas verdes, pero con dos centímetros de largo, que hace imposible su consumo incluso a las ovejas.
“Hay lugares con más de una unidad ganadera por hectárea y los pastos ya no están más”, e indicó que aún faltan 80 días de invierno.
Es evidente, dijo, que cada departamento tiene sus particularidades y también distintas situaciones entre sus productores, por lo que el abordaje de cada caso debe ser puntual.

MEDIDAS
Por ese motivo, desde INIA se desarrollan herramientas tecnológicas en apoyo de los productores. La batería de acciones va desde las clásicas medidas de manejo hasta el uso de suplementos, “una buena oportunidad para dar mensajes desde el punto de vista del clima, manejo de pasturas, suplementación” comentó.
Explicó que a través de charlas transmiten aspectos del abecé (ABC), pero que en la práctica muchas veces se hacen mal y terminan generando implicancias sanitarias y económicas. “En algunos casos, fundamentalmente en algunas tecnologías más intensivas como herramientas de suplementación, hay algunas cosas que los productores no tienen claro”, como por ejemplo “el nivel de proteínas que se necesita”.

FALTA DE FIBRA
Explicó que se comenzó distribuyendo proteína porque se tenía un importante volumen de pasto que posteriormente se fue secando. “Ahora el problema pasa a ser la energía, porque directamente estamos hablando del mantenimiento del animal”, dijo Montossi, quien agregó que se le debe dar fibra para que el animal se siga moviendo.
Con las bajas temperaturas y por el solo hecho de estar en pastoreo, el animal aumenta en un 30% los requerimientos con estas temperaturas. “La fibra tiene que estar y por ello hay suplementos que tienen fibra y si no, se la vamos a tener que dar con fardo”, sentenció.